Venezuela-Guyana. Una piedra en el zapato de Maduro

La disputa territorial entre Venezuela y Guyana por el Esequibo es un conflicto histórico que se remonta al siglo XIX, pero que ha escalado en los últimos años debido a descubrimientos de petróleo en aguas disputadas y a la instrumentalización política del tema por parte del gobierno de Nicolás Maduro.

Considero, que, entre los principales errores en las relaciones bilaterales, está la falta de diplomacia consistente y desestimación de mecanismos internacionales al respecto. Venezuela ha alternado entre una retórica belicista (como el referéndum de 2023 para reafirmar su reclamo) y una diplomacia errática, debilitando su posición ante organismos como la Corte Internacional de Justicia (CIJ). El error clave parte del rechazo a la jurisdicción de la CIJ en 2018, a pesar de que el Acuerdo de Ginebra (1966) establece la negociación pacífica. Esto permitió a Guyana llevar el caso a la corte, donde Venezuela carece de ventaja legal. En lo personal, tenemos un territorio donde no hay presencia activa de autoridad alguna del país en el Esequibo. Por otra parte, tenemos las fronteras de los estados Zulia, Apure, Amazonas y Bolívar muy descuidadas, en especial de estos dos últimos estados. Habrán puestos militares, pero no bases militares, habrá presencia de "venezolanos" pero no son pueblos, ni ciudades, y por ello se filtran todo tipos de personas, aun así queremos todo el Esequibo. Hay que buscar otras vías, otras propuestas, hay que hacer concesiones directamente con Guyana, y ese tiempo lo estamos perdiendo.

En ese sentido, con la militarización y su retórica nacionalista del gobierno (Bocón) de Maduro, quién ha usado el tema del Esequibo para distraer al pueblo de la crisis interna, movilizando tropas cerca de la frontera y promoviendo mapas con el territorio en disputa como parte del país. Esto ha generado desconfianza regional e internacional. Chávez fue cobarde y por astuto en este caso, si supo crear una red de inteligencia para un golpe de estado, pero en 13 años no pudo filtrar, ni hacer bases militares, ni crear pequeños pueblos, ahora el legalista de Maduro pretende hacerlo. ¡Ah! Ahora si, ¡claro! cuando la erosión de su liderazgo empieza hacer mella. Por el contrario, subestimó los intereses económicos de Guyana con el apoyo de empresas como ExxonMobil, que explota yacimientos petroleros en aguas reclamadas por Venezuela (Stabroek Block). La falta de una estrategia venezolana para abordar estos intereses ha dejado al país sin aliados en este frente.

Entre las consecuencias de una eventual "recuperación" militar del Esequibo, estaría el aislamiento internacional sin precedentes, aunado a más sanciones económicas por parte de los EE.UU., Reino Unido y la UE. Esta triada impondrían sanciones más duras, paralizando cualquier posible reactivación de la industria petrolera venezolana. Pero todos sabemos que les caería como anillo al dedo para intervenir y acabar con el país. También, abriría un rechazo regional, en especial del CARICOM (bloque de países caribeños) que respalda a Guyana. Países como Brasil y Surinam, "aunque neutrales", cerrarían fronteras y presionarían por estabilidad, en un escenario más favorables para el país, pero lo dudo, ya la línea es otra. En este orden de ideas, está la ONU, que de activar al Consejo de Seguridad condenaría la acción, posiblemente autorizando medidas coercitivas (como en 1990 con Irak en Kuwait), aunque se opusieran Rusia, China, Irán, Cuba, Nicaragua y apenas unos pocos más. Maduro tiene su "piedra en los zapatos, espero que no sea su "Talón de Aquiles"

Tenemos que tomar en cuenta los Riesgos de un conflicto armado, Guyana, aunque militarmente débil, cuenta con el respaldo tácito de EE.UU. y Reino Unido (ex potencia colonial). Una escalada podría atraer apoyo logístico o incluso militar de estos países, que cualquiera que no sepa mucho diría que es lo más Seguro. Y no debemos descartar la posición de Brasil, vecino clave, se opondría a un conflicto en la Amazonia por razones de seguridad y medioambiente, pero a Lula ya no le interesa Maduro. Por lo que darse ese hipotético conflicto, el colapso económico en Venezuela sería un hecho peor de lo que imaginamos. Una guerra drenaría recursos de un Estado ya quebrado, agravando la crisis humanitaria y acelerando la migración masiva. A Maduro le queda callar y trabajar por debajo de mesa con mucho sigilo, inteligencia y firmeza.

Repito, no hay que descartar las reacciones internacionales previsibles. Veamos, Estados Unidos, impondría sanciones totales al petróleo venezolano, bloquearía nuestros puertos, pondría su 4 flota en nuestras narices y congelaría los pocos activos de muchos venezolanos fuera del país. Y podría desplegar fuerzas en Guyana bajo el paraguas de la OEA o la ONU. En definitive apoyaría militarmente a Guyana directa e indirectamente, a su industria militar no le caería mal un escenario como este (inteligencia, equipos, etc). Lo mismo haría Reino Unido, movilizaría apoyo diplomático en la Commonwealth y la ONU. Londres aún considera a Guyana un aliado estratégico en la región. También, el CARICOM, unificaría su postura a favor de Guyana, exigiendo el respeto al fallo de la CIJ. Países como Trinidad y Tobago o Barbados liderarían presiones económicas contra Venezuela. Por último, tenemos a la misma ONU, El Consejo de Seguridad emitiría resoluciones exigiendo el cese de hostilidades. Rusia y China podrían vetar medidas más duras, pero no evitarían un consenso global contra Venezuela. Lo repito, esa es una verdad.

Entre los posibles escenarios, la posición final del gobierno de Maduro, será evitar una confrontación militar, pero mantendrá el reclamo como herramienta de propaganda nacionalista. Su estrategia probable incluirá, continuar el desafío a la CIJ, argumentando que el tribunal carece de jurisdicción. Presionaría por negociaciones bilaterales, aunque Guyana insiste en resolverlo en la corte. Exploraría alianzas con actores no occidentales, como Rusia o Irán, para equilibrar presiones, y en última instancia, usaría el tema para cohesionar apoyo interno, especialmente ante elecciones futuras.

El Esequibo es un polvorín geopolítico con consecuencias catastróficas para Venezuela si se opta por la vía militar. Aunque el gobierno de Maduro aprovecha el tema para movilizar a su base, carece de recursos y aliados para sostener una reclamación efectiva. La salida realista pasa por aceptar el fallo de la CIJ y negociar beneficios económicos compartidos, acuerdos petroleros, repartición del Esequibo, pero la lógica de confrontación del chavismo, perdón del madurismo, hace improbable este escenario. Se necesita una diplomacia de gran astucia, peripecia jurídicas y comerciales para acercar ambas naciones aun acuerdo ganar-ganar. No es difícil, pero dado las circunstancias del empuje económico que tiene Guyana con los ingresos de petróleo, la espera para resolver este conflicto será de un siglo más. ¡Ay! hoy Nicolás tiene muchas papas calientes en las manos, también creo que no debe poner asar todas las castañas al mismo tiempo: Las Teses (T), la Reforma, las Comunas, las elecciones, Lula-BRICS+, etc.

Maduro necesita un buen "diplomático chef" astuto y muy inteligente. De lo contrario, el menú nadie lo podrá ordena, tragar ni pagar. En resumen, la disputa por la Guayana Esequiba es compleja, influenciada por intereses económicos y geopolíticos. Las acciones de Venezuela deben considerar tanto las posibles ganancias territoriales como las implicaciones internacionales y regionales.

Cambiando de tema, yo en lo intelectual y académico, tengo apenas un centímetro de profundidad del tamaño de la laguna de Guanoco (porque es la que me queda más cerca de casa) para que me comparen con Benito Quiroz, Milton Friedman, con el loco de Milei, con Toby Valderrama u otros nobles más. Por eso respondo con unos versos de José Ramón Villarroel (El Huracán del Caribe): "soy cantador que discuto/ con el que a mi altura está/ y esta noche por acá/ como un valiente guerrero/ le voy a caer a cuero/ a anjá mi maestro anjá/ y de Jesús Bellorín (El pollo de Nueva Esparta-Caripito): "Que la Santa Cruz me alumbre/ en esta noche el sendero/ para frenar al primero/ que venga a buscarme brollo/ porque yo si soy un pollo/ picador y espuelero".



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Miguel Angel Agostini


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