Los delincuentes venezolanos nos tienen de atentado en atentado (I)

Después de ver el atentado ocurrido en Bruselas-Bélgica, e imaginarme el infierno vivido por los transeúntes en esos segundos, donde perdieron la vida por lo menos 30 personas, no me queda más que condenar cualquier acción de este tipo, venga de donde venga, y enviarles desde aquí mis más sentidas palabras de condolencias a los familiares de los fallecidos.

Pero cuando mis pensamientos regresan a mi amada Venezuela me doy cuenta que la delincuencia nos tiene de atentado en atentado, cuando vemos que el año pasado, según reveló el informe publicado por el Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV), “se registraron 27 mil 875 muertes violentas en el país, para una tasa de 90 fallecidos por cada 100 mil habitantes”. Pues sí, estas cifras son sumamente alarmantes, pero es aún más preocupante ver como el Gobierno Nacional con tanta pasividad para tomar alguna medida en cuanto a este terrible flagelo, que nos tiene a todos viviendo en un toque de queda.

Ahora bien; escuché a casi todos los políticos de nuestro país pronunciarse por el caso del atentado en Bruselas, pero para esta fecha, puedo contar con los dedos de mi mano y les aseguro que me sobran, aquellos que se han pronunciado por la situación de Venezuela, no se ha escuchado ni siquiera al Ministro de Interior y Justicia, a quien le compete esta materia, hacer mención sobre la cantidad de homicidios que presenciamos a diario; y es por eso que los venezolanos nos preguntamos: ¿No tenemos derecho a vivir en libertad y no bajo un toque de queda, como lo hacemos actualmente?, ¿Tenemos que acostumbrarnos a vivir cada fin de semana como si estuviésemos de atentado en atentado? Ciertamente nuestra Patria no se encuentra inmersa en un conflicto armado, pero ni en la República de Irak, país convulsionado con permanentes atentados por la guerra, se han registrado cifras tan espeluznantes.

Nuestro gobierno no tiene que inventar el agua tibia; pero para severos problemas debe aplicar severas medidas; solo debe tomar las experiencias positivas que han dado buenos resultados en otros países, adoptarlas a nuestras leyes e implantarlas. Puedo colocar como ejemplo Singapur, quienes decidieron aplicar la pena de muerte para los reincidentes y castigos para las faltas menores y, de ser unos de los países más violentos y con el mayor índice delictivo, pasó a ser uno de los países más seguro del mundo, por mencionar solo un caso.
Llegó la hora de que nuestros políticos tengan un punto de encuentro en cuanto al tema de la seguridad; de lo contrario, seguramente seremos nosotros víctimas de los próximos atentados de los delincuentes venezolanos.



bermudezjosea@gmail.com



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