Hace más de un año que no escribo en este portal libertario de Aporrea.org pues en mi última reflexión titulada "Señor presidente, no podemos seguir defendiendo lo indefendible" dejé claro lo que pienso de esta gestión de gobierno. Como decía Kotepa Delgado en sus escritos en El Nacional, "escribe que algo queda". Ha pasado más de año y medio y la situación ha empeorado, estamos en un pozo con fondo pantanoso. Como muchos, votamos por el actual presidente por un pedido del comandante a las puertas de la muerte, concediéndole ese deseo. Nunca simpaticé con la idea de ese señor para ser el primer mandatario y de hecho, la diferencia de votos con su adversario de la ultraderecha fue muy pequeña.Pero eso ya es pasado. Como muchos, yo no voté por un gobernante autoritario que no acepta la sana crítica para corregir, cuando el mismo Chávez afirmó, "irreverencia en la discusión y lealtad en la acción" Yo no voté por la censura a connotados revolucionarios que pasaron al túnel del silencio (por ej.Vladimir Acosta). Yo no voté por la impunidad grotesca con los empresarios y funcionarios que robaron a la nación con los dólares otorgados por Cadivi. Yo no voté por un sistema económico torcido que ha permitido el retorno de la pobreza y la pobreza crítica. Yo no voté para hacer colas humillantes en supermercados procurando un kilo de azúcar o de pollo. Yo no voté por un presidente anclado en Caracas y que no viaja al interior del país para ver de cerca como ladra el hambre y las carencias múltiples de un pueblo golpeado.
Yo no voté por traer al país productos de Colombia (nuestro enemigo mayor en la región) a precios inalcanzables por la inmensa mayoría. Yo no voté por ver niños desnutridos que por tal motivo causan una alta ausencia escolar. Yo no voté para que el Banco Central fuese puto cómplice de la gran ladrona Banca nacional cobrando comisiones astronómicas.
Yo no voté por un gobierno que no revisa y aumenta los miserables salarios de policías que salen a exponer sus vidas por piches 40.000 Bs o menos. Por médicos que devengan miserias y se nos van al exterior, por empresas básicas sin supervisión que han sido saqueadas bajo la responsabilidad de militares, por una vagabunderia espantosa en la frontera con Colombia donde el contrabando variopinto es tan común como lavarse las manos. Yo no voté para que el Estado pague miles de millones de dólares a acreedores internacionales mientras el país se desangra en corrupción con divisas baratas luego revendidas por empresas y funcionarios.
Yo voté por una nueva esperanza que se desvaneció luego enseguida de la muerte del comandante pues el candidato bailaba salsa en su campaña electoral en pleno luto revolucionario. Ud.,señor presidente, con su autoritarismo no ha permitido la disidencia revolucionaria para que nuevos líderes puedan en verdad continuar con el legado del comandante Chávez y ese ego de poder nos ha llevado al pantano de las angustias, el hambre y la muerte de muchos compatriotas por falta de medicamentos. Sabemos que ud no rectificará y tenemos entonces una gran tragedia: su gobierno sigue arruinando al país y la derecha espera como hiena hambrienta para continuar con otro desastre acompañado de sangre y persecuciones.La historia ya juzgó.