El presidente de Brasil Ignacio “Lula” Da Silva insiste en pedirle a Colombia una garantía por escrito sobre el uso de las siete (7) bases gringas.
No le pide a Colombia y Estados Unidos la garantía, solo se la pide a nuestra “hermana” república, ¿Creerá Lula que lo que escriba Colombia en un papel sobre las bases, lo cumplirá Estados Unidos?, ¿Será tan ingenuo?, o ¿Es un gesto para la galería?, desde luego que no creo en absoluto que Lula sea ingenuo, y dudo que Colombia pueda dar garantía alguna de lo que harán los gringos en esas bases, así que ¿Cómo reaccionará Lula si Colombia se niega a dar garantía por escrito?.
La ambigüedad, que algunos denominan equilibrio, es lo que ha caracterizado el gobierno de Lula, quien empezó apoyado por movimientos de izquierda y movimientos sociales, para terminar declarándose de derechas, y no miente, la política económica que ha aplicado es de derecha, clásicamente neoliberal con pequeños “toques” sociales para mantener a raya a los movimientos sociales que lo han apoyado.
La política exterior ha estado basada en la tan acariciada idea de un Brasil sub-imperio, y Lula ha trabajado muy duro en eso, aplicando una especie de doctrina del palo y la zanahoria con sus vecinos suramericanos, actuando como un padre “benevolente”, pero severo cuando sus ordenes y deseos no se cumplen, algo que se puede ver en especial con Bolivia Y Paraguay, en el primero por el gas boliviano y en el segundo por la represa de Itaipú, en ambos casos por la revisión de los precios de ganga que pagaba Brasil a ambos países.
Esa doctrina de un Brasil sub-imperio lo enfrenta frontalmente a Estados Unidos, en una confrontación que Lula ha tratado de evitar y con éxito “por ahora” (dixit Chávez), pero las siete (7) bases en Colombia, en especial con el tipo de equipos de radares y vigilancia, aviones, armamento y planes de combate de los gringos para esas bases, pone en jaque la tan sigilosa, prudente y planificada política brasileña, y ningún documento de Colombia garantizará un cambio de planes gringo.
Entonces, ¿Qué hará Lula ante la negativa de Colombia?, ¿Entenderá al fin que el presidente Chávez nunca ha exagerado respecto a los gringos?, ¿Se unirá Brasil de verdad a SurAmerica?, ¿Dejará de sabotear el Banco del Sur, el Consejo Sudamericano de Defensa (CSD)?, porque vamos a estar claros, ese CSD actual es una versión aguada y diluida de la propuesta original del presidente Chávez, que incluía una doctrina operativa de las fuerzas armadas de SurAmerica, que nos permitiría defendernos de cualquier ataque, pero que un Brasil con intenciones de sub-imperio bloqueo, porque su pretensión es ser el país dominante, no uno entre los suramericanos.
Será muy interesante ver lo que Lula y la clase política brasileña hacen ante el despreciativo silencio de Estados Unidos a su petición a través de su colonia, Colombia.
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