Caracas, junio 2 - Como es ya habitual, el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, dio a conocer su informe anual sobre terrorismo.
En el mismo dedicó un amplio capítulo a Venezuela, a pesar de reconocer que las principales 'amenazas terroristas' en Latinoamérica fueron, en su concepto, las FARC-EP y el ELN de Colombia. También indica que las principales amenazas para la región (no se incluye) no son los grupos por él llamados terroristas, sino las denominadas organizaciones criminales trasnacionales, ligadas en ocasiones al narcotráfico, uno de cuyos destinos finales a gran escala es precisamente EEUU, el gran comprador.
En cuanto a Venezuela EEUU se lamenta de que no haya mayor cooperación con Washington y que Venezuela no haya castigado, o tomado medidas contra funcionarios venezolanos que Washington considera y acusa de cabecillas narcotraficantes.
“Hay reportes creíbles de que Venezuela mantuvo un ambiente permisivo al apoyo a actividades que beneficiaron a conocidos grupos terroristas”, resalta el informe.
En concreto, el Departamento de Estado de EEUU. asegura que Venezuela apoyó a “simpatizantes” de Hizbulá, miembros ligados a las FARC y al ELN, así como militantes del grupo terrorista ETA. No se atreve EEUU a decir que Venezuela apoya a activistas, sino a "simpatizantes", y por supuesto, no habla para nada en su informe acerca de la gran cantidad de terroristas confesos que radican impunemente en su territorio.
Luis Posada Carriles es uno de ellos, amén de ponedores de bombas y activistas de golpes de Estado que han usado el terrorismo para intentar conseguir sus fines, como el caso de algunos venezolanos que allí viven su dolce vita.
