¿Cerdos de Monsanto? En los habitantes de los países de Europa, y también en Japón y en EEUU, cunde el pánico: ¿qué clase de alimento llega a sus mesas? ¿Y qué decir de nuestro país, en su condición de fuerte importador de productos cárnicos y agroalimentarios, donde la falta de estrictos controles fitosanitarios o biotecnológicos, brillan por su ausencia?
Desde la villanía del poder imperial estadounidense, se promueve silenciosamente toda una confabulación biotecnológica mundial que, conllevara cual virus letal, la deformación y aniquilación genética de la especie animal, y por extensión de la especie humana… Todo ello con el place y la concupiscencia de los mal nacidos poderes capitalistas –que como una necesaria maldición per sé— se confabulan y se manejan desde los centros de poder del imperio mas oprobioso e inmoral como no había existido jamás otro, sobre la faz de la tierra.
Los Estados Unidos de Norteamérica después de la muerte de Lincoln, por desgracia y hasta nuestros días, ha sido gobernada por una casta de ambiciosos burócratas que han tomado como bandera el capitalismo salvaje, el libre mercado y la explotación del hombre por el hombre (cuanto tienes, cuanto vales). Y es hoy, el asiento de tantas y tantas empresas –valga decir transnacionales de la catadura de MONSANTO, Novartis, Pioneer-DuPont, Agrevo — que juegan y experimentan diabólicamente desde sus laboratorios biotecnológicos con los cultivos transgénicos.
El título de este artículo obedece al peligro que representa consumir carne de cerdo en otros países o aquí en Venezuela. Sobre todo, con tanta importación cárnica sin verdaderos controles sanitarios, procedente de Brasil, Argentina o de la UE, y sin que se tenga a ciencia cierta la certeza de que esa carne no está contaminada por transgénicos.
Desde Ginebra, Suiza, el año 2005 en una investigación efectuada por Greenpace, se descubrió que Monsanto el gigante corporativo de la biotecnología busca reclamar los derechos sobre los cerdos en más de 160 países —Parece una locura, un disparate, pero es una intención real: Monsanto presentó una solicitud para patentar la crianza de cerdos y su progenie. Dicha solicitud, interpuesta ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, incluye métodos tradicionales y pretende que todos los criadores del mundo paguen regalías a esa corporación si quieren seguir haciendo lo que han hecho por generaciones. Esta es una más de las formas en que Monsanto intenta controlar la producción de alimentos a escala planetaria.
Viendo en el canal Managemen TV un programa llamado los “Cerdos de Monsanto”, se le hacían entrevistas a muchos criadores de cerdos de los EEUU y Europa, que habían padecido en carne propia las quiebras de sus centros de recría y el fracaso de sus siembras por el uso de transgénicos y productos químicos para acelerar el crecimiento de los cultivos, las aves y los cerdos… Lo cual representa un grave riesgo para la biodiversidad y tiene efectos irreversibles e imprevisibles sobre los ecosistemas
Monsanto, el gigante corporativo de la biotecnología, ha avanzado de forma agresiva sobre el control de cultivos transgénicos y el mercado de semillas convencionales a través del sistema de patentes. Esto ha convertido a Monsanto en una amenaza para la biodiversidad, para la seguridad alimentaria y para millones de campesinos que no están en condiciones de pagar regalías para seguir cultivando sus semillas.
Los peligros y efectos ambientales, agrarios, sanitarios y socio económicos de los cultivos de los transgénicos, para el medio ambiente y la agricultura son: incremento del uso de tóxicos en la agricultura, contaminación genética, contaminación del suelo, pérdida de biodiversidad, desarrollo de resistencias en insectos y "malas hierbas" y efectos no deseados en otros organismos, contaminación de otros cultivos… En cuanto a los peligros para la salud humana, se tiene: Aparición de nuevas alergias por introducción de nuevas proteínas en los alimentos, aparición de resistencias a antibióticos, aparición de nuevos tóxicos en los alimentos, incremento de la contaminación en los alimentos, disminución en la capacidad de fertilidad y riesgos para la salud en parámetros sanguíneos asociados con las funciones renales y hepáticas.
La ingeniería genética manipulada por los laboratorios de Monsanto consiste en separar el ADN de un organismo y ponérselo a otro. Por ejemplo cortan genes (trozos de ADN) de humanos y se los colocan a cerdos y a peces para hacerlos crecer más rápidamente, o genes de escorpión al maíz para que la planta desarrolle su propio insecticida. De esta manera, a través de esas mutaciones, se crean organismos que nunca habían existido antes en la Tierra.
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