Una de tantas bondades de nuestro proceso de transformación hacia el socialismo ha sido, sin dudas, la repolitización de la sociedad. Hoy es común que ante hechos importantes a nivel nacional e internacional, tengamos algún criterio, nos pronunciemos, debatamos, o sencillamente manejemos un mínimo de información.
En este sentido, pensamos, que antes de salir a opinar de entrada ante cualquier acontecimiento significativo, debemos madurar la reflexión, poniendo por delante en todo momento, lo que implique un aporte real para la revolución.
Por estos días, uno de los temas centrales es el del compañero Pérez Becerra. Al respecto hemos leido infinidad de opiniones y pronunciamientos que van desde la solicitud de su liberación al gobierno venezolano (antes de su deportación), hasta el expreso señalamiento del comandante Chávez como traidor.
Me gustaría que alguien me diga ¿cómo tamaña descalificación del camarada presidente contribuye en la lucha por la emancipación nuestra americana?
Con la información que ha sido publicada y las diferentes interpretaciones de los hechos, parece obvio que fue un error el tratamiento que se dio a la cuestión, sin embargo, humilde y particularmente, aún no me atreveria a afirmar que lo ha sido. No puedo evitar preguntarme ¿por qué Pérez Becerra vino al país? ¿No fue un error que lo hiciera justo en la antesala de la cumbre de cancilleres para la conformación de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, menos Estados Unidos y Canadá)?
Para algunos es obvio que Chávez es un traidor, que está girando a la derecha, que pactó con el imperio, entre otras afirmaciones, en nuestro concepto, lo único obvio es que el comandante ha demostrado por más de 19 años el tamaño de su compromiso con la causa emancipadora de nuestra américa, con los pobres del mundo. Faltaria espacio para enumerar los hechos concretos que así lo demuestran. Doscientos años de lucha por la integración que comenzó nuestro Libertador y el futuro de 500 millones de personas amenazadas por las políticas imperiales, ¿pesan menos que el error del camarada de aparecerse justo en este momento histórico? Es muy fácil apoyar a las FARC, pero sin ser jefe de un Gobierno que actualmente es el factor integrador más grande de las luchas populares en todo el mundo.
Es preocupante cómo ciertos camaradas han reaccionado automaticamente sin reflexión táctica ni estratégica. Saben que el enemigo es inmeso, saben que es implacable, pero aún así sacrifican al bastión por el orgullo de explicitar su “condición revolucionaria”. El imperio y los pitiyankis han sido torpes en muchas oportunidades en relación a nuestro proceso, pero no confiemos en que siempre será así, ahora mismo pudieran estar festejando que se anotaron una: profundizar la división en nuestras filas.
Es oportuno que miremos más allá de lo aparente y escuchemos al eterno Alí Primera: Pregunto, pregunto por qué nos dividimos, si sólo ayudamos a nuestros enemigos, por qué nos empeñamos en aislar nuestras luchas…
PATRIA SOCIALISTA O MUERTE…
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