Desde el primer año de gobierno hasta tiempos recientes, el Proyecto Bolivariano ha transitado varios caminos hasta conseguir un modo de abordaje de política social que, sin sucumbir a los dictámenes y fracasos de la política social, en su versión caritativa o neoliberal, responda a las dimensiones de la crisis social. El hacer de la política social ha significado, al interior del Estado, el convencimiento de que en muchos casos los fracasos de los planes tienen que ver con los desaciertos en su "definición conceptual", la "normalidad administrativa del presupuesto regular", el "factor humano involucrado", la ausencia de coordinación interinstitucional, los errores en la dimensión comunicativa de la política, la continuidad y seguimiento,la creencia social en la posibilidad de la superación de los problemas y la voluntad política desde el más alto nivel hasta los ejecutores concretos de la política social.
Adicionalmente, al interior de la institucionalidad del Estado, ha debido librarse una feroz lucha contra la tecnocracia,que amparada en visiones "especializadas"e ideológicamente estructuradas han obstaculizado el desempeño de otra voluntad institucional.El Proyecto Bolivariano ha tenido que confrontar los vicios de la vieja práctica institucional, enfrentando la tecnocracia, la burocracia y el clientelismo;operación efectuada en el complicado y enmarañado tejido de la juridicidad, sorteando amarras institucionales y procedimentales, utilizando los pocos intersticios de la vieja y la nueva legalidad para dentro de ella avanzar en los planes del gobierno.
Uno de los elementos más significativos de estos tiempos es la referencia conceptual inmediata que ofrece la Constitución para el ejercicio de la política social. La cantidad de preceptos en ella contenida y su impacto para la sociedad venezolana la convierten en punto de partida y llegada por donde pasa casi la totalidad de la prácticas y tensiones sociales e institucionales de la sociedad venezolana hoy.Al pensar en la Constitución venezolana y su vinculación con las misiones, la primera puede ser vista como hoja de ruta y programa sociopolítico, como convención doctrinaria o contrato social. Lo cierto es que la Constitución es respecto a la vida social -como dificilemente haya ocurrido antes en la historia republicana-un referente de sentidocomún que atraviesa la totalidad de la política social.Esta concienci sobre la potencia de la Constitución en función de los intereses populares fue lo que llevó a los golpistas de abril de 2002 a borrarla de un plumazo (Continuará...)
*Abogado y miembro emisora comunitaria Llovizna 104.7 FM de Ciudad Guayana. j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar. Cel.:0416-4861966.