Los procesos revolucionarios son ricos de enseñanzas, en especial cuando se trata de la administración.
El maestro de los trabajadores en el mundo Vladimir Elich (Lenin), aseguraba que era más difícil administrar el poder que conquistar el poder.
Dimitri, además de haber sido un parlamentario de la región del DONBASS, zona de mayor producción de carbón, era un dirigente critico y de mucho respeto en todos los sectores de la sociedad soviética. De el hacían referencias, no solo los trabajadores del carbón, sino los sectores estudiantiles, culturales y campesinos.
Eran los ochenta, años de la PERESTROICA. En cada esquina, en cada institución, la prensa y los distintos foros, se empezaba a destacar, las características del aparato burocrático soviético que se había convertido en un aparato de clanes.
Mi amigo Dimitri reflexionaba indignado de lo que significo la orientación estalinista en la construcción del partido comunista, que si bien tuvo su coyuntura en tiempos de la segunda guerra mundial, eso se había convertido en una tradición o en normas de conducta no solo en el partido, sino en el aparato gubernamental.
Especial hincapié hacia en el nepotismo, amiguismo, incluso llegando a convertir los órganos gubernamentales en una sociedad organizada, respondiendo al propósito de dominación, o mejor conocido en mafias internas SUPRA GUBERNAMENTAL, que sin duda alguna tenia sus vínculos externos, que propiciaban el aborto del sistema, la CIA siempre estuvo presente.
Dimitri comentaba que en ejercicio parlamentario es “natural” destituir a un parlamentario de una comisión, y no por posiciones en contra del sistema soviético, sino en el grado que signifique como peligro, para los intereses de los clanes o grupos internos.
De este modo se fueron acumulando los problemas de manera acelerada sobre los hombros del sistema, llevándola y convirtiéndola en situaciones irreversibles, conduciendo todo el aparato al debacle y el desmoronamiento total. Estamos en una situación sumamente peligrosa, esto se termino, en el fondo la perestroica (que significa la reconstrucción) y el glasnas (que significa transparencia y veracidad), lo que hizo es poner a la luz publica la verdad, y la podredumbre de ese aparato, reflexionaba Dimitri.
Decir eso el año 87, era una predicación que la cargué los siguientes 4 años con mucha preocupación, especialmente viniendo de mi amigo Dimitri. Incluso recuerdo que el año 90 fui acusado de distintas maneras por hacer referencia de la crisis del sistema en la Unión Soviética.
El principio de la democracia centralista y el centralismo democrático, y la crítica y la auto-crítica como base fundamental de la construcción del Partido Comunista de la Unión Soviética según lo señala Lenin, habían sido violados desde la época de Stalin.
El sacrificio de los cuadros, sus expulsiones y las persecuciones, coloco los verdaderos líderes de la sociedad fuera del partido, pero en la cima de la representación indiscutible del pueblo soviético, y concientes que ese Partido Comunista había dejado de ser hace ya muchísimo tiempo, en el partido de los trabajadores y campesinos, y dejando de ser el partido leninista, y se convirtió en un cascaron vació, y en instrumento de las mafias internas.
Esos dirigentes y verdaderos líderes, hablaban de la reconquista del partido comunista y rescatar los principios leninistas en la construcción de un partido. Es decir que los revolucionarios y verdaderos comunistas a pesar de su expulsión del partido Comunista, quedaron concientes de la necesidad de la construcción del socialismo, pero con la conducción, orientación y liderazgo de un verdadero partido comunista.
¿Que diría Dimitri hoy?, Hay que escuchar a Dimitri.
(*) Diputado a la Asamblea Nacional
