Como lo veo lo escribo

¿Han Fracasado los ideólogos y orientadores de la Revolución Bolivariana?

Mientras no se haga un alto ante el espejo para mirarse a los ojos y reconocer por un momento, que se están realizando esfuerzos dispersos, la Revolución Bolivariana corre el riesgo de perderse. Es inconcebible, inmaduro e inaceptable que algunos compatriotas que se dicen revolucionarios, se enfrasquen en llevar sus luchas populares en formas aisladas, a tal punto, que se niegan a darle el apoyo a otras luchas, aunque en ellas pueda estar librándose una más profunda que resuelve la suya. Pero lo más decepcionante es ver, como profesionales de gran valía pierden su tiempo atacando las ramas, cuando son las raíces el problema. Lamentablemente no hemos podido erradicar la envidia y el miedo ha ser desplazados, es más, para algunos; quienes critiquen, rechacen o muestren indiferencia a su tesis, pasan ha ser sus enemigos y por lo tanto del proceso; porque hay quienes se creen más revolucionarios que otros, pero del ideal Bolivariano y el amor por la Patria ni idea.

¿Han Fracasado los ideólogos y orientadores de la Revolución Bolivariana?

Eso es evidente ya la historia nos ilustra sobre como el vasallaje, la adulancia y el tintinear de las monedas sepultaron muchos movimientos libertarios. Es justo pensar que la libertad del ser humano se encuentra en el marco donde no impida la de sus semejantes, sin embargo, este marco se estrecha más, en la medida en que se hace necesario utilizar o mantener un mismo espacio. Y una de las formas para lograr soportarse dos seres o más, con diferentes modos de ver y aceptar la vida, y al mismo tiempo luchar con pasión y sacrificio por un mismo fin; es un ideal común o una querencia profunda por el lugar donde vio la luz por primera vez. Me quedo con la segunda y la refuerzo con los pensamientos de quien demostró que la amaba intensamente, Simón Bolívar el Libertador.

Cada quién puede verificar en sus grupos virtuales y en Aporrea por ejemplo, como algunos compatriotas dicen algunos disparates como la de resolver nuestras diferencias internas en casa. Y me pregunto a cual casa se refiere, porque la única casa que puede albergar a los millones de bolivarianos es Venezuela y en ella se encuentran también los escuálidos de parte y parte que no logran comprender que esa verdad de la que ninguno es dueño, la mayoría insiste que sea develada siempre. Personalmente creo que la discusión pública fortalece no sólo al proceso sino a las individualidades involucradas en el suceso.

También es fácil observar como las peleas internas producen solidaridades automáticas o crueles ataques por muchos compatriotas que más tarde se arrepienten. Con inocencia por la falta de una cultura a la que todavía no se le consigue rumbo, muchos ciudadanos no han salido de borregos y siguen esperando que otros solucionen sus problemas o los pongan donde haya con que mantenerse, mientras sus pastores sufren de una total incongruencia, tanto en lo que dicen en un mismo escrito como en la forma de comportarse cuando el poder los toca con su varita mágica. Hay hasta quien cree, que gritando más o diciendo vulgaridades aumenta su popularidad u oportunidad ante los que dirigen el gobierno. Unos y otros se creen los súper revolucionarios y en realidad se comportan como los peores escuálidos, que por cierto, algunos pocos compatriotas se empeñan en mantenerlos vivos; quizás porque es su modo de supervivencia y cuentan con una parte de la población que se ríe de la burla hacia otros pero que se calienta cuando la burla les toca.

Solución ha todo esto, buscar nuevos apóstoles que logren infundir y motivar en la conciencia del venezolano el ideal y postulado Bolivariano. Sobre todo aquel que dice:

“Un hombre sin estudios es un ser incompleto”.
Bolívar, Abril de 1825

¿Quién le cambió las señas?

Antes del Alo Presidente había titulado de esta manera este segmento y no lo cambié porque pienso que en muchos otros aspectos continúa teniendo vigencia. Mucho antes de llegar Chávez como tantos otros, sostenía muy modestamente, que se deberían crear ciudades con los habitantes de los cerros y que no debería permitirse construcciones en lugares de peligro. El comandante llegó con esa idea y no sé quien le cambió las señas. Hoy vuelve al rumbo y ojalá esa comisión logre ver lo mismo que el presidente y muchos de nosotros. Ciudades con todos los servicios, fuentes de empleo, y levantada ladrillo a ladrillo por sus pobladores.

Brevemente propongo de nuevo un sueño viejo de cómo hacerlo:

1.- Realizar un censo real de los habitantes en zonas de riesgo, tomando énfasis en la profesión o habilidades de los pobladores con el fin de organizar las cuadrillas que ejecutaran cada una de las etapas del nuevo poblado.

2.- Con la motivación por la tierra verdaderamente suya, donde con su propio esfuerzo levantará un hogar digno para sí y sus vecinos se deben organizar caravanas como en los tiempos de Moisés pero con la diferencia de contar con todos los recursos del Estado y saber con precisión la distancia y el camino.


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Luis Díaz


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