Crónica de otra muerte anunciada

Toda muerte no prevista duele, duele mucho; sobre todo para los más cercanos y más si se trata de la vida de uno de nuestros jóvenes; esa reserva donde se encuentran anidados nuestros sueños y potenciales como sociedad. Hoy día no existe en nuestro país alguien a quien no le duela la absurda muerte de Kluiverth Roa, por lo que la retórica maltrecha de sentir pésame o acompañar en su sentimiento a sus cercanos no es suficiente para aliviar el inmenso dolor que deben sentir tanto ellos como todos los cercanos a todas las absurdas muertes que hemos tenido en esta guerra fratricida sin sentido que hemos visto en los últimos años debido a la polarización política. El alivio a ese dolor que solo sienten ellos, se aliviaría un poco si eliminamos de una vez por todas las causas que las originan.

La polarización política nunca ha traído nada bueno a nuestra sociedad, antes polarizaban adecos y copeyanos que a la vista parecían diferentes pero en el fondo eran cara y cruz de la misma moneda y los pendejos pagábamos los platos rotos por ellos y así en contubernio gobernaron 40 años con las consecuencias ya conocidas, hoy tras quince años de esta nueva polarización, las consecuencias políticas, económicas y sociales están a la vista y otra vez ambos polos son cara y cruz de la misma moneda; moneda cara que pagamos los más pendejos de nuevo.

Se anuncia una muerte cuando insistimos en enviar a un muchacho inocente de 23 años metido a policía por pura necesidad económica, con poca experiencia, mal pagado, mal formado en instituciones impregnadas de elementos represivos heredados de paradigmas de políticas policiales anteriores, llevadas allí por agentes que se formaron en esas caducas escuelas policiales que junto con el gobierno asumen al Estado como una cosa de ellos y secuestran la cosa pública para su usufructo personal.

Este presunto homicida, sin prejuicio de su responsabilidad personal en este hecho, es otra víctima más creada por las circunstancias y coyuntura que lo rodea. ¿Estaba preparado este muchacho para ser policía? ¿Se aceptan los muchachos porque cumplen el perfil o porque de las convocatorias a pre-empleo no existe mucho de donde escoger, por cuanto la oferta de trabajo no motiva a los mejores?. Solo la necesidad puede mover a un joven a ofrecer su vida o su libertad por tan poca compensación. En todo caso seguro que este joven no llegó a esa manifestación con la idea expresa de matar al otro joven, ambos fueron víctimas de las circunstancias y de la coyuntura especifica que genera el enfrentamiento estéril que vivimos en los últimos años.

Se anuncia una muerte cuando se cierran los canales de participación y canalización de los problemas que competen a todos los ciudadanos, sobre todo a los más jóvenes. Que decir de una sociedad que en democracia debe subsanar sus diferencias en la calle a trompadas por cuanto su Asamblea Nacional no es capaz de discutir los temas más importantes y deja que el ejecutivo legisle por ella. Es peligroso cuando los políticos por omisión o incapacidad dejan que nuestras diferencias sean zanjadas en la calle o no les dan solución a los problemas que presenta toda la sociedad o se pretende creer que solo un lado tiene la razón y el otro nunca la tiene.

Se anuncia una muerte cuando como sociedad nos encontramos encerrados entre dos propuestas de país que se excluyen irreversiblemente y que ninguna de las dos pone al joven de 23 años o al de 14 años como centro y eje de sus convicciones reales; una porque representa los intereses del capital burgués disfrazada en variopintos partidos políticos con las consecuencias que sus políticas genera y la otra porque disfrazada de socialista, en la realidad representa los intereses de una nueva clase política burocratizada que usufructúa el capitalismo de estado en conjunto con la nueva boliburguesía y que también sabemos las consecuencias de sus políticas por lo que insistimos que ambas son caras de una misma moneda y eso responde porqué en quince años los problemas lejos de solucionarse se han recrudecido, porque en teoría en una revolución socialista la clase trabajadora toma el poder y acaba con la burguesía y el burocratismo, pero en nuestro caso la burguesía tradicional cada vez es más fuerte y a esta se le suma una nueva, la boliburguesia que trabaja de la mano del estado capitalista en detrimento de los intereses de la clase trabajadora, policías y estudiantes incluidos.

Será que dejamos la retórica y entendemos que debemos vernos como iguales para resolver nuestros problemas, entender que el enfrentamiento fratricida solo conduce a la muerte de los más pendejos independientemente del bando en que se sitúe, que debemos sentarnos juntos a desarrollar políticas que nos incluyan a todos, sobre todo a los más jóvenes; a los cuales les están robando el futuro los más viejos, sobre todo los que disfrutaron su juventud a plenitud y tiraron piedras que jode.

Será que hacemos eso o definitivamente tenemos que deslindarnos de los polos y presentar una alternativa que incluya a todo aquel que este en desacuerdo con ambos polos y sus políticas y presentemos un proyecto de país que deje por fuera a quien se quiera quedar afuera por radical y permita ofrecerle a nuestros hijos y a nosotros mismos el país que nos merecemos.

 

correojor59@hotmail.com



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