Los acontecimientos que todos hemos visto últimamente en el Norte
de Africa son preocupantes para toda la población mundial no incluida
entre los "líderes" de la comunidad internacional, como ciertos
gobiernos han insistido en llamarse. No solamente por el palpable hecho
de que estos autodenominados líderes han comenzado una nueva cruzada
cambiando gobiernos a diestra y siniestra según su conveniencia con su
acostumbrada manipulación mediática, cosa que a lo largo de la historia
ha sido lugar común, aunque no por eso se justifica que el resto del
mundo se cruce de brazos, a excepción de algunas declaraciones de
gobiernos que con la mejor de las intenciones a veces tratan de ser
voceros de los miles de millones de seres humanos que hemos quedado sin
voz gracias a los
"maravillosos beneficios" de los sistemas democráticos mundiales que
garantizan ese hermoso derecho que es la libertad de expresión, el cual
puede ser ejercido solamente por aquellas personas que están dispuestas,
por convicción o por intereses monetarios, a repetir una y otra vez las
líneas de pensamiento de las grandes corporaciones internacionales.
Pero
lo que realmente veo preocupante, y que a mi juicio ha generado una
respuesta mas bien vaga incluso por parte de esos gobiernos antes
mencionados, es la evidentemente creciente soberbia que han mostrado
estos líderes por nadie elegidos, profiriendo amenazas de invasión a
cualquier país que en un futuro ellos decidan que no está cumpliendo con
su rol en la democracia. En los últimos días, altos funcionarios del
Reino Unido y Francia no han dudado en hacer declaraciones abiertas,
instando a la comunidad internacional a ver con atención los sucesos que
están en
desarrollo en Libia, dejando claro que de ahora en adelante, ellos
actuarán de esta forma cuando lo crean necesario. Tal vez exagero, pero
estas declaraciones me parecen extremadamente graves, sobre todo viendo
la escasa reacción que han generado en la comunidad internacional.
Si
a esto añadimos la forma en que han sido totalmente ignorados los
comentarios de varios jefes de Estado y cancilleres en el mundo
(Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Rusia, China, Alemania, etc.) sobre la
ilegitimidad de la acción militar, es fácil darse cuenta que a pesar de
decir en repetidas ocasiones, como tratando de convencerse a sí mismos,
que ellos no son los policías del mundo, la realidad es distinta, y esta
gente poco a poco ha ido reforzando mas su posición, y es innegable la
responsabilidad que el resto del mundo, esa inmensa mayoría de seres
humanos representados por gobiernos que han intentado tomar una posición
mas respetuosa con
el destino de cada país, tienen por no tomar posiciones mas
comprometidas. La mas fácil que salta a la vista, y que aun hoy mucha
gente se está preguntando por qué no sucedió es, sin duda, el no ejercer
el poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU por parte de
Rusia y China. Intereses comerciales, seguramente.
Ahora,
analizando la situación desde un punto de vista mas regional, no me
cuesta pensar que siendo Libia un problema del cual principalmente
Francia y Reino Unido se querían librar, y habiendo Estados Unidos
prestado un apoyo rápido e incondicional, que pasará cuando Estados
Unidos se quiera librar de un problema en su "patio trasero" como tantas
veces han llamado a Latinoamérica? En otro momento, yo hubiera sentido,
ingenuamente, que Europa hubiera ejercido cierta presión para evitar
una acción militar, pero ahora incluso estarán en deuda con nuestro
vecino, por lo cual es fácilmente
previsible la posición que tomarán. Que pasaría si Estados Unidos
decide que uno de los tantos gobiernos progresistas de la región se ha
vuelto "ilegítimo"? Simplemente, una invasión militar disfrazada de la
idea que les venga en el momento (con Libia fue "zona de exclusión
aérea"), y una condena por parte de gran parte de los países de
Latinoamérica, algunos de Africa, de Asia, y de Europa. Y el gobierno
"ilegítimo" caerá a la par de muchas vidas inocentes, mientras el resto
de los países que condenaron las acciones militares pueden quedarse
roncos gritando... Los líderes del mundo son sordos a estas voces.
De
allí el título de esta carta. Así como en 1823 Estados Unidos hizo su
Doctrina Monroe, cuando John Quincy Adams dio el primer paso para
formalizar nuestro estatus de "patio trasero", creo que ha llegado el
momento que los gobiernos Latinoamericanos (y por que no cualquier
gobierno del mundo que quiera
ejercer como polo opuesto a esta dominancia unilateral establecida)
generen una especie de Doctrina Monroe Latinoamericana donde se
comprometan a luchar con cualquier medio, incluídos los medios militares
aunque parezca insensato, para evitar una posible futura acción militar
dentro de (o sobre) los territorios de los países firmantes. Es obvio
que el poderío militar de Estados Unidos solamente (sin contar la OTAN)
es y será inmesurablemente superior al de todas las naciones del G77
unidas, pero tambien es innegable que políticamente, no es igual entrar
en guerra con una sola nación que con 77. Creo que así como la OTAN
surgió como un organismo militar para luchar contra la "amenaza
soviética", es hora de que algo similar surja en las filas de los países
no alineados, contra la amenaza de la "policía mundial".
j_perez_v@yahoo.com