Implicaciones para Venezuela

"Un mecanismo de presión": Comando Sur de EEUU firma pacto con Trinidad y Tobago

La firma del acuerdo entre el Gobierno de Trinidad y Tobago y el Comando Sur de EEUU ha generado una serie de cuestionamientos sobre los efectos que tendrá en la región. Diego Sequera, analista político e investigador del tanque de pensamiento venezolano Misión Verdad, ofrece para Sputnik un análisis de las posibles implicaciones de este trato.

Un acuerdo que consolida la influencia de Estados Unidos

"Lo que hay que entender, parece a mí, a simple vista, es que este acuerdo representa una ratificación de la integración de Trinidad y Tobago en la estructura hemisférica del Comando Sur," señaló Sequera.

El especialista señala que este pacto no es un hecho aislado, sino parte de un entramado jurídico y logístico que incluye acuerdos como el SOFA ("Status of Forces Agreement"), generalmente utilizado entre países de la OTAN, pero también extendido a socios estratégicos fuera de esta alianza.

Señala además que la vinculación de Trinidad y Tobago al Commonwealth británico facilita la adopción de estos acuerdos.

"No es legalmente muy complicado el paso que están dando, y además se inscribe dentro de una lógica que conecta también con el Tratado de San José y la doctrina estadounidense sobre economías ilícitas y tráfico de drogas en la región", detalló.

Sequera también resaltó el fortalecimiento de las capacidades navales y marítimas bajo el paradigma militar estadounidense: "Es un movimiento que debe analizarse con cautela, especialmente por el momento en que ocurre".

Contexto histórico y antecedentes

Para Sequera, "el timing es importante", ya que "estos pactos reflejan la mirada del Gobierno saliente de Estados Unidos durante lo que podría llamarse un 'período muerto'. En esta etapa, suelen consolidarse acuerdos que garantizan una proyección geopolítica más amplia".

El analista subrayó que países como Guatemala, Colombia y varias naciones del Caribe han firmado tratos similares en el pasado. Sin embargo, la diferencia clave radica en las implicaciones geopolíticas actuales.

"Esto no solo es continuidad, sino que también se intensifica con la llegada de nuevas administraciones en Estados Unidos. El Caribe oriental es un espacio 'en disputa', especialmente con la presencia de potencias rivales como China, Rusia e Irán", ahondó.

En este contexto, Sequera destacó el viraje soberanista de Barbados, que ha comenzado a alejarse de su rol como socio confiable de Estados Unidos. Este cambio de dinámica también influye en la forma en que se configuran las alianzas en la región.

Implicaciones para Venezuela

El acuerdo entre Trinidad y Tobago y el Comando Sur tiene una dimensión particular en relación con Venezuela.

"El Caribe oriental es un punto estratégico y Trinidad actúa como un enclave que permite proyecciones logísticas hacia la masa continental. Este acuerdo no puede desvincularse de los recientes pactos de cooperación energética entre Venezuela y Trinidad y Tobago en materia gasífera," explicó Sequera.

La colaboración entre ambos países incluye la explotación conjunta de yacimientos y la utilización de capacidades industriales en el sector del gas natural. Este modelo de cooperación, según Sequera, "no cuenta con la anuencia del Occidente colectivo y choca directamente con los intereses estadounidenses en la región".

Además, el analista señaló que el acuerdo también tiene implicaciones en temas de migración y seguridad. "La migración irregular desde Venezuela hacia Trinidad ha sido un tema sensible, usado como justificación política. Este acuerdo podría instrumentalizar esa narrativa, en lugar de ofrecer soluciones reales", dijo.

La región bajo el radar del Comando Sur

Respecto a la distribución de bases y enclaves militares estadounidenses en la región, el especialista resalta la necesidad de definir las características de este tipo de instalaciones.

"Hay bases con todas las capacidades tradicionales, pero también existen enclaves más discretos como los 'lilypads' o locaciones de seguridad cooperativa que no se contemplan legalmente como bases militares", señaló el especialista.

En América Latina, países como Colombia y Perú albergan una red diversa de instalaciones militares. Venezuela, por el contrario, está rodeada por una infraestructura que combina elementos militares y de inteligencia, desde bases en Curaçao y Aruba hasta instalaciones en Brasil y Guyana.

"Este cerco funciona como un mecanismo de presión que refuerza ciertos paradigmas sobre 'naciones hostiles'. En el caso de Venezuela, este tipo de acuerdos busca cerrar aún más los espacios operativos y logísticos disponibles", ahondó.

Enero de 2025: ¿una fecha crítica?

De cara al 10 de enero, cuando se realizará la juramentación de Nicolás Maduro para un nuevo período presidencial, Diego Sequera destacó la importancia del contexto internacional y las amenazas latentes que rodean esta fecha.

"Es mucho el ruido que se ha visto y también las decisiones que se han tomado y oficializado. Principalmente el reconocimiento ahora a [Edmundo] González Urrutia y a la Casa Blanca," señaló.

Según Sequera, este reconocimiento tiene el objetivo de complicar la capacidad de administración y negociación del Gobierno venezolano con actores internacionales. "Lo preocupante de eso para mí es la capacidad, en este período muerto, de incentivar aún más el caos y de enrarecer y poner en términos más estridentes la relación Venezuela-Estados Unidos," explicó.

El analista considera que, aunque no se esperan grandes eventos inmediatos el 10 de enero, la atención debe centrarse en lo que ocurra entre ese día y el 20 de enero, cuando los equilibrios podrían redefinirse.

"Todavía queda algo de tiempo, unas cuantas semanas, que son claves en la forma base que va a tener Trump para asociarse a Venezuela en lo legal, en lo político, en lo diplomático," añadió.

Sequera también señaló que, dentro de Venezuela, el Estado parece tener la capacidad de manejar y controlar la situación. Sin embargo, expresó preocupación por las acciones que puedan originarse fuera del país.

"El problema es lo que ocurre fuera y los pasos legales, institucionales y administrativos que se pudieran tomar respecto a cuál será la relación que tendrá Venezuela con actores hostiles, tanto regionales como internacionales," indicó.

Finalmente, Diego Sequera concluyó que, aunque es difícil predecir lo que sucederá en términos inmediatos, el Estado venezolano debe mantener una vigilancia constante sobre los movimientos externos y sus implicaciones. "De distintas maneras estamos en la mira en general. Y como también dicen en Cuba: estamos rodeados y no es de agua", reflexiona.

Noticia Relacionada

Primer Ministro de Trinidad y Tobago desmiente que tropas americanas están aliadas con ellos contra Venezuela



Esta nota ha sido leída aproximadamente 988 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter