Siempre me he preguntado ¿Qué placer verdadero puede producir un cumulo de cosas materiales, depositadas en cualquier rincón o, impresas en cualquier pedazo de papel como certificado de posesión? La verdad que razonablemente no le consigo respuesta, más que la de una enfermedad que adultera los valores humanos, por valores creados a partir de una ilusión y una farsa concepción del bienestar individual y colectivo.
No soy el primero ni seré el ultimo en hacerse esa pregunta. Ya desde la historia llegan obras, tesis y trabajos intelectuales que buscan una explicación sobre esa interrogante. Todas esos intentos de explicación han tenido identidad como: ideología, organización social, ensayos humanistas, capitalistas, desarrollismos, democracias. Han tomado el nombre de sus autores y los seguidores de éstos: Cristianismo, Marxismo, Keinesismo, Egelismo, y pare Ud. de contar. En lo que concuerdan todos los generadores de corrientes de pensamiento, es en que el egoísmo del hombre mismo, produce todos los males, desbalances sociales y las injusticias colectivas. De allí que, la sobre explotación de todo lo imaginable en el planeta, solo beneficia a una ínfima minoría, y perjudica a una gran mayoría de los seres humanos.
El capitalismo viene a ser la coronación de ese enfermizo sentimiento de poseer todo lo que se quiera en abundancia desproporcionada y perjuicio de otros. se han preguntado Uds. por ejemplo ¿que utilidad para la vida tiene, el hecho que el señor Rockefeller, tenga suficiente riquezas y dinero acumulado para millones de existencias, si solo puede disponer de una, pero en cambio le quita la oportunidad a millones de seres para que tengan una vida digna? ¿para que una persona necesita 20, 30 o x vehículos, si solo puede usar uno a la vez?, en cambio millones de personas no disponen de medios para asistir a un centro de salud o educación? ¿Qué valor da, quemar millones y millones de barriles de petróleo diariamente tan solo para favorecer a una ínfima cantidad de habitantes de la tierra, si estas fueran distribuidas con equidad, beneficiarían a todos los seres humanos y disminuiría su consumo a la mitad de lo actual?. No es cierta esa conseja de los capitalistas aberrados, que dice que el socialismo, rumbo al comunismo, iguala a los hombres en la pobreza. Es todo lo contrario; los hombres por derecho elemental, tenemos derecho a una vida plena y digna, sin precariedades ni injusticia. Con cobertura de todas sus necesidades básicas. Los lujos y extras, son otra cosa. Pero para poseerlos, no se hace obligatorio mermar a los demás. Las mayores capacidades intelectuales y físicas, no pueden usarse para imponerse a los demás; deben estar al servicio de éllos para nivelarlos y compensarles las deficiencias naturales. La felicidad plena no se logra con cerros de riquezas y bienes materiales. Todo o contrario. Esta va de la mano de la utilidad que se tenga en la sociedad respecto a como le servimos, y no como nos servimos de ella.
De no darse ese cambio en la mentalidad de los hombres urgentemente, corremos el riesgo cierto, de perder chivo, mecate y vida, de un solo porrazo. Hay circunstancias en la vida, en las que el sentido de la oportunidad representa la diferencia entre vida o muerte. Esta, la de ahora es una de ellas. Ya lo han dicho grandes teóricos y luchadores por la vida… pero nunca está demás recordar que el tiempo se agota.