Estas aquí igual que todos compartiendo el camino, pero no eras tu acaso quien estuvo el 13 de abril sentado frente al televisor, y eres el mismo que señalas con el dedo acusador a los luchadores que desarreglaron los esquemas previamente instalados desde hace rato. Yo te quiero hablar, ahora, es necesario.
El trece de abril estuvimos en Miraflores, o en el Fuerte Tiuna, o en cualquier calle, estuvimos todos, en especial a esos que señalas con tanta furia. Las balas cayeron, al lado, y los amigos también cayeron, desamparados ante la imposibilidad de enfrentar el fascismo de los poderosos. Pero este fascismo ya estaba instalado, es el fascismo del capital, de las grandes multinacionales, de sus operadores, los Estados de las naciones llamadas desarrolladas.
Nuestra lucha no es individual, ni de un grupo, no es de un dìa, tiene años, siglos, los mismos siglos que tienen las mentiras.
En este mundo globalizado, te cuento, se produce cada vez menos, para cada vez menos personas, productos sobre todo de lujo, tecnología. Muchos productos de consumo masivo sencillamente desaparecen, o pierden calidad. Las empresas reducen su capacidad instalada, es decir, ya no tienen trabajadores en planta, producen según se lo exija el mercado, la demanda, es decir, de producen de acuerdo a los pedidos que reciban. Cuando producen contratan a empresas mas pequeñas, estas son las empresas tercerizadas. Los trabajadores en ella deben trabajar el doble, a menos salario, porque lejos de mejorar las condiciones de trabajo y salario, estas empeoran incluso para los propietarios de las empresas tercerizadas. Las contratistas tercerizadas son muchas, algunas consiguen trabajo con las empresas, otras quedan excluidas, y con ellas los trabajadores que siempre contratan por tiempo parcial. Las condiciones de ambiente y seguridad industrial tambièn son precarias. Agregado a esto el uso de tecnología reduce tambièn el uso de la mano de obra. El uso de la tecnología deberìa generar una mejora en las condiciones de vida en general de los trabajadores, al poder generar màs producción, pero esto produce la destrucción del trabajo, los puestos de trabajo desaparecen. El dueño de las empresas, del papel moneda, solo piensa en su ganancia y en concentrar poder y dinero. Millones de personas son excluidas, y desaparecen físicamente.
Agregado a esto hay una política de saneamiento social para apropiarse de las riquezas de los paìses que poseen recursos en materias primas, agua, y otras riquezas y condiciones geoestratégicas, por ubicación, etc. Durante muchos años se dedicaron los centros económicos del poder, el Grupo de Paìses de los Siete, encabezado por EE.UU a aplicar medidas económicas que pudieran facilitar la expropiación de todo esto, a los paìses que lo poseen, propiciaron mecanismos de endeudamiento que permitieran comprometer los presupuestos nacionales de dichos paìses, de manera permanente y creciente, exigieron reducción del gasto social o lo que es igual acelerar la desaparición física de la población de los paìses marginados, comprar las empresas estatales estrategicas, en especial las de comunicaciones. Las transnacionales por su parte compraban empresas para eliminar competidores como hicieron en Venezuela con Viasa y con Sidor, por ejemplo, esta ùltima la multinacional Techin la llevò a su mínima capacidad, cerrando cadenas de producción completas, entre otras medidas que llevaron a la calle a miles de trabajadores, causando tambièn daños ecológicos permanentes.
Las condiciones de trabajo como la flexibilización laboral, es decir trabajar sin horario regulado, cumpliendo diversas funciones, desde barrer hasta hacer la auditoria, conocido como Calidad Total, el trabajo esclavo y semiesclavo, la maquila, la compra de los dirigentes sindicales y dirigentes de izquierda, o mejor dicho su cooptaciòn, lleva muchos años en todos los pueblos que llevan años luchando por su emancipación. Como todos sabemos el desarrollo lograr diversificar la producir, expandir el aparato productivo de los paìses vìctimas està imposibilitado por muchos de estos mecanismos perversos instalados por el Capital Transnacional. Basados tambièn en el mismo mecanismo de la deuda externa, el crediticio y el intercambio desigual, la dependencia en productos y servicios, y por supuesto el poder militar como ùltimo o primer recurso disuasivo, cuando la píldora de las transnacionales de los medios de comunicación y sus afiliados nacionales llega a fallar.
Por supuesto, las empresas nacionales tambièn desaparecen, con ellas tambièn desaparece la clase media, aumenta la pobreza y la pobreza extrema. Los servicios de educación, salud en medio de todo esto se privatiza, y con ella las conciencias de los nuevos profesionales. Se trabaja tambièn en la desregulación de las leyes laborales y se ataca en la conciencia de los trabajadores, la aspiración y el ejercicio de la sindicalizaciòn, igual recurso utilizan para convencerlos de ser eficientes a travès de políticas de calidad total, reingeniería, etc, que tiene como ùnico significado superexplotación. Y es que el lenguaje es maniatado y reconvertido para hacerlo digerible. Muchos argentinos tambièn llegaron a pensar que era bueno privatizar empresas de gestión pùblica, la píldora era considerarlas ineficientes.
Por esto, están presos mis héroes del 12 de octubre, por rebelarse ante la miseria de millones, y realizar un acto que habla de la hipocresía de quienes prostituyen el arte en las subastas para vivir de los artistas, rechazamos la píldora, viva la vida, el parir las verdades.
Espero que reflexiones desde tu vitrina, y te sumes a este grupo de luchadores, y seas responsable de la alegrìa de hacer y rehacer el arte de la urgencia, bienvenido.
Que pongan a Colòn en el lugar de la historia que le corresponde, manchado y ultrajado por los crímenes de quienes aùn hoy le siguen, sembrando el horror. Cubierto ahora con el manto de sudor y el valor agregado que le dieron las millones de manos pobres, mugrientas y hambrientas que cubren la faz de la tierra.
Greti Richard