Desde que Europa viró su mirada hacia el África Musulmana, las tierras Árabes no han dejado de ser motivos de botín de los colonizadores. Muchos mártires y hoy santos, según la historia escrita por los interesados de occidente que así los confirma, de los colonizadores, digamos más bien asesinos en nombre del Sagrado Corazón de Jesús, penetraron a las “incivilizadas”, “ignorantes”, “poco cultas” e “infieles a Cristo”, para rescatar las sagradas tierras donde nació, de acuerdo a sus ópticas, el culto al “Cristo Redentor”. No importaba en lo más mínimo que el gran patriarca de tres grandes religiones monoteístas, haya sido el mismo, Abraham. Lo importante era rescatar para ellos, los cristianos, las tierras donde nació Jesús. Entiéndase más bien apoderarse de pueblos, culturas, riquezas; largamente deseadas, pero siempre contrastando la bravura de esos pueblos desde siglos antes con las apetencias de dominación de los antiguos procedentes de la hoy llamada Europa. Los civilizados y cultos crearon e internalizaron el término “Cruzadas”, y como tal las realizaron. En nombre de la fe cristiana, destruyeron, pero a su vez fueron consumidos por esa destrucción, la mayoría de las tierras del sur del mediterráneo o del norte de África.
Lo que no lograron los cruzados, lo logró la ignorancia. En la era moderna, y ante el descubrimiento de petróleo en esas tierras, con la participación de la vieja Europa y ahora de otros europeos, los llegados de esa mal llamada América, USA, Canadá; se reinician las cruzadas suspendidas durante varios siglos, más sutil, pero paradójicamente más brutal. En primer lugar, tierras organizadas tribalmente, gentes divididas por corrientes irreconciliables dentro su misma fe, chiitas, sunitas. Divididos socialmente, Drusos, tribalistas, monarquistas, etc; todos, o la mayoría utilizados y amparados políticamente por los centros hegemónicos del poder capitalista, tanto europeos como norteamericanos y actualmente canadienses; haciendo de ellos “regionalismos étnicos” y pragmatismos religiosos que más que identificar sus orígenes tiene como objetivo mantenerlos en una permanente división. Eso, es lo que sucede en Libia, no es posible seguir pensando que la hegemonía económica capitalista esté detrás del petróleo más liviano del norte de África, eso, forma parte del botín de guerra, pero no es lo fundamental.
El principal problema analizado por los países capitalistas poderosos occidentales, es detener el efecto dominó que significa la emancipación de los países africanos actualmente. Ese efecto se está haciendo notar. No está lejos el día en el que las satrapías monárquicas, verdaderos parásitos de sus propios pueblos, sientan el rigor de la ley de los pueblos. Eso, lo saben europeos colonizadores aliados del genocida norteamericano y ahora del canadiense; para ellos, la pérdida de esas satrapías, en la que obtienen las máximas ganancias a expensas de la esclavitud de los pueblos árabes, significa en primer lugar perder la ventaja de obtener sin mayores sacrificios energía no renovable barata, en segundo lugar, perder los grandes depósitos de yacimientos petroleros del que pueden disponer sin costo alguno salvo mantener, cual meretrices, a los sátrapas de los países árabes productores. Entonces ¿el problema es Libia?; Libia es una excusa.
Pero, ¿los gobiernos
Ruso y Chino son ajenos a lo que sucede al pueblo Libio?. Si debemos
responder a esta interrogante, definitivamente responderemos que no,
lamentablemente no debemos dejar de mencionar a Brasil, el mal llamado
“coloso suramericano”; tres países miembros del Consejo de Colonización
de la ONU (Consejo de
Seguridad), uno Rusia, no estoy seguro si también China, miembro permanente
de este consejo y con derecho a veto. El precedente había que sentarlo.
No puede uno explicarse como cinco miembros del consejo de seguridad,
se abstienen, ¿Qué cuidaban?, ¿de qué se cuidaban?, ¿de qué se
cuidan?. Esos países, debían votar en contra, abstenerse es dar un
cheque en blanco al imperio.
Los Rusos y los Chinos,
actúan como los proxenetas que desde lo lejos observan el trabajo de
las meretrices a las que explotan. Que nadie piense que ellos,
pescan en rio revuelto. Es un juego, pero en esta partida, la estrategia
utilizada por los gobernantes de estos países, los ponen al descubierto;
hacen real la máxima de que en política no hay amigos, hay aliados.
Pero ellos como aliados, ¿son confiables?. Todo parece indicar que
el juego ruso y el chino, es esperar al desgaste militar de la OTAN
o en su defecto la voz cantante de la OTAN. Pero, olvidan algo, aunque
todos los países de la OTAN están sumidos actualmente en una bestial
crisis económica, todavía poseen un poderoso sistema bélico y lo
van a utilizar, lo están utilizando; están desesperados, y, no hay
nada más peligroso que un depredador desesperado. La siguiente estación
ya la está creando Obama, comienza una gira por centro y Suramérica
y para nadie es un secreto que su intención tratar de ser exitoso donde
fracasó Hillary; promover la Chávezfobia en los pueblos latinoamericanos,
próximo Gadaffi de la agenda guerrerista del imperio. Una gira en los
momentos en los cuales existen discrepancias entre los países colonialistas
que agreden a Libia por cuanto ninguno quiere asumir la responsabilidad
del genocidio que iniciaron. Pero por otra parte Turquía, retrocede
en su papel como miembro de la OTAN en la agresión a Libia. Finalmente,
todos debemos hacer énfasis en la frase que ha llamado la atención
en Europa, de boca de Putin, al llamar a la agresión “cruzada”.
Todos los revolucionarios del mundo deben llamar esta agresión, CRUZADA
CONTRA LIBIA, debemos, estamos llamados a despertar el sentimiento Árabe.