En Venezuela, estábamos acostumbrados que nuestros gobernantes impuestos , tomaran decisiones en base a intereses ajenos a los propios intereses de la nación. Eso causaba irritación y protestas de los sectores más golpeados de la sociedad, es decir los obreros, campesinos y estudiantes y una que otra vez la clase media. Por supuesto que esas manifestaciones eran ahogadas con represión, sangre, muerte y prisión de los osados rebeldes. En otras palabras, te saqueaban y te negaban el sagrado derecho a reclamar. 

Esta conducta adoptada por los gobiernos de la cuarta república, generaron un dicho popular después de la muerte sospechosa de un locutor de televisión:”Quédate como Reny” o si no” quédate como en la cédula”, sentenciando a las personas a que callaran o se atuvieran a las consecuencias; mismas que ya sabíamos eran: los Teatro de operaciones militares, calabozos de la policía política de turno o, la desaparición física, esas eran las respuestas. 

Entrando en tema: me sorprendió la captura y entrega del camarada Joaquín Pérez Becerra al Gobierno Colombiano en tiempo record. Es mucho el material que recibo condenando esta acción, unos en tono muy subido, otros en tono de despecho, otros en firma de confusión etc. Incluso uno donde publican un escrito mío de hace unos pocos meses en una reputada pagina web, como fondo para unos comentarios contrarios a la decisión de deportación o entrega de camarada de ANNCOL 

De verdad me preocupó lo que estaba pasando y le escribí unas notas a una querida camarita. Comentando todo esto, pero si fijar posición, hasta entender el meollo del asunto (hasta este momento no se si la camarita ha leído mi nota), pero después de darle vueltas y vueltas al asunto, por casualidad me tope en mi inquietud, con unas notas de ese gran historiador Venezolano Federico Brito Figueroa (un verdadero historiador, no un mequetrefe como Guillermo Morón) donde trata el tema de el congreso anfictiónico de Panamá y sus vicisitudes. Entonces se me prendió el bombillo. ¡Claro! 

Esa es la explicación del asunto. Al igual que en aquella época, el imperio maldito yanqui, hizo las jugadas necesarias para impedir la unidad de la región que ellos apetecían para dominarla. El presidente Colombiano, sabía que el compatriota Pérez Becerra, venia en ese avión. En una jugada concertada con el imperio, o tal vez obedeciendo instru -cciones, le hacen un requerimiento urgente al gobierno de Venezuela, para que capture a Joaquín y lo extradite, cerrando un circulo que se había abierto hace tres días, en el que el gobierno yanqui acusa a Venezuela de no colaborar contra el terrorismo.  

Ya todos conocemos a Juan Manuel Santos. Ninguno de Uds. v a ser tan pendejo, como para creer que el señor se volvió angelito después de pisar el Palacio de Narquiño. Les recuerdo que él fue ministro de defensa del Narco presidente Álvaro Uribe, que bajo su administración se invadió territorio Ecuatoriano, se secuestró a personas dentro de la frontera de Venezuela,. Para llevarlas luego a Colombia. Recuerden las ofensas y calumnias que este ángel, de última hora, dijo contra el presidente y la nación Venezolana en cada momento que pudo, al punto tal que el mismísimo narco Uribe lo tuvo que desautorizar y mandarlo a callar.  

Bueno la oportunidad de Joaquín en ese vuelo, en ese momento y en el mismo momento que los cancilleres se reunirían en Venezuela para ultimar toques que culminara´ en Julio con la CREACION DEFINITIVA de la organización regional mas importante que podamos hacer los países de esta región, sin la participación de los terroristas estados de USA y su jala bolas de CANADÁ. Pregúntense cual seria la actitud de la canciller de Colombia, ejecutando un libreto ya aprendido, donde se explaye en términos ofensivos hacia Venezuela, acusando al país de ser un estado protector y colaborador con la guerrilla, recordando la acusación del imperio sionista sanguinario yanqui. Ese seria el pretexto para hacer lo mismo que se hizo en el año 1826. Para evitar la unión de la región. No creo que exista alguien con sus sesos estables, que dude que la unidad de está región en un solo bloque regional, es la única posibilidad de sobrevivir a las agresiones y miserias impuestas por el imperialismo sionista asesino yanqui. 

En esas mismas notas de Brito Figueroa, él narra las condiciones y el pesar que embargó a Simón Bolívar cuando tuvo que decidir entre la unidad del ejército y la disciplina de las tropas y, la vida de Manuel Piar. El sacrificio de un hombre valiosísimo para la causa, a cambio de autoridad y organización para el logro de la meta de la independencia, era necesaria. A mi parecer eso privó en la decisión del gobierno en el caso del camarita Joaquín. Por supuesto guardando las diferencias de las épocas y los hechos.   

Las razones de estado, imponen muchas veces sacrificios dolorosos. La seguridad y garantía de una vida en paz. A veces priva sobre particularidades. Les ruego a los camaradas que no hayan entendido esas cosas, que pongan las ideas en orden y que recuerden al enemigo que enfrentamos. Nosotros mismos, los revolucionarios, debemos estar claros que a veces tenemos que sacrificarnos, por el bien colectivo, si no, no se es revolucionario. La vida de un revolucionario está sup editada a la de la masa popular y a la de la causa que defiende. Sus ideales y convicciones marcan la pauta de las actitudes que debe asumir, según sea conveniente para lograr los objetivos revolucionarios que se buscan y, el más importante es vencer al enemigo, aún a costa de la vida. Hacer revolución no es un paseo ni una fiesta es una lucha dura y tortuosa, en la que dejamos amigos, hermanos, camaradas y compañeros, fortunas y hasta la vida propia en el camino, si no pregunten a Bolívar y al Che. 

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