Las comunas y el socialismo utópico

¿Un camino andado?

Simón E Martínez S

Médico Veterinario

Colonia la Nueva Armonía en 1820.

Robert Owen socialista utópico Ingles, por el año 1820 llega a la conclusión de que la sociedad debe ser transformada, donde el trabajo en común y la propiedad social sobre los medios de producción sean la base de una nueva sociedad. El oponía al régimen capitalista, una “sociedad racional”, que se representaba como unas federaciones libres de pequeñas comunidades socialistas autoreguladas. Intenta llevar a la práctica sus ideas y en 1824 viaja a EE UU y organiza una colonia llamada “La nueva Armonía”, que tiene una vida efímera, pues desaparece en 1828, después de cuatro años de fracasos, regresa a Inglaterra y en 1839 de nuevo intenta aplicar sus ideas sobre las comunidades autodirigidas organizando la colonia “Entrada a la Armonía”, la cual se mantuvo en existencia hasta 1845.

Los proyectos o intentos de Owen sobre la realización de las ideas socialistas se basaban en el deseo utópico de transformar la sociedad capitalista en socialista, sin tener en cuenta cuestiones como la lucha de clases, la conquista del poder político por la clase obrera, destrucción de la burguesía como clase... No obstante Owen realiza una profunda crítica al sistema capitalista.

Los  Falansterios  de Charles Fourier

 Charles Fourier (1772-1837) Socialista utópico Francés. Al igual que Owen sueña con la transformación pacifica de la sociedad burguesa “irracional” en un régimen armónico.

Según el seria una falange o falansterio (Asociación) en cuya base se encuentra el trabajo en común. Tenía en cuenta que cada miembro de la falange podía elegir libremente el tipo de trabajo a realizar, y alternar su ocupación en la industria, con la agricultura. Fourier consideraba que el trabajo perdería paulatinamente su rasgo esclavizador y se transformaría en la primera necesidad vital del ser humano.

Según Fourier se obtendría una elevada productividad del trabajo y un caudal de bienes materiales, que se distribuirían entre los socios, en dependencia de la cantidad de trabajo y de la capacidad que cada que uno de ellos aportara a la asociación. Según él, a la nueva sociedad se pasaría a través de la propaganda y la experiencia convincente de falanges modelos, cuyos ejemplos serian tomados por toda la sociedad. Fourier niega de hecho de la lucha de clases y subestima la transformación revolucionaria del capitalismo al socialismo, él consideraba estas medidas una consecuencia del subdesarrollo del proletariado.

La doctrina de Owen y Fourier desempeñó un papel importante y constituyó una de las fuentes del socialismo científico de Marx y Engels. Ellos se oponían a la violencia revolucionaria y creían que a través de la difusión de conocimientos, de la prédica de la verdad, de la justicia y de formas cooperativas del trabajo podría llegarse a la instauración de una nueva sociedad, incluso con el aporte de los ricos de quienes solicitaban y esperaban obtener ayuda para la creación de cooperativas y comunas.

Con posterioridad a los socialistas utópicos, y aún  después de elaborada la teoría Marxista Leninista sobre las relaciones sociales de producción agrarias y vías para la cooperativización de la agricultura campesina continuó el pasado siglo y continua hoy en día en la mayoría de los países capitalistas el desarrollo de un movimiento cooperativo que (sin cambiar el régimen de propiedad privada capitalista sobre la tierra y los otros medios fundamentales de producción) pretende hacer más llevadera la existencia de los pequeños y medianos productores del campo.

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Simón Eladio Martinez


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