El Presidente de la República Nicolás Maduro, en ocasión de la instalación de la Conferencia Nacional de Paz, anunció la intención de invitar a UNASUR al país para que acompañará en la esa iniciativa y cooperará en la Comisión de la Verdad que se crearía para investigar las muertes que por la violencia desatada desde febrero 2010, por la extrema derecha.
A pesar, de los focos terroristas que se mantienen en sectores claramente identificados con alcaldes de la oposición, concretamente de los partidos desde la óptica del derecho internacional en Venezuela no hay un conflicto de grandes proporciones que objetivamente trascienda las fronteras internacionales y que no pueda ser solucionado con los mecanismos nacionales. No obstante, el foquismo ha sido elevado por las trasnacionales de información, y sus dirigentes reciben trato estelar por el gobierno de EEUU,
De los métodos de solución pacífica de controversias destacan la negociación, los buenos oficios, la conciliación, la mediación y el arbitraje.
UNASUR ha participado en situaciones en las que la democracia ha sido puesta en peligro como fue en Bolivia y en Ecuador donde salió con éxito y en Paraguay, donde si bien no pudo detener el golpe de estado parlamentario sentó un precedente contra el gobierno de facto al aislarlo de la subregión.
Es loable es esfuerzo de este mecanismo subregional en el cual participan los doce gobierno de Suramérica, independientemente de sus tendencias ideológicas, lo cual le da una mayor representatividad cuando se trata de participar como facilitadores, acompañantes o testigos en situaciones de tensión a los que son invitados por cualquiera de sus miembros.
La misma composición económica también describe la fortaleza de este mecanismo. Desde una súper economía mundial como la Brasileña a economías pequeñas como la Boliviana. Todo lo cual desmerita cualquier calificativo malsano de actores internos que esperan que todo invitado internacional sea bueno solo si suscribe al pie de la letra apetencias fuera del marco de la ley.
Algo cada vez está muy claro en la situación venezolana: En conflictos internacionales es común habla de dos partes enfrentadas. En Venezuela no es así. Existe un gobierno nacional legitimo, constitucional, que tuvo además la ratificación “obligada por la oposición” en un proceso electoral que de ser municipal lo convirtió a través de sus medios trasnacionales en plebiscitario y que ganó abiertamente, lo cual costó el liderazgo al ex candidato presidencial y dio pasó una dirigencia negativa que soltó los demonios de sus seguidores radicales, a través de arengas fascistas y de jugosos pagos monetarios. Los otros actores, económicos, académicos, sociales, gobernadores, se han sentado a la mesa de paz. Vale decir, el criterio de una paz con amplitud legal de las libertades democráticas va arropando al país. Las fotos incendiarias que a diario monta el fascismo terrorista ya no surten el mismo efecto nacional e internacional porque han caído por el peso de la evidencia, y los actores de las macabras puestas en escenas además de la justicia se están ganando el repudio general de la población. Por ello, la dirigencia opositora y oposicionista se apresura a desmarcarse de ella y se declara incompetente de contralarla.
En el caso venezolano, UNASUR acompaña y es testigo del proceso de diálogo amplio, de convocatoria abierta y pluripolar iniciado por el gobierno con sectores de toda la vida nacional. Su presencia facilitadora, siempre será para fortalecer la democracia protagónica de sus países miembros contra todo peligro desestabilizador.