Desde el jueves 20 de los corrientes, comenzamos a recibir denuncias y llamadas de trabajadores sobre la acción ejercida por funcionarios de la Inspectoría del Trabajo “Alfredo Maneiro” de Puerto Ordaz y apoderados de la empresa ALCASA quienes entregaban 21 calificaciones de despido en el área industrial a los nuevos ingresos por protestar el fraccionamiento del bono de anticipo de la Convención Colectiva.
Estos compañeros de trabajo la mayoría vienen de los conocidos “tercerizados” que fueron dignificados por el comandante Hugo Chávez y el gobierno Bolivariano quienes son nuevos ingresos, pero que tienen más de 10 años laborando en nuestra planta y comprometidos con la recuperación de la producción.
Camarada nos ocupa la actitud asumida por el presidente, Angel Marcano y Henry Arias, secretario general de SINTRALCASA “escuálido consumado”, donde ambos coinciden en callar a una disidencia que reclama el derecho de gozar iguales beneficios por tener años laborando como cooperativistas para ALCASA. Debemos denunciar esta conducta que deja unas incógnitas, una de tantas, regresaremos a vivir los tiempos de las persecuciones de la cuarta república cuando a los trabajadores se les incluía en la lista negra del buro de AD o del frente de trabajadores copeyanos FTC que perseguían a los socialistas o comunistas por ser disidentes ante el atropello y la denuncia del escamoteo de las reivindicaciones de los trabajadores.
Camarada en medio de la consternación por la salud del comandante Hugo Chávez, usted como Vicepresidente ha solicitado a los dirigentes y militantes revolucionarios “unidad y más unidad entre los militantes del PSUV”: ¿Cómo mantener la unidad, si hay camaradas que tienen como principio hacer su liderazgo a punta de terrorismo y facismo para lograr una paz laboral ficticia, sin poner por delante los principios de la justica social? ¿Cómo construir unidad si no hay instancias para el diálogo sincero?, ¿Dónde está la responsabilidad de María Cristina Iglesias y el Ministerio del Trabajo en ser mediador en los conflictos no solo de ALCASA, si no de la mayoría empresas de Guayana que exponen a cada momento sus reclamos?
Nos da indignación como algunos dirigentes que se hacen llamar revolucionarios acompañan a entregar a los funcionarios del Ministerio del Trabajo, una calificación de despido a un trabajador en vísperas de Navidad, causando desasosiego y desesperanza al trabajador y sus familiares durante esta temporada de compartir, alegría y felicidad en el hogar.
Creemos camarada Nicolás que el comandante Hugo Chávez le designó esta alta responsabilidad consciente de que tienes la capacidad para gobernar en adversidades, y estamos seguros de ser así, pues nos toco ser testigo en varias oportunidades de tus dotes de dirigente bajo presión, cuando se discutían estrategias para neutralizar las acciones del paro petrolero.
Guayana en esto momentos es un polvorín, por la sola razón de una dirigencia sindical desfasada de la masa trabajadora que encontró en el planteamiento socialista canales para interpretar sus necesidades y luchar por cambios profundos en las relaciones de producción y por otro lado; a una gerencia que quiere hacer una revolución a su medida y utilizando la metodología del capitalismo.
La instancia del Plan Guayana Socialista es propicia para reimpulsarla y buscar una salida integral a toda esta problemática que hay que resolver; si permitimos que la revancha y el odio entre revolucionarios se sigan acrecentando con persecuciones y despidos para nada estaríamos colaborando en buscar gobernabilidad en Guayana. Esta tierra es de trabajo las 24 horas del día, si usted camarada convoca a una mesa para el dialogo de las corrientes revolucionarias y paraliza los despidos compulsivos, estaríamos dando grandes aportes para lograr la paz laboral en la región y el país.
“Es la tranquilidad, la seguridad y la soberanía del país lo que está en juego”.
Nicolás Maduro
*Manuel Figuera / Trabajador de ALCASA