En los albores del siglo XX, en plena transición de la Venezuela rural post-gomecista, se esbozó la salubridad y el saneamiento ambiental bajo principios higienista del científico galeno Luis Razzeti, quien mostro interés en logar para el país que pudiera salir del atraso sanitario. Sin embargo, por razones ajenas a Razzeti no pudieron alcanzarse tales propósitos pues la visión de los gobiernos de turno no entendía de esas razones. Ello explica porque por mucho tiempo la población fue afectada y diezmada por enfermedades trasmisibles como la Gripe Española durante el régimen gomecista, y luego con la terrible Malaria que Miguel Otero Silva logra describir en una de sus novelas que título: ”Casas Muertas”.
Revisando la historia, vamos a encontrar que por décadas entera fuimos víctima de gobiernos maulas que no supieron entender su rol como entes rectores en la tarea de administrar en impartir adecuada atención sanitaria a la sociedad. Sin embargo, en medio de tanta desidia y desastres sin precedentes, los dioses quisieron que irrumpiera con la magia de los elegidos un científico de enorme dimensión humana: el doctor Arnoldo Gabaldon, quien mostro sumo interés por rescatar y hacer efectiva la doctrina bolivariana en el mejor sentido de la palabra, y es por ello que durante su ligera pasantía por el Despacho hizo que su gestión fuera una luz al final del túnel; cumpliéndose así ese aforismo bolivariano de que se debe proporcionar la mayor suma de felicidad posible a los venezolanos.
Lamentablemente los sueños gabaldonianos pronto fueron truncados por una burguesía reaccionaria que no le importa para nada la salud del pueblo, pues solo ve en ella un simple negocio lucrativo, dejando de un lado el contenido humanitario que encierra el Juramento Hipocrático.
Hoy, en lo moral y ético estamos obligados a cumplir los mandatos constitucionales referidos al sector salud, y portal razón el proceso bolivariano se ha esmerado en diseñar y ejecutar todo un plan en el marco del Plan de la Patria, ideado y propuesto por el Comandante eterno Hugo Chavera Fría, a objeto de garantizarle a generaciones presentes y futuras un verdadero camino para alcanzar calidad y eficiencia en la administración de salud.
De modo que pudiéramos concluir diciendo que en este tiempo la ecoepidemiologia y determinantes sociales de la salud como nuevo paradigma adquiere un carácter importante; que además, viene a justificar y darle un reimpulso al adecuado desarrollo de las áreas de salud integral comunitarias, haciendo funcional el sistema operativo de salud. Por todo esto y lo ante expuesto, debe quedar muy claro que este será el verdadero camino para el goce del bienestar, la libertad y dignidad de todas y todos los venezolanos.
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