En la cárcel de Maracaibo conocida como la de Sabaneta, acaban de hacer un allanamiento urgente y sacaron a la luz un fusil, armas diversas, docenas de licores, 63 celulares (que la directora de dicha cárcel dijo el 28-09-10 que eso no le constaba), una laptop, drogas, UNA MINITEKA (¡Qué molleja primo!) y demás “hierbas”. Eso se decidió, lo del allanamiento por la Guardia Nacional, debido a tres muertes violentas en ese involutivo recinto de despojos humanos. Y digo despojos porque así son tratados muchos reos por propios compañeros y por las autoridades respectivas. El retardo procesal es el máximo derecho violado a centenares de presos. ¿Quién les paga el tiempo perdido en ese limbo judicial? ¿Y eso se puede pagar? Los delitos que se cometen en esos almacenes de seres humanos son incontables y ninguna autoridad resguarda a nadie en la violación de los más elementales derechos humanos. El hacinamiento está a la orden del día y nadie hace nada. Llevamos diez años de gobierno bolivariano y todavía tenemos cárceles que han debido cerrarse hace tiempo. Y nadie hace nada. Por allá en Falcón construyeron una con mejores instalaciones pero en las ciudades con más densidad poblacional el infierno continúa. Hacen traslados a otras penitenciarias de reos peligrosos y ese enroque empeora la situación.
Los problemas que padecen los detenidos para asistir a un tribunal de la causa no cesan y la sentencia se aleja junto con las esperanzas. Y no hablemos del Retén El Marite de Maracaibo, en esa “cosa” tienen un hacinamiento del 500% por lo menos. Se le llama eufemísticamente “Centro de detención preventivo”. ¿Preventivo de qué? Allí también corren como ríos el licor, las drogas, las armas y también hay minitekas. ¿Qué tal?
Y si nos paseamos por esos lugares involutivos en los estados Miranda, Carabobo, Lara, la zona metropolitana, etc., el horror es similar. Y nadie hace nada.
El tema de los depósitos de seres humanos llamados “cárceles” debe ser abordado con suma urgencia por el gobierno nacional. No es posible continuar con ese feo lunar en un proceso que se hace llamar solidario y participativo. ¿Qué pasa con esto ministro El Aissami? ¿Dónde están sus altos estudios sobre criminología? ¿Debemos esperar a que los presos se maten unos a otros para reducir el número de ellos? ¿Quiénes son los que infiltran armas y drogas a esos entrópicos sitios? Todos lo sabemos ¿y usted no, señor ministro? ¿O usted no sabe que desde las cárceles se trafica con drogas, se planifican sicariatos y secuestros y …….?
Las cárceles que tenemos son una afrenta para todo ser humano y por tanto para la revolución bolivariana. Les confieso que redacto estas líneas con total escepticismo o esperanza de que se haga algo pero lo escribo a solicitud de un amigo revolucionario que me pidió el favor para ver si ocurre un milagro y el gobierno se ocupa de expropiar a los presos a un lugar donde se reeduquen, se preparen para un oficio que les resuelva el subsistir y que puedan hacer distintos tipos de trabajos que sirvan a la sociedad que les rodea y ellos puedan mantener a sus familias con cierto decoro. ¿Es muy arrecho hacer esto? Si nuestra revolución no puede con este “cáncer” entonces el fracaso nos espera a la vuelta de la trilla.