El capítulo VIII del Tomo II de “El Capital” (XI)

Entrevistando imaginariamente a Marx sobre lo tratado en:

¿Qué cubre el fondo de reserva en dinero?

El tipo de contabilidad que se lleve no altera en nada, naturalmente, la realidad de las cosas asentadas en los libros. Conviene, sin embargo, advertir que, en muchas ramas industriales, es costumbre englobar los gastos de reparaciones con el desgaste efectivo del capital fijo, del siguiente modo.  Supongamos que el capital fijo desembolsado ascienda a 10,000 libras esterlinas y que su periodo de vida sea de 15 años'; según esto, el desgaste anua! será de 666,67 libras esterlinas. Ahora bien, el desgaste sólo se calcula por diez años; es decir, se añaden todos los años 1,000 libras esterlinas al precio de las mercancías producidas en concepto de desgaste del capital fijo, en vez de añadirse 666,67 libras solamente, lo que equivale a decir que se reservan 333,33 libras esterlinas para los trabajos de reparación, etc. (Las cifras de 10 y de 15 se dan solamente a título de ejemplo.) Esta cantidad es la que se desembolsa, pues, por término medio para que el capital fijo dure 15 años. Este cálculo no impide, naturalmente, que el capital fijo y el capital adicional invertido en reparaciones formen categorías distintas. A base de este cálculo se admite, por ejemplo, que el tipo más bajo de costo para la conservación y reposición de buques de vapor es el 15 por 100 anual, siendo por tanto el período de reproducción, en este caso, de 6,67 años. En la década del sesenta, el gobierno inglés bonificó a la Peninsular and Oriental Co., por este concepto, el 16 por 100 anual, lo que representa por tanto un período de reproducción de 6,25 años. En los ferrocarriles, el plazo medio de vida de una locomotora son 10 años, pero el desgaste, incluyendo las reparaciones se calcula en un 12,5 por 100, lo que reduce a 8 años el plazo de vida. Tratándose de vagones de mercancías y coches de pasajeros, se calcula el 9 por 100, lo que representa un período de vida de 11,11 años.

   En los contratos de alquiler de casas y "Otros objetos que son para su propietario capital fijo, y se alquilan en concepto de tal, la legislación reconoce en todas partes la diferencia entre el desgaste normal ocasionado por el tiempo, por la acción de los elementos y por el uso natural y las reparaciones a que hay que proceder de vez en cuando para mantener la casa en condiciones durante su período normal de vida y su uso normal. Por lo general, las primeras corren a cargo del propietario y las segundas a cargo del inquilino. Las reparaciones se dividen, además, en corrientes y sustanciales. Las segundas implican ya en parte la renovación del capital fijo en su forma natural y corresponden también al propietario, a menos que el contrato disponga expresamente otra cosa. Así, por ejemplo, según el derecho inglés:

  "El inquilino por años sólo está  obligado a mantener los edificios a prueba del agua y del viento, siempre y cuando que ello pueda hacerse sin recurrir a reparaciones sustanciales y en general a costear solamente aquellas reparaciones que podemos llamar corrientes. E incluso desde este punto de vista deberán tenerse en cuenta la antigüedad y el estado general de las partes correspondientes del edificio en el momento en que el inquilino se hizo cargo de él, pues el inquilino no está obligado ni a reponer materiales viejos y desgastados por otros nuevos ni a reparar los deterioros inevitables causados por el transcurso del tiempo y el uso normal de los edificios" (Holdsworth, Law of Landlocd and Tenant, pp. 90 y 91).

  Una partida que no debe confundirse ni con la reparación del desgaste ni con los trabajos de conservación y reparación es la del seguro para prevenir los riesgos de la destrucción ocasionada por acontecimientos naturales extraordinarios, incendios, inundaciones, etc. Dichos gastos deben cubrirse con la plusvalía y representan una deducción de ésta. Desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto, es necesario asegurar una superproducción constante, es decir, una producción en escala mayor de la necesaria para la simple reposición y reproducción de la riqueza existente —prescindiendo en absoluto del aumento de población—, con objeto de disponer de los medios de producción necesarios para compensar la destrucción extraordinaria causada por los siniestros y las fuerzas naturales.

  En realidad, el fondo de reserva en dinero sólo cubre la parte mínima del capital necesario para hacer frente a estas atenciones. La parte más importante se obtiene ampliando la escala de la misma producción; unas veces, esto representa una verdadera ampliación y otras veces forma parte del volumen normal de las ramas de producción que producen el capital fijo. Así, por ejemplo, una fábrica de maquinaria jendrá en cuenta que las fábricas aumentarán todos los años su clientela y, además, que una parte dé ellas necesitará someterse constantemente a una reproducción total o parcial.

Venezuela, 03 de diciembre de 2010.

nicolasurdaneta@gmail.com



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Nicolás Urdaneta Núñez


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