"¿Chávez sí tendrá palabra?", interrogó incisiva la periodista, como
quien formula una pregunta retórica. "Extraditamos a Makled a Venezuela.
¿Qué hay a cambio de Venezuela hacia Colombia?", se quejó Rueda. Luego,
disparó: "¿Ha hablado con Chávez sobre la posibilidad concreta de que nos
mande a los jefes guerrilleros para acá?".
Santos respondió, demasiado evasivo para el gusto de la periodista: "El
presidente Chávez me ha reiterado en todas las reuniones que no va a permitir
que los campamentos de la guerrilla se mantengan en Venezuela". Rueda
ripostó: "¿Pero siguen en Venezuela?". Santos: "Hemos podido
detectar una actividad de la guerrilla mucho más presencial en el lado nuestro
de la frontera... Lo que espero es que el presidente Chávez cumpla con su
palabra de no protegerlos allá".
Según El Tiempo, Chávez es un hombre sin palabra. ¿La tendrá alguna vez?
No se pierda la respuesta de Santos: "... tenga la certeza de que en el
momento en que detectemos alguno de esos campamentos, inmediatamente se lo comunicaré
al presidente Chávez y lo veremos". Amanecerá y veremos. Si el hombre
tiene palabra.
Acto seguido, en un intento por despejar las dudas que, sin embargo, ya
quedaron sembradas, adoptó un tono condescendiente, como el del aventajado que
desea disculpar a su par problemático: "La verdad es que él ha colaborado.
En eso no tengo reparos. Nos ha entregado peces gordos de la guerrilla y del
narcotráfico". Rueda no se dio por vencida: "No me parece que usted
tenga un pelo de ingenuo. ¿Pero será que tiene bien medido hasta dónde se le
puede creer al presidente venezolano?". El colofón de Santos: "Tengo
muchísimos defectos, pero ingenuo no soy. Y frente a Chávez, menos. Pero mire,
María Isabel, para tranquilizar a los escépticos: el sábado llamé al presidente
Chávez y le dije que un tipo muy importante para nosotros de las Farc llegaba
en un vuelo de Lufthansa esa tarde a Caracas y que si lo podía detener. No
titubeó. Lo mandó capturar y nos lo va a entregar… Es otra demostración de que
Chávez está cumpliendo su palabra".
Cosa curiosa: el mismo día, el extracto de la entrevista fue replicado en forma
de breve nota de prensa por las transnacionales de noticias, que casi siempre
intitularon, no por casualidad, Santos
confia en la palabra de Chávez. Por su parte, el Correo del Orinoco
decidió emplear la frase como antetítulo de una nota intitulada Presidente
colombiano agradece a Chávez por fortalecer lucha contra el terrorismo.
Mientras Chávez, según la versión construida laboriosamente por los medios de
la oligarquía colombiana, es un hombre sin palabra, y mientras Santos la
utiliza a conveniencia, en Venezuela reina el silencio oficial. Hosco, punzante
silencio apenas interrumpido por un insólito comunicado
que celebra la detención de Joaquín Pérez Becerra en nombre de un tal
"compromiso inquebrantable en la lucha contra el terrorismo". Lo
único peor que guardar silencio frente a la injusticia, es repetir la jerga de
los verdugos.
Un silencio muy parecido al que sigue rodeando el caso de José Joel Torres Leba
y José Agustín Gamboa Durán, militantes del Frente Nacional Campesino Ezequiel
Zamora, secuestrados,
torturados y asesinados entre el 12 y el 14 de abril pasados, en Barinas.
Silencio doloroso, insoportable, inexplicable, sólo interrumpido por algún funcionario
policial para sugerir la venganza como "móvil". Un simple y
vulgar ajuste de cuentas para disimular una injusticia de siglos.