Miércoles 19 de octubre “rajuñando” y todo llegamos a tierra ecuatoriana los representantes venezolanos para participar en el dialogo regional de juventudes Afrodescendiente, el día jueves 20 de octubre a Quito.
Los representantes de los colectivos y los voceros de cada país avanzaban lentamente al reencuentro de la diáspora africana en Latinoamérica y el Caribe expresada en la juventud; el clima húmedo y frio a demás estaba nublado sin embargo antes ese pronóstico el salón de conferencias donde se haría la inauguración del dialogo hervía. Hervía por tantas problemáticas comunes que nos aquejan a todos y cada uno de los 15 países latinoamericano y caribeños que estuvieron presente.
Iba a suceder algo muy importante: en nuestras manos estaban (y están aun) la organización de la segunda red estratégica de juventudes Afrodescendientes de Latinoamérica y el Caribe. Comenzó a darse lo más importante al instalarse el evento con la instalación donde algunos fundadores del movimiento social afrodescendientes de América Latina refrescaron el proceso de construcción de una agenda que tuvo su punto de mayor logro con la Agenda del Plan de Acción de la III Conferencia Universal contra el Racismo, aprobada en Sudáfrica en septiembre del año 2011. Somos nosotros los y las jóvenes afrodescendientes los llamados a seguir profundizando esa agenda que ha logrado avances sustanciales en las políticas públicas para incluir a millones de afrodescendientes y sacarlos de la pobreza.
Fueron varias las intervenciones en dicho evento, destacando entre ellas, la exposición de los afrochilenos, que expusieron las acciones racistas del estado chileno con respecto al censo a realizarse en el 2011 quien ha venido oponiéndose al introducir la variable étnica Afrodescendiente. Por Venezuela reafirmamos los acuerdos Caracas plasmados en el IV Encuentro “Afrodecendientes y las Transformaciones Revolucionarias de América y el Caribe” celebrado este año en lo que puntualizó la creación de la secretaría permanente en el alba para los y las jóvenes Afrodescendientes así como también el Fondo solidario con Haití, el Fondo Afrodescendiente del Alba, la exigencia de la creación del Decenio de los pueblos Afrodescendientes y la creación del Consejo Nacional Afrodescendientes en Venezuela. Hicimos un llamado de atención para que revisemos en cada unos de los países de la región de cómo el racismo estructural esta afectando cada vez a los jóvenes afro.
Es importante revisar el alto porcentaje carcelaria afrojuvenil que existe en América Latina y buscar los mecanismo de prevención de manera que esta situación no continúe aumentando y esa prevención debe estar sustentada en una práctica institucional de participación abierta y de democracia participativa en la distribución justa de las riquezas de nuestro países. Es importante romper con al estructura excluyendo de los órganos de poder así como la estructura de partidos que muchas veces frena la participación juvenil. Nuevas formas de organización y de participación debemos lograr para hacer valer nuestros derechos no para el futuro sino para el presente.
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