Cuando digo el mundo me refiero a la humanidad de hoy integrada por esas 7 mil millones de almas de los llamados cinco continentes que con su sola presencia o a través de su palabra y manifestación personal, actúan mediante cualquiera de las cientos de miles de instituciones, asociaciones u organizaciones en actividades, reuniones, asambleas, protestas, redes, con boletines, semanarios, revistas, periódicos, correos electrónicos y portales de Internet, o mediante cualquier otro artefacto cultural para expresar sus sentimientos y opiniones.

De manera que el mundo no es el que nos quieren hacer ver las potencias occidentales con una visión eurocentrista y mucho menos nortecentrista. Incluso, en una buena parte del norte europeo y asiático esas visiones están echadas a un lado. Habría que estar ciegos para no darse cuenta de lo que está ocurriendo en la vida social (económica y política) y en la opinión pública de Europa donde se ahonda cada día más la contradicción entre parlamentarios y sociedad, y entre gobiernos y sociedad como expresión de la insalvable contradicción entre el trabajo y el capital.

Si se observa bien ese panorama mundial, sólo un pequeño y selecto grupúsculo “humano” se manifiesta contra Cuba y su revolución, haciéndose eco de las líneas comunicativas pautadas por las cabezas directivas del complejo-militar-industrial-financiero-comunicacional (CMIFC) de Estados Unidos, apoyados por los llamados “tanques pensantes” y la mafia anticubana de Miami, y emanadas hacia todas sus instancias gubernamentales y vínculos esparcidos en el mundo que van desde televisoras privadas, ligadas a empresarios industriales o bancarios, grandes periódicos dirigidos por esa misma clase, portales globales generados por emporios, hasta encuestadoras y centros de investigación y laboratorios sofisticados de manejo semiótico financiados por esos grandes grupos de poder económico.

¿Y que consigue el imperio y sus lacayos? El efecto contrario. Más de 13 mil personas honestas, intelectuales la mayor parte de ellas, que crean opiniones más sólidas que las de los titulares de la gran prensa capitalista, se han volcado a defender a Cuba por la web y por cuanta prensa puedan acceder y eso ha provocado una difusión mucho mayor de la Cuba real, la de hoy, por muchos más medios y con mayor impacto sobre la humanidad. Todo gobierno y pueblo que recibe apoyo y solidaridad de Cuba, sin que por ello sea aliado, lo colocan en la urgencia de reconocer públicamente la verdad y así ha sido en las últimas cuatro semanas.

Simultáneamente, el poderío económico actual de China y su posición de difundir las informaciones y explicaciones de quienes son agredidos en el mundo por EEUU, al igual que le ocurre a ella, implica que mucho más de 1500 millones de personas como mínimo lean las opiniones de los cubanos de Cuba liderados por Fidel Castro y de los bolivarianos de Venezuela liderados por Hugo Chávez, pues ya la agencia china Xinhua emite sus despachos noticiosos en 7 idiomas y llega a todos los confines del globo, lo que ha venido a reforzar la cobertura del diario digital Granma Internacional que se traduce a 5 idiomas.

A todo ello se le debe agregar el papel que en habla hispana está desempeñando Telesur, la televisora multiestatal, dirigida desde Venezuela y donde Cuba participa entre otros socios, y que por su demanda está entrando en millones de hogares en América Latina y el Caribe, así como en España, con una visión diferente, no sólo alternativa sino indispensable para la sana vida.

De manera que estamos ante una de las más fuertes contradicciones en el mundo de hoy, que es expresión de la profundidad de la crisis capitalista a escala planetaria y del gran viraje que se está produciendo en la humanidad. Volcar millonarios recursos económicos –como hace actualmente ese grupo del CIMFC apoderado del gobierno de EEUU- en tratar de alcanzar objetivos ideológicos sin eficacia, ni eficiencia, es verdaderamente contrario a la lógica capitalista y eso hará reventar estructuras de dominio, de una u otra forma y en uno u otro momento, cuando menos se le piense.

Es un pequeño y selecto grupo pero con mucho poder económico y por tanto de decisión para titular en primera plana del Miami Herald de EEUU, de El País de España, El Nacional de Caracas y del Mercurio de Chile, o abrir un noticiero como CNN o Fox con “la noticia del momento” construida previamente a los hechos, por ejemplo, como ocurrió con aquellas preparadas en abril del 2002 para enmascarar el golpe de Estado que ocurriría al siguiente día, una expresión nítida de lo que es y hace el CMIFC.

¡Que ladren los perros, que nosotros cabalgamos! dijo recientemente el líder bolivariano Hugo Chávez, y debe repetirse una y mil veces, pues está referido a lo que todos, venezolanos, cubanos, ecuatorianos, bolivianos, nicaragüenses, argentinos, brasileños, todos, quienes amamos la vida y luchamos por ella, hacemos ante tales campañas mediáticas de falacias y hechos distorsionados de quienes se comportan tan irracionalmente, es decir, seguir construyendo la nueva patria iluminada por el alba de la revolución y por la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba-Tcp) que se devive y desvela por hacer el bien a los pueblos.

En realidad, estamos ante un hecho insólito en la historia humana: una pequeña isla de 114.000 kms2 con unos 11 millones de habitantes es agredida por la mayor potencia de la historia con acciones de bloqueo económico, comercial y financiero de corte genocida, y como no le proporciona el resultado esperado, que es destruir su proceso independentista y socialista, entonces mediante infamias y calumnias despliegan también campañas mediáticas para tratar de contrarrestar la influencia cubana en el mundo, la cual proviene de su fuerza moral, los principios enarbolados y sus acciones solidarias con más de 70 pueblos, en ese mundo que hace caso omiso de las patrañas imperialistas.

“Cuba no es más la palma sola sino un bosque de solidaridad” dijo la intelectual cubana Nancy Morejón en el acontecimiento cultural del 10 de abril frente a la Oficina de Intereses de EEUU en La Habana, en la Tribuna Antimperialista del pueblo para dar a conocer la voluntad popular de la Isla ante las amenazas imperiales que siempre se ciernen sobre la tranquilidad y alegría de los resistentes cubanos y cubanas.

Sin embargo, los vampiros siguen chillando, y chillarán hasta que entren al infierno, por haber hecho tanto daño a la humanidad. Dígase en Hiroshima, Nagasaki, Playa Girón, Dominicana, Haiphong, Da Nan, Son My, Panamá, Kosovo, Serbia, Basora, Bagdad o Kabul, y se visualizarán los crímenes masivos cometidos por el imperio. Guerras impuestas, masacres cometidas, asesinatos y torturas en cárceles secretas, campañas mediáticas para legitimar la barbarie, como esa que hoy observamos en algunas películas hollywodense financiadas por el Pentágono sobre Vietnam o sobre la guerra en Japón para tratar de justificar ahora otro ataque nuclear, precisamente cuando el presidente Barack Obama, Premio Nobel de la Paz, hace gala de la nueva estrategia de guerra nuclear mediante la cual amenaza con lanzar bombas atómicas contra quien considere enemigo.

Parece una ironía del destino pero no es más que la filosofía imperial de los gobernantes de EEUU que no sólo la profesan ellos, sino también jurados, policías, parlamentarios, jueces y hasta presidentes.

Los Clinton, dígase Hillary o William, “envenenados” de falacias sobre la realidad de Cuba y amenazados por los agentes fascistas y terroristas mayameros o seducidos por esos que llegan a sus residencias o que se encuentran en los derrochadores fiestones, pretenden manipular, ante los ojos incrédulos de jefes de Estado o de Gobierno la realidad cubana y los hechos construidos por esos fascistas alrededor de unos presos comunes convertidos en agentes al servicio de una gran potencia y unas “damas de blanco” que sólo representan a lo que son: asalariadas del imperio.

Cuando la señora Clinton -en funciones de canciller- llega a Bruselas, Madrid o Moscú y de una u otra forma saca a relucir el tema cubano de una forma agresiva y violatoria del derecho internacional, por cuanto es un asunto interno de Cuba y sólo le concierne al pueblo cubano, se convierte –ante los ojos de todos- en una vulgar abusadora, peor que cualquier pedófila.

Por ello, toda la razón del mundo hay que reconocerla en las palabras del músico Edgar González, integrante del Dúo Doble Filo, quien reflexionó ante la multitud concentrada en La Habana y dijo “una de las razones más importantes que nos han traído aquí, es la creencia de que los problemas de Cuba se van a resolver entre cubanos, que vivan en Cuba y que suden en Cuba, que trabajen en Cuba y que sueñen Cuba. Nadie tiene que venir a darnos lecciones de nada”.

Así son los cubanos de Cuba, en contraste con los cubanoamericanos que corrieron a Miami a pedir la anexión de Cuba a EEUU y el apoyo imperial para acabar con la revolución.

“El imperio y sus aliados se han lanzado a una nueva cruzada para intentar demonizar a Cuba. Su poderosa maquinaria política y mediática ha puesto en marcha una colosal operación de engaño con el objetivo de desacreditar el proceso revolucionario, desestabilizar el país y provocar las condiciones para la destrucción de nuestro sistema social” comenzó diciendo el editorial de Granma del pasado 8 de enero.

Pero la puesta en marcha de la operación de engaño parece que se atasca pues no engañan a nadie. En cada uno de los grandes medios a donde llegan las líneas del CMIFC sólo el que hace el editorial y uno o dos periodistas son quienes preparan los panfletos falaces. Incluso, en aquellos que realizan foros abiertos, la participación es restringida y manipulada porque la andanada de criticas bien fundadas contra esos escritos anticubanos aplastan las opiniones de esos que siempre repiten los calificativos anticomunistas y las frases acuñadas por Vargas Llosa, José María Aznar o el terrorista Carlos Alberto Montaner contra Cuba.

¿A quién pretende persuadir EEUU con la historia de ese preso común de apellido Zapata que muere en Cuba debido a su irresponsable conducta, uno, después varios años, cuando lo cierto es que desde las cárceles de EEUU, cada día, sacan un promedio de 19 presos muertos por causas violentas de asesinato o suicidio para un promedio de 7 mil por año?
¿A quién pretende engañar EEUU con una veintena de “damas en blanco” cuando más de 4 millones de mujeres cubanas se movilizan a diario para producir y echar adelante a la patria y otras miles están ofreciendo su solidaridad en más de 70 países? ¿A quién pretende engañar los EEUU cuando en los últimos quince años han provocado la muerte de casi 2 millones de personas entre el desmembramiento de Yugoslavia, la invasión a Irak y la guerra en Afganistán?.

“Estoy seguro de que los que tienen verdaderamente por dentro eso que se llama humanismo, están con nosotros” declaró el gran sonero cubano Candido Fabré en el acto de la Tribuna Antiimperialista. Tiene razón Fabré quien recorre el mundo y observa directamente el sentir planetario para con Cuba.

Porque, como dice el editorial del Granma, “la Revolución Cubana ha actuado consecuentemente bajo principios éticos, políticos y morales siguiendo las enseñanzas de Fidel. El respeto al ser humano es la esencia de nuestro sistema y ha sido una de las claves del apoyo popular al proceso desde los días heroicos de la Sierra Maestra, cuando siempre se respetó la vida de los prisioneros enemigos”.

En la medida en que el pueblo cubano fue apropiándose de ese crucial valor de la dignidad humana, creció el apoyo popular a la Revolución Cubana, como podremos apreciar luego de 51 años, el próximo 1ro de mayo “Día de los Trabajadores” en el largo desfile del pueblo organizado frente a la Plaza de la Revolución para conmemorar otro aniversario del 1er desfile en revolución social que se llevó a cabo organizado por la Central de Trabajadores de Cuba, en plena libertad y verdadera democracia.

Desde los años de la Sierra Maestra (1956-1958), hasta la proclama del carácter socialista de la Revolución y la victoria de Playa Girón en abril de 1961, y de allí hasta la Ofensiva Revolucionaria de 1968 y la zafra del 70, la clave fue el apoyo popular.

Fue el pueblo en 1975 el que hizo su primer Congreso del Partido Comunista de Cuba porque fue el pueblo el que avaló la militancia de todos sus integrantes y fue el pueblo el que votó y aprobó su Constitución en el referendo de 1976 e institucionalizó el proceso y se alió estructuralmente al Campo Socialista hasta que este se desintegró, y en medio de ello entregó todo su esfuerzo a Angola y a Namibia para liberarlas, y más tarde, fue el pueblo cubano el que trazó, en numerosas asambleas, las medidas y las cumplió para enfrentar el período especial desde 1990 por casi 20 años y además resistiendo el férreo y criminal bloqueo económico, financiero y comercial, al mismo tiempo que apoya solidariamente a más de 70 naciones.

Es el pueblo, siempre el pueblo, como en toda revolución verdadera

La clave es y será el apoyo popular en la Isla a la Revolución Cubana, y contra ella se estrellará todo quien pretenda apoderarse de su tierra, pues como decía el general de la guerra independentista Antonio Maceo, recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre si no perece en la contienda.

Mucha razón tiene Raúl cuando respondió a la amenaza de EEUU y de los parlamentarios europeo cuando afirmó, en representación y como parte del pueblo: "No cederemos jamás al chantaje, de ningún país o conjunto de naciones por poderosas que sean, pase lo que pase. Tenemos derecho a defendernos. Si pretenden acorralarnos, sepan que sabremos parapetarnos, en primer lugar en la verdad y los principios"

Compartimos también con Miguelito Barnet, su intuición, expresada en poema ante los miles de expectadores en la Tribuna Antimperialista, de cara al norte:

Y mi corazón me entiende
Y yo sé que a mi lado, en los pueblos,
lejos, en el campo
hay una fuerza como el viento
que está dispuesta a defender la vida.

wongmaestre@gmail.com