Síndrome Medio Bobológico (SMB)

Uno puede pecar de bobo por bobera congénita o por falta de información;
pero hacerlo de manera consciente y en masa es algo que debe ser estudiado
seriamente por los expertos en la ciencia de la bobología.

El planteamiento viene al caso, porque en una clara demostración de lo que
un científico amigo ha bautizado con el nombre del Síndrome Medio
Bobológico, un buen número de ciudadanos se ha tragado el cuento de sus
“líderes” y cual bobos manifiestan su horror ante el “inmenso fraude”
cometido en el referendo revocatorio del pasado 15 de agosto.

Oír a los contagiados de este mal, exponer como unos técnicos cubanos
usando un satélite ruso interceptaron la señal de las maquinas de votación,
para transformar los votos del SI en votos a favor del NO, sería motivo
suficiente para morirse de risa, sino corriéramos el riesgo de vivir en un
país lleno de bobos por todos lados.

Usted podrá creer que exagero con este planteamiento o que no soy serio en
el tratamiento del tema; pero si la gente que hoy habla de topes al SI en
las máquinas electorales y no le presta atención a la paliza que le dio la
opción del NO en el proceso manual; es la misma que cree que en Venezuela no
hay libertad de expresión y que el mata curas, Martha y Napoleón son
periodistas virtuales, tendrá que por lo menos concederle a mi amigo el
beneficio de la duda, en su teoría de que en el país hay una epidemia de
bobera colectiva.

Por siglos supimos de la bobera congénita; contra ella nada ha podido la
ciencia y así lo recoge el refranero popular cuando afirma que el que nace
bobalicón que ni lo fajen chiquito. Sin embargo, el Síndrome Medio
Bobológico es algo diferente. El infectado puede hacer vida casi normal y es
capaz de desenvolverse con eficiencia en muchos ámbitos.

El problema se presenta cuando al afectado por el mal, le hablan de
política, de Hugo Chávez, de Círculos Bolivarianos, de misiones o de cosas
que se les parezca. En ese momento por causas aún no conocidas el
aparentemente normal se transforma. Un rictus de rabia invade su rostro, se
pone bruto de a bolas y es invadido por una agresividad que de estar
acompañados por otros infectados puede tornarse peligrosa.

La bobera en estos casos llega a extremos incomprensibles para la ciencia y
lleva a los afectados, en masa, a hacer afirmaciones que carecen de
cualquier sustento en la realidad. Si su vecino es una persona medianamente
culta que conoce los fundamentos del comunismo, y pesar de ello le dice que
Chávez es un comunista que atenta contra la propiedad privada; tome
precauciones. Lo más probable es que padezca del SMB y lo califique de
chusma si usted osa contradecirlo.

Ahora bien, no todos los afectados por el SMB tienen el mal completamente
desarrollado. Existen los irremediablemente perdidos, pero hay otros en los
que la bobología va en progreso. Los que afirman después de cinco años de
gobierno y ocho procesos electorales que Chávez no ha implantado un gobierno
comunista pero que para allá nos lleva, pueden estar entre los que tienen la
enfermedad en pleno desarrollo.

Cuando mi amigo me expuso todo esto que les comento, no pude evitar recordar
a un bobo congénito que conocí de niño y a quien llamábamos Cheo. Día a día
los muchachos del barrio nos divertíamos a expensas del pobre cheo e
inventábamos historias que él se creía inocentemente y con las cuales le
creábamos unos miedos que nos permitía lograr nuestros objetivos.
Hoy recuerdo (no sin pena) que el pobre cheo afectado de bobología
congénita, tenía que hacer los mandados por nosotros, para evitar que su
cuerpo se llenara de plumas como las gallinas o que la bruja se lo chupara a
la media noche.

Al igual que al pobre cheo, a los hoy afectados de bobología les hicieron
gastar una fortuna en armas, municiones y alambradas, al mismo tiempo que
los pusieron en permanente vigilia para evitar ser asaltados por unos
Círculos Bolivarianos que instigados por el gobierno, estaban listos para
asaltar las urbanizaciones de la clase media y llevarse cerro arriba sus
televisores, DVD, carros y hasta sus hijas si les llegaban a gustar.

Según mi amigo son tan graves los efectos del Síndrome Medio Bobológico que
los que se encuentran en estado terminal pueden llegar a ver como grandes
estadistas a personajes de la talla de Orlando Urdaneta o Erika de la Vega.
La amnesia es otro de los efectos de este mal; gracias a ella Ramos Allup,
el abuelo de los Locos Adams (Ledezma) y cuchita Mendoza no tienen nada que
ver con el desastre que los adecos y copeyanos hicieron en nuestro país y
pueden ser vistos por los afectados como dirigentes de nuevo cuño o como
salvadores de la patria.

Afirma el creador de la teoría que la enfermedad en cuestión podría llamarse
Síndrome Bobológico, pero los investigadores ha preferido agregarle la
palabra Medio; no porque los afectados sean medios bobos sino porque
aparentemente el virus es transmitido a través de la tinta de algunos medios
impresos o de las ondas hertzianas a través de las cuales viaja la señal de
medios de comunicación como Golovovisión o Venevisión.



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Alexis Arellano


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