…..Y sin estar en la isla de la fantasía. ¡Uh! ¡Uh! Aquí mismito en Venezuela, con nuestro propio satélite, ubicado en el sitio correcto, exacto, preciso. Y muy importante que esa ubicación no es solamente la espacial; es la social, la humana, la de la salud, la científica, la pedagógica, e importantísimo para la paz.
Venezuela, los venezolanos, las venezolanas, nuestros hermanos y hermanas latinoamericanos, forman parte de la humanidad que se beneficiará de los servicios de la avanzada tecnología que contiene el referido satélite, nuestro satélite Simón Bolívar.
El acceso a la información, a una televisión de calidad, a las comunicaciones a menor costo, mayor calidad, la disposición permanente y actualizada de los avances científicos y tecnológicos, hasta en los más apartados rincones de nuestra geografía, a humildes y sencillos pobladores, a estudiantes y científicos, a los docentes, a los hogares; ¿Qué mejor aporte en medio de este proceso y ante tanta negatividad de las mentes y espíritus ciegos?
Debo confesar, que en el momento que se nos informó del exitoso desarrollo del lanzamiento de la nave que colocaría el satélite en el espacio, a mi se me aguaron los ojos.
Los ojos de maestro que está conciente de la trascendencia de este hecho y que por muchos años ha clamado por la incorporación de esos logros de la humanidad a la formación de las nuevas generaciones y al enriquecimiento cultural de nuestro pueblo. Y se me aguaron los ojos de venezolano orgulloso.
Quiero verles el rostro a mis colegas educadores que han tratado de ocultarles esa información a sus alumnos, o a minimizarla. Quiero verlos cuando los estudiantes informados le formulen preguntas. ¿De qué historia les hablarán? ¡Colega, recapacita! Mira que mientras tú andas borroneando la realidad con tiza y escondiendo el libro único y manoseado que utilizas; muchos otros colegas, nuevas generaciones de educadores y educandos andan volando en la red y prendidos del satélite.
A los medios que han querido silenciar el acontecimiento, bueno ¿qué decirles? Nada. Sus titulares los conocíamos de antemano, al menos los que colocaron los dueños. A decir verdad, desconocemos lo que en sí habrían querido escribir los y las periodistas, que ya ni los titulares de sus noticias tienen libertad de redactar. ¿Quiénes serían sus mentores en ética?
Hay algo que es cierto con la realidad y con la verdad, y es que aunque se empeñen en negarla, ahí están. Así cierren los ojos y se automutilen la facultad de pensar.
ÑAPAS SATELITALES:
ÑAPA 1.- La del Zulia no es una maleta, es un contenedor.
ÑAPA 2.- A los jerarcas norteamericanos además de molestarles que tengamos el satélite… se lamentan por los millones que dejarán de desplumarnos.
ÑAPA 3.-Para quienes guachafitean con la no asistencia y medidas de precaución con respecto a la participación o no del presidente Chávez en
esa reunión de El salvador, se olvidan o lo saben muy bien y juegan a la provocación, que en ese país ha estado asentado desde hace mucho tiempo, enconchado e impune el terrorismo que preside Posada Carriles apadrinado por la CIA. (31-10-2008)
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