La impresionante torpeza del Ministro del Trabajo y del diputado Vera, miembros de la Fuerza Socialista Bolivariana de Trabajadores (FSBT), contrasta equivocadamente con el sentido antiimperialista continental que ayer le dio el Presidente Chávez a la jornada victoriosa del Pueblo Bolivariano el 13 de abril y que se extendió hasta el 2003 con la recuperación de nuestra industria petrolera.
Hoy, intencionalmente, el diario “Ultima Noticias” titula por encima de la celebración de ayer: “Crean central sindical rojita”. Convencidos deberíamos estar de que esto es lo que quiere la conspiración derechista de este país.
Para nada sirven, por la incapacidad de no ver mas allá de sus narices, las implicaciones que en Latinoamérica tiene la medida del compañero Chávez de RENACIONALIZAR SIDOR, tal como él explicó con respecto a la incidencia del 13A en la luchas de los pueblos de nuestra región y su influencia en los cambios de gobiernos que han transformado el mapa político de Nuestramerica.
Más que inoportunas, la torpeza de estas declaraciones constituyen una política, consciente o inconsciente, de carácter liquidacionista con relación a la factible posibilidad de unificar democráticamente, y sin ningún tipo de sectarismo, las corrientes clasistas comprometidas con el proceso. Esas que desde el campo de la revolución se involucraron a fondo en la lucha de los trabajadores de SIDOR, mientras que desde el Ministerio del Trabajo y de la cúpula de la FSBT se jugaba a su derrota. Y hay que referirse a SIDOR, porque esta lucha delimitó la conducta de clase de las distintas direcciones sindicales del país. Sabemos que las disminuidas facciones sindicales de derecha jugaron a reposicionarse políticamente para lograr el control total de Bolívar, un estado estratégico, en las próximas elecciones. Chávez con la Renacionalización empalma con la lucha de las corrientes clasistas y revolucionarias no sólo del país sino de Latinoamérica, deja sin base social nuevamente a la derecha de Guayana y moraliza a los trabajadores de Nuestramerica, pero la dirección de la FSBT: ¿A qué estaba jugando?
Que lo sepan bien los trabajadores del país, principalmente, la base trabajadora no consultada por la cúpula de la FSBT. Estaban jugando a la miserable conducta mezquina de ahogar a los luchadores y dirigentes clasistas, aun a costa de la derrota de la lucha de SIDOR, para poder pasar esta incoherente y criminal propuesta de una nueva central excluyente que sólo ellos pretenden dirigir. Por supuesto que no es nada fácil construir la unidad y la recomposición orgánica del movimiento sindical y de los trabajadores de Venezuela, pero en medio de este proceso revolucionario no ayuda en nada ese método oportunista, fuera de la realidad, que lo que conlleva es a las prácticas más aborrecidas por los trabajadores: la manipulación, el oportunismo y el ventajismo… propia de las viejas mafias sindicales. Método de sectas que tenemos que desterrar del campo revolucionario para poder entender las perspectivas que se abren con la Victoria de los Trabajadores de SIDOR y que gracias a la preclara ubicación del compañero Chávez se convierte en una victoria clasista que sobrepasa nuestras fronteras.
Con este artículo no se pretende atacar personalmente a nadie, aunque es muy difícil no referirse a quienes declararon hoy en Ültima Noticias. En el fondo estamos atacando una política y un método equivocado, erróneo y que nada tiene que ver con la lógica y curso de un proceso revolucionario. Un proceso que tuvo un pico moralizante para los trabajadores del país inmediatamente después de anunciada la medida de Renacionalización de SIDOR. Un triunfo que fue celebrado, como ningún otro (no pasó con CANTV ni con la industria eléctrica), por el pueblo de Guayana y los trabajadores del país. Por esta razón y por las expectativas que genera la renacionalización, no se puede permitir que desde el Ministerio del Trabajo y en nombre de la dirección de la FSBT se pretenda imponer un plan de central sindical sin tomar en cuenta el punto más alto de la lucha obrera, principalmente sus actores, que se haya dado después del golpe petrolero. La lucha de los sidoristas, quienes constituyen uno de los bastiones históricos más importantes de la lucha de clases en nuestro país y la solidaridad activa de miles de dirigentes que acompañaron esta lucha, no puede ser omitida ni negada en lo referente al debate de una nueva central. Esto es un contrasentido que puede frenar el reimpulso que ha adquirido la clase con la Renacionalización y atomizar aún más la dispersión de los trabajadores. Estamos ante un problema político estratégico donde ninguna cúpula puede abrogarse el derecho a dividir a la clase trabajadora venezolana.
Un problema político que les corresponde a los trabajadores democráticamente debatirlo y decidirlo.
Un problema político donde el PSUV y las demás organizaciones políticas que acompañan el proceso deben abordarlo con rigurosa responsabilidad, orientando con el mejor método y de la manera más respetuosa a lo interno de este debate donde el principal protagonista son los trabajadores.
¿Cómo que un Ministro y un diputado, cabalgando el anzuelo de una propuesta de ley (la del trabajo) y no la realidad de la lucha de clases, coronada hoy con la Renacionalización de SIDOR, decretan el nacimiento de una central? Entendemos que no se pueden apoyar en la lucha de los sidoristas por lo errado de su actuación durante 15 meses de discusión contractual, pero la realidad del polo obrero e industrial más importante del país, hoy revolucionado por la medida de Chávez, no puede dejarse de lado, menos aún la vanguardia nacional que aglutinó alrededor de esa lucha, en lo que se refiere a la recomposición orgánica de la clase trabajadora venezolana.
¿Dónde está el documento central que justifique con argumentos objetivos la creación de esa central, lo discutieron internamente con las bases de la FSBT, por qué no lo hacen público para que los trabajadores del país lo debatan? ¿Acaso no se percatan que una de las claves conquistadas por este proceso revolucionario es la democracia participativa y protagónica y que una propuesta tan seria como esta no se puede decretar montado sobre el ventajismo de cargos en el gobierno e influencia en los medios de comunicación?
Lamentablemente la cúpula de la FSBT no supo actuar con consecuencia revolucionaria en la lucha de SIDOR, pero lo más lamentable es que no hay autocrítica. No han arrojado un solo documento que permita debatir con sus bases el descomunal significado de la luchas de los sidoristas y que los ayude a ir al encuentro con una realidad que los descolocó del camino clasista y revolucionario. Testarudamente actúan de manera oportunista y contrario a la dinámica que desplegó la victoria en Guayana. Torpemente presentaron su propuesta de una nueva central en el peor momento de la FSBT: no están cabalgando una victoria porque fueron ajenos a ella, están cabalgando una derrota. Y en estos casos, cuando se cometen errores de esta magnitud, hay que actuar con las propuestas estratégicas revolucionarias, no con tácticas mezquinas y oportunistas. Hay que actuar revolucionariamente, en medio de la realidad y las perspectivas que se abren, conscientes del papel de los trabajadores en este proceso revolucionario y del salto que con la victoria de los sidoristas se ha abierto. Sin subestimar esta importante lucha, entendiéndola como el epicentro donde hay que animar la recomposición orgánica de los trabajadores, buscando los dirigentes de la FSBT más calificados para hacer los puentes con las otras corrientes sindicales y ayudar en el encuentro y reanimamiento organizativo. Impulsar un Congreso de los Trabajadores comprometidos con el proceso revolucionario en Guayana, rectificar públicamente y abrir el debate político, organizativo jurídico laboral y, principalmente, el productivo donde ya se empieza a visualizar a Guayana como el referente socialista industrial del país. ¿Acaso esto no tiene mas sentido para los trabajadores y para el proyecto revolucionario que estamos construyendo?