… que huevos tan inflados!

Nos vemos el Miércoles 27, a las 10 am, en Parque Carabobo... ahí cerquita de la Fiscalía de la República.

Una de las habilidades de los teóricos del liberalismo económico ha sido la capacidad de crear categorías y conceptos que justifican casi por don divino la propiedad privada y por ende el sistema de acumulación de capital. A través del tiempo desde Smith, Ricardo, pasando por Bismark, Fayol, Ford, Drucker, Huntington entre muchos, han "demostrado" y argumentado técnicamente todo un corpus de supuestos e hipótesis de carácter irrebatible. Falsa creencia constituida en realidad académica. Porque es a través de la academia que se reproducen los mecanismos del modelo económico del sistema capitalista.

Otro aspecto característico de las explicaciones fenomenológicas de las determinantes de las crisis del capital la constituyen el asignarle atributos, propios de la vivencia humana, a tan material hecho económico. Es por ello que a la crisis sistémica del capital y de los llamados mercados, sean de consumo de bienes, económicos o financieros se le atribuyen términos como: deprimido, decaimiento, debilidad, desanimo, agotamiento, inestabilidad, perturbación, desequilibrio, crisis o quiebra, entre otros. Así como adjetivos que por demás califican su condición como: blando, fuerte, robusto, desgaste o desenfreno. Más que categorías y conceptos, tal atribución persigue ocultar la verdadera determinante contradictoria propia del sistema económico capitalista.

Requiere de mucha imaginación pensar sobre la condición emocional de un dólar “deprimido”. La epistemología y connotación simbólica busca la  manipulación de la conciencia y transgresión de la realidad. Peor aun cuando encontramos referencias por demás racistas al citar por ejemplo: el mercado "negro" de divisas.  Encontramos términos como la inflación que nos lleva a imaginar un proceso que se hincha, aumenta de volumen, que engorda y que deberíamos hasta quererle por aquello de que tod@ gordito es simpatico y bonachón. La verdad es que la inflación es un proceso económico, financiero y monetario que destroza la vida humana tal como evidenciaremos a continuación

Inflación, revaluaciones o desvalorización de la moneda

El primer rasgo característico de la inflación es que las transacciones del denominado comercio internacional se efectúan en moneda extranjera.  En nuestro caso el dólar es la moneda dominante y determina el contravalor en moneda nacional; principal debilidad de nuestro medio de pago porque estamos sometidos a presupuestar nuestros ingresos y fijar precios de las mercancías importadas en dólares. Poesta razón, las fluctuaciones del sistema financiero internacional y en particular del dólar hacen vulnerable en términos de desvalorización el bolívar.

Estas fluctuaciones de la moneda determinan en buena medida la capacidad real de compra de mercancías de nuestro pueblo, más aún cuando el comercio se esconde bajo el artificio de la revaluación y reposición de los inventarios para especular con los precios de las distintas mercaderías. Solo recordemos que a partir del conocido "viernes negro" del año 1984 hasta la fecha se han sucedido una serie de devaluaciones y pérdida del valor real del salario de los trabajadores. Con la misma cantidad nominal de sueldos y salarios no se pueden comprar la misma cantidad de mercancías. Tan simple como eso. La inflación y su afectación directa sobre los precios vienen a representar un sensible indicador del denominado poder adquisitivo de la moneda que repercute directamente sobre el nivel de vida de nuestro pueblo. Bajo este esquema y modelo es imposible lograr la estabilidad de los precios porque toda devaluación viene impulsada recurrente por procesos inflacionarios.

La idea económica burguesa de la protección del capital arrastra el llamado poder adquisitivo que a su vez es capacidad de consumo, capacidad de tener más, determina la naturaleza alienante del dinero y las mercancías. Encontramos entonces como el interés propio del crédito como mecanismo de acumulación ha ido desplazándose por los capitales financieros fundamentalmente a la especulación financiera y, en particular, a la compra-venta de divisas en el mal llamado "mercado negro", creándose una masa de capitales “golondrinas” que influyen y presionan la especulación. En condiciones generales los  trabajadores no compran ni venden dólares. Quiénes acudieron a CADIVI y al SITME: a mí que me revisen…yo no fui!

Detrás de estos jugosos negocios están los de siempre: banqueros, importadores y comerciantes de la pobreza. Porque son los banqueros y empresarios quienes tienden las redes para la venta de dólares, jugando a la devaluación, al mercado paralelo, a la máxima ganancia sin transformación productiva de materia alguna. Es apropiación simple de la renta petrolera. Piden dólares a 4,30 o 6,30 y les da igual porque la ganancia también la  manipulan abultando las bandas que fluctúan entre 20 y.30 bolívares x dólar.   Además ocurre toda una centrífuga sistémica que bajo la excusa de la protección del bolívar  se devalúa y se ocasiona un aumento en los precios de las mercancías que desvaloriza desproporcionadamente el salario real de los que solo viven de su trabajo. En el fondo, se trata de un gran saqueo a la renta petrolera que pulveriza el bolívar y el Trabajo a favor del Capital.

En otras palabras; si el bolívar se desvaloriza en un 46,50%, prácticamente la mitad de su valor, los precios de las mercancías aumentarán en ese mismo porcentaje, pero con el agregado de aumento previo y posterior a la enunciación de la medida.  Simple y llanamente porque los  operadores económicos de  la banca, el comercio y las importaciones son parte de ese plan y tienen operadores dentro de las instituciones que también forman parte de la estafa: porque se trata de una estafa.  Veamos más sobre los porcentajes de desvalorización del salario, la capacidad de compra del trabajador y cómo vertiginosamente se pulveriza: para el mes de Octubre 2012 medio cartón de huevo costaba Bs. 13,00 a Febrero 2013 cuesta hasta Bs. 32,00. ¿Cuánto aumentó? Saquen sus cuentas… que huevos tan inflados!

Bajo los conceptos técnicos de la inflación se esconde la feroz competencia por la apropiación, que da paso a la Especulación y a la Estafa en la búsqueda del el mismo objetivo: máxima acumulación de capitales. Por otro lado, bajo el escándalo de la especulación financiera, que quema y fuga Dólares bajo la complicidad y la omisión burocrática, se esconden los banqueros, empresarios  e importadores con sus grandes maletines de comisiones.  Y continuarán acumulando diferenciales cambiarios para seguir especulando con el dólar y las mercancías; sin importarles los efectos que se generan en escasez, porque la misma forma parte del mismo circulo para volver a inflar los precios y obtener nuevamente más y más ganancias: el propio “Negocio Redondo”.

!Todos somos Chávez… Todos Decidimos!

!Cárcel a los Especuladores y Acaparadores de Productos de la Cesta Básica!

!Cárcel a los Especuladores Financieros y Traficantes de Dólares!

¡Confiscación de Mercancías y Socialización de los Capitales!



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Jairo Hernández


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