A raíz de nuestra pírrica victoria en la última medición electoral parlamentaria de 26 de septiembre de 2010, me pregunté: ¿Estamos mal, pero vamos peor? Reforzaba ese escepticismo al ver los análisis triunfalistas de chavistas, hechos por dirigentes acólitos y adulantes del poder, ante nuestro objetivo triunfo numérico en el parlamento: 98 diputados bolivarianos frente a 67 contrarrevolucionarios, luego de 12 años de revolución.
Con el llamado de atención que hizo el camarada Reinaldo Iturriza, reflexión que acogió como suya el comandante Chávez en su análisis de los resultados electorales referidos, me “volvió el alma al cuerpo”, me dije: … vamos bien, nuestro líder comienza la aplicación de las 3R’s (Revisión, Rectificación y Reimpulso). Para reforzar mis recuperados y nuevos bríos el Comandante de la revolución bolivariana lanzó las cinco “Líneas de Acción Políticas Estratégicas 2011-2012”, ¡bravo vienen las 3R’s al cuadrado! (sumando Repolarización, Reunificación y Repolitización). Avanzamos pensé, vamos a respetar la declaración de principios del PSUV. Impulsó un proceso de discusión del documento de “Las cinco líneas”, incluso algunos rescatamos el olvidado y nunca aplicado “Libro Rojo”. Las discusiones y debates, salvo excepciones, fueron truncadas o manipuladas en sus conclusiones. El resultado que pretenden oficializar es que “la culpa” (alegando un supuesto consenso mayoritario) de nuestros errores y limitaciones es de la militancia, por su baja formación política, porque no estamos preparados para ejercer la democracia directa, por las elecciones internas realizadas cumpliendo con la máxima presidencial: “con las bases me las juego”, salvo el Vicepresidente de la Zona Oriental, Diosdado Cabello, insólitamente para muchos, para mí sin base alguna. Sumemos que los adulantes corifeos, farsantes al extremo, no asumen responsabilidad alguna ante los resultados, y como “conclusión del debate” convencen al Comandante para aplicar el “delito de opinión interno” en la práctica política, esto último sin él saberlo, aplicando a los críticos de nuestros errores la exclusión, con implementación del muy antidemocrático criterio de la COOPTACIÓN para elegir a nuestras direcciones regionales y locales.
COOPTACIÓN
Comparto la valoración de la unidad como valor fundamental para avanzar en nuestro proceso, con la conducción insustituible de un partido disciplinado.
Creo que asociar y justificar la pertinencia del método de la cooptación con la unidad de acción del PSUV es un grave error de muchos; incluyo por supuesto al Comandante Chávez, único con reconocimiento de liderazgo capaz de ejercer ese método, pertinente en condiciones muy específicas (situación de guerra, lucha clandestina, infiltración masiva interna del enemigo, peligro de división...) para no convertirse en la negación de la democracia socialista -participativa y protagónica-, esencia de nuestro Socialismo Bolivariano.
Las muestras de lo que digo son obvias. Una burocracia partidista que ha pretendido sacar como conclusión de la discusión de las "Cinco Líneas de Acción Estratégicas" que la falla principal del PSUV es la baja formación de sus bases, para diluir y esconder las responsabilidades de una dirección que no se ha ocupado ni siquiera de su propia formación, y que practica como centro de la política "el espectáculo y la tarima" que les da pantalla, control burocrático partidario, del Estado a destruir y, en algunos casos, mucho dinero.
Hoy, el ejercicio del viejo y muy vigente principio del "centralismo democrático", también estatutario, es tan prioritario como la unidad. Es más, ambos son y han sido, una necesidad en simbiosis indestructible para toda revolución. Revisemos la historia.
Seguro estoy que para algunos dirigentes, por supuesto con el Comandante a la cabeza, respaldando este método de selección de dirigentes, no persiguen intereses mezquinos e individuales alguno, por ello me animo, y atrevo, a alertarlos sobre el grave curso antidemocrático que está desarrollándose en el PSUV, bajo la implementación del mismo para el “control partidario” por mediocres y ambiciosos, incluso de corruptos, ante el que muchos venimos callando en pro de la "unidad".
Todos aceptamos las "Cinco Líneas" del Comandante (correctísimas en mi opinión), incluso la mayoría "dirigente" para soslayar y negar la esencia de ellas y seguir “controlando” el partido. No se precisan las críticas y autocríticas, ni las rectificaciones, que evalúen nuestros resultados políticos por no poder avanzar, a 12 años de revolución, con las “cinco líneas” y la 3R’ al cuadrado, para ejercer "la hegemonía socialista", hasta alcanzar holgada mayoría popular de la sociedad; contra el burocratismo, la rampante corrupción, la violación de derechos fundamentales y de principios, peligrosamente esparcidos hoy como moneda corriente en nuestras estructuras burocráticas, e impidiendo la libertad de opinión, que pretende enfrentar estos flagelos.
En todo el país, hay una seria frustración de cuadros revolucionarios, nuevos y viejos, que con liderazgos locales y nacionales, que pretenden desaparecer o "invisivilizar". El "delito de opinión" (sólo para los revolucionarios) en la AN, gobiernos locales y ministerios, hoy se dirige desde Buros del PSUV, con aditamentos de refuerzo en cada localidad específica, siempre que respondan al poder del Buro central. Evaluemos dimensiones y consecuencias de esta realidad.
Consumada las "entrega bolivariana"…
Trataré de no repetir las muy variadas, validas y documentadas opiniones sobre el “crimen de lesa traición” (no sé si existe en derecho) que representa la “entrega” (¿deportación?), para una jauría judicial en Colombia, del periodista Joaquín Pérez Becerra, sueco nacido en Colombia. Sólo les recomiendo lean, sino lo han hecho, las páginas de internet Aporrea, Tribuna Popular, Voz (de Carlos Lozano), Kaosenlared.net, Agencia Bolivariana de Noticias-ABP, entre otras y, supongo según el ex ministro de defensa de Uribe y nuestras autoridades-, la también “terrorista” página web Agencia de Noticias Nueva Colombia-ANNCOL (por ahora “extrañamente” fuera del aire), sobre lo que este ilegal y repudiable hecho representa para las fuerzas revolucionarias antimperialistas y socialistas, incluso para demócratas liberales decentes, que han respaldado y están dispuestos a seguir defendiendo, a la revolución bolivariana y a su Líder, el Comandante Chávez. Les recomiendo particularmente que lean a Dick Emanuelsson, James Petras, Eduardo Rothe, Oscar Acosta, Chiche Manaure, entre otros.
Quiero si decir algunas cosa que estimo también necesarias.
Consumada la "entrega bolivariana", por obra y gracia de “su mejor amigo”, Santos se consolida como el nuevo Líder de la PAX romana pero en América, la de la muerte santanderiana, la de los “falsos positivo santos”, la de las “fosas comunes santos” de desaparecidos más grandes del continente, bajo el régimen de Uribe y ejercicio del oligarca Juan Manuel Santos, su artífice, como Ministro de Defensa, en nuestra insurrecta querida Colombia.
Aquí se le salió la tapa al frasco o, mejor, se le soltó la rueda a la carreta. Para indignación y estupor de los revolucionarios, nos pretende dar clases de ética y moral, el asesino fascista “matacuras”, epíteto merecido que le pusimos en los 80 a Leopoldo Castillo, por los crímenes de monjas y sacerdotes en El Salvador. El locutor de Globoterror ayer nos llamo a la reflexión por la felonía cometida contra Joaquín Pérez Becerra. ¡Habrase visto! a lo que nuestras violaciones a los principios del “Libro Rojo”, de la ética revolucionaria, nos conduce. Y luego de cometida la felonía, el silencio oficial y partidario. No bastó la deplorable “mediación” a favor del Lobo, ante el pueblo resistente de la tierra de Morazán, con las entregas pasadas de “Etarras”, o las recientes de dos “Elenos” que ingresaron heridos en la espalda luego de un “enfrentamiento” con la FF.AA colombianas en el Arauca vibrador.
Ahora mandamos a prisión a un periodista “terrorista” por dirigir la página web ANNCOL, por delito según Santos porque “desprestigia a Colombia”, y por “revelaciones del computador”, que también acuso a nuestro gobierno, y resistió el bombardeo al campamento del Comandante Raúl Reyes en territorio Ecuatoriano y lo “entregamos”.
Como militante del PSUV, militante revolucionario desde los 13 años (por supuesto antes del PSUV), tengo derecho, y lo ejerzo, de decir: soy Chavista y amigo de las FARC-ep.
Estoy profundamente conmovido e indignado por el destino oprobioso al que se ha enviado al periodista, patriota sueco-colombiano, Joaquín Pérez Becerra, director de ANNCOL; exilado hace décadas en Suecia, huyendo del Baile Rojo de la muerte de 5000 patriotas colombianos militantes de la Unión Patriótica, entre otras su esposa. Fui amigo de la OLP, hoy de Hezbolá, del PPK, y de cuanto pueblo enarbola “todos los métodos de lucha”, como dice nuestro “Libro Rojo”, en la lucha antimperialista, y por tanto, necesariamente socialista.
Estoy convencido que Santos es un criminal fascista y lo digo sin reparo. No dirijo página web alguna, pero si esta declaración me hace meritorio del título de terrorista en comparación con Pérez Abarca, bienvenido sea el remoquete inquisidor y también las consecuencias. El epíteto honra o hunde en el oprobio, dependiendo de quien venga. Demás está decir que enorgullecería si viene del gobierno de Santos.
Para no agrandar nuestra vergüenza revolucionaria y bolivariana, de corazón espero que la Hillary Clinton no exprese su satisfacción, como con el próximo regreso de la Honduras de Lobo a la OEA, por la detención del compatriota colombiano en la terrible cárcel Nacional Modelo de Bogotá, en la que se encuentran reconocidos narcotraficantes y jefes paramilitares que como "Zeus" y "Niche" están acusados de ser autores de numerosas masacres de hombres, mujeres y niños indefensos, entre los más de 6.100 presos penados o “… sin pena ni gloria”, según carta-testimonio del 2009 del académico Miguel Angel Beltrán, uno de los 7.000 mil guerrillero de las FARC-ep, o acusados como tales, presos en toda Colombia.
Lo de Libia y Costa de Marfil no debe servir a los revolucionarios para sufrir una especie de “Síndrome de Estocolmo”. Si así fuese, ya estaríamos derrotados antes de dar la pelea que inevitablemente hay que dar en una verdadera revolución.
Por último, mi solidaridad y mis mejores deseos a la hija, a la esposa, familiares y amigos del compañero agraviado. También a los demás compatriotas exilados o no que, como yo, se avergüenzan por esta traición. A Joaquín saludos y abrazos, en la seguridad de que su fortaleza no requiere de estas palabras, ella será “hasta la victoria siempre”.
Como dijera Usted en la ONU Comandante Chávez: “Huele a azufre”, ahora más intensamente.
Florentino: ¡Estamos mal, pero vamos peor!
Militante del PSUV Caracas
tdelatorre2021@gmail