Fenómenos a analizar en Venezuela desde el punto de vista del cambio climático

Diez años después de la ratificación de un tratado de los Naciones Unidas referente al cambio climático, las emisiones de gas de invernadero de los países mas industrializados nos llevan al recalentamiento global señalando el fracaso de esos países en perjuicio de todo el planeta. Las emisiones de anhídrido carbónico subieron 11 por ciento en la década del 90, y crecerá otro 50 por ciento a nivel mundial para el año 2020. En 1997 con el Protocolo de Kyoto se acordó que para el año 2012, un grupo (38) de países industrializados reducirían sus emisiones en un promedio de 7 por ciento por debajo de los niveles del año 1990. Hasta ahora eso no lo están cumpliendo, especialmente los EEUU el mayor productor de CO2 del mundo.

Los efectos del cambio climático son desvastadores. En la actualidad las capacidades autoreguladoras de la atmósfera están siendo llevadas a sus límites y según muchos especialistas ya han sido sobrepasadas. Las soluciones a los problemas del adelgazamiento de la capa de Ozono, al calentamiento global y a las alteraciones climáticas devastadoras, no son cuestión de años, ni siquiera décadas. Es por ello que no se podrá esperar a que los efectos se hagan notorios y claros, pues seguramente para ese momento ya será muy tarde para actuar buscando soluciones ante las consecuencias irreversibles. Venezuela colabora con la producción de ozono de manera importante con el conocido Relámpago del Catatumbo, el cual actúa sin parar todos los días y noches.

¿Cuáles son estas consecuencias del cambio climático mundial?

Dentro de los efectos de los cambios climáticos especialmente para la región del Caribe donde se encuentra Venezuela podemos señalar los huracanes, las marejadas, la alteración de las estaciones climáticas y en especial el efecto del “niño” y la “niña” que involucra sequías prolongadas o fuertes inundaciones por una concentración de lluvias excepcionales, los terremotos, los deslaves y derrumbes, los incendios.

Los huracanes son tormentas fuertes que se forman en el mar y tienen vientos con velocidades de 119 km/h y más. Los huracanes son detectados por satélites desde el momento en que comienzan a formarse y por ello generalmente hay una advertencia 3 ó 4 días antes de que empiece la tormenta. Un huracán cubre un área circular de entre 320 y 770 km de diámetro. En la tormenta hay vientos fuertes y lluvias que rodean al "ojo del huracán" central, que tiene unos 24 km de diámetro. Los vientos de un huracán a veces pueden llegar hasta 320 km/h. Sin embargo, el mayor daño a la vida y a la propiedad no es resultado del viento, sino de la subida de las mareas y las crecidas torrenciales. Un huracán es una tormenta tropical con fuertes vientos que circulan alrededor de un área de baja presión. Cuando la velocidad de los vientos llega a las 119 km por hora, la tormenta se clasifica oficialmente como un huracán.

Las bandas espirales de vientos y lluvia que forman un huracán se pueden extender por cientos de kilómetros desde el ojo o vórtice (es un área relativamente tranquila). Cuando los huracanes llegan a aguas cálidas (por ejemplo las aguas del caribe) entonce ese huracán crece en peligrosidad. Así lo vimos recientemente con el huracán Ivan que afectó seriamente a Haití, Jamaica y muchas islas del Caribe, además de afectar a las costas de Venezuela. Cuando la tormenta llega a tierra firme, puede engendrar tornados en sus orillas. La parte más peligrosa de un huracán es, sin embargo, la marejada ciclónica, una gigantesca columna de agua marina, impulsada por el viento, que inunda la costa cuando el huracán entra a tierra. Incluso si la tormenta llega a tierra firme durante la marea baja, el nivel del agua puede subir unos 6 metros cerca de la costa, aunque en casos extremos pueden llegar a 13 metros.

En Diciembre de 1999, fuertes lluvias produjeron un deslave en el Edo Vargas de Venezuela, y produjo mas de 20,000 muertos y desaparecidos aparte de enormes pérdidas materiales. Usualmente, las fuertes lluvias que forman parte del huracán causan serias inundaciones mientras la tormenta se va adentrando en tierra firme a esto hay que añadir que pueden crear olas de hasta 18 metros de altura. D Los huracanes que afectan los territorios caribeños, y últimamente han afectado la parte Norte de Venezuela y en especial las zonas costeras. La temporada de huracanes comienza oficialmente en Junio y termina en Noviembre.

Por otro lado, el incremento del nivel del mar (entre 1 a 3 cm al año) por el descongelamiento de los glaciares, afectará indudablemente a las regiones pobladas ubicadas cerca del mar. Además de estos efectos, la geotéctónica se afecta al generarse desequilibrios por las cargas gravitacionales sobre los lechos marinos, donde el espesor de la corteza terrestre es menor que en los continente. Atendiendo los movimientos regulares de las placas tectónicas y la isostasia, esas variaciones del nivel del mar pueden producir incrementos de esos movimientos con los consecuentes desplazamientos de las fallas de borde de placas, que producen terremotos y vulcanismo en la zonas de subducción. El vulcanismo en la placa del Caribe se ubica al Oeste en los países de América Central y México. El vulcanismo al Este es el arco de las Antillas Menores. No obstante hemos visto recientemente reactivación de algunos volcanes en Colombia y Ecuador, vecinos a la placa tectónica del Caribe. También en el cinturón orogénico terrestre ha incrementado la actividad de algunos volcanes y sismos. Algunos de esos terremotos especialmente los que ocurren en Japón, han producido (años atrás) tsunamis que consisten en hundimientos de la corteza terrestre que provocan una gran ola de mas de 30 mts de altura, que viaja miles de kilómetros y afecta costas lejanas como Chile y las islas del Pacífico Sur.

¿Cómo podemos evaluar la amenaza, vulnerabilidad y riesgo de cualquier desastre natural tal como huracán, inundación, terremoto, deslave, etc?

Independiente de las incertidumbres del fenómeno a considerar (inundación, huracán, marejada, terremoto) o del conocimiento que tengamos de ese fenómeno, la cuantificación de la Amenaza o Peligro debe hacerse en términos probabilísticos.. Suele expresarse como la probabilidad de una variable aleatoria X que exceda a un valor Xo en un lapso de tiempo t. Así tenemos: P (X > Xo / t)

La variable aleatoria X puede ser algún parámetro que caracteriza la intensidad del evento considerado, por ejemplo: velocidad del viento para los huracanes, intensidad de lluvia medida en m.m., altura de las olas, aceleración del terreno cuando hay un temblor. Entonces la Amenaza o Peligro de tal o cual fenómeno es la probabilidad de excedencia del parámetro que identifica al evento considerado, en un lapso de tiempo determinado (usualmente es anual). La inversa de la probabilidad de excedencia anual es el período de retorno del evento considerado. Ahora, la función probabilística a considerar está en función de la cantidad de datos disponibles. Cuando hay muchos datos se usa el modelo de Gauss o distribución Normal. Cuando son eventos escasos como los terremotos, se utiliza la distribución de extrema de Poisson. La decisión de cual utilizar corresponde a los expertos que laborarán en esas cuantificaciones.

Resumiendo, se denomina Peligro o Amenaza la probabilidad de que ocurra dentro de un período específico de tiempo y dentro de una zona determinada, un evento sísmico de una intensidad determinada. Se denomina Vulnerabilidad de zona geográfica, edificación, etc, al grado de daño debido a la ocurrencia de un movimiento sísmico de una intensidad determinada. Entonces definimos el Riesgo como la consecuencia de la combinación del peligro o amenaza y la vulnerabilidad según se expresa en la siguiente igualdad:

AMENAZA o PELIGRO x VULNERABILIDAD = RIESGO

Entonces el Riesgo se incrementa con el factor de vulnerabilidad, considerando que el peligro es un fenómeno natural que no puede ser eliminado o reducido. La determinación del riesgo se realiza sobre la base de las proyecciones de las clases de daños para los diferentes tipos de áreas geográficas, edificaciones, o lo que se vaya a estudiar. Usualmente se clasifica el riesgo así:

Riesgo Alto.: Tendrán probablemente grandes daños.
Riesgo Medio: Tendrán daños moderados.
Riesgo Bajo: Probablemente no sufrirán daños o sufrirán daños leves.

¿Cual es la situación de Venezuela ante las consecuencias de los cambios climáticos mundiales?

Venezuela está ubicada en el Norte de la América del Sur y pertenece al área del Caribe. Por tal razón los desastres naturales que han ocurrido, ocurren y afectan al país como consecuencia de los cambios climáticos se pueden clasificar en:
a. Inundaciones por la ocurrencia de fuertes aguaceros.
b. Deslaves de faldas de montañas por la saturación hídrica del suelo motivado a fuertes aguaceros de gran duración.
c. Vientos huracanados durante las estaciones de lluvias, entre Junio y Noviembre.
d. Terremotos destructivos, por estar Venezuela ubicada entre la placa tectónica de América del Sur y la placa tectónica del Caribe (sistema de fallas de Boconó y San Sebastián, con mas de 2000 km de largo).
e. Marejadas con grandes olas por el paso de huracanes en el mar Caribe al Norte del país.

Los daños producidos son básicamente sobre los ciudadanos residentes de las diferentes zonas susceptibles a sufrir los eventos naturales mencionados, y los daños sobre los bienes muebles, sobre los inmuebles residenciales y de oficina, sobre las carreteras y puentes, sobre los puertos y aeropuertos, sobre las siembras, sobre las industrias, así como los daños sobre los servicios eléctricos, de agua potable, de gas doméstico, de comunicaciones tanto viales como de transmisión telefónica, de fax y data.

¿Venezuela cuenta con sistemas idóneos de prevención para todos estos desastres naturales producidos por los cambios climáticos?

Lamentablemente no para todos los eventos mencionados. Venezuela cuenta con Normas Sismorresistentes para el diseño de estructuras para resistir los terremotos, por lo cual está preparada para que sus edificios, puentes, represas, obras industriales, etc, puedan resistir los sismos moderados a fuertes, según la zona sísmica geográfica en la cual se encuentre la obra específica. Pero la prevención de incendio adolece de supervisión e implementación en las diferentes áreas susceptibles. Quizás la Industria Petrolera sí está preparada y organizada para atender eficazmente las emergencias de incendio en sus instalaciones, pero es una excepción cuando evaluamos el riesgo en otras instalaciones estratégicas.

Con los cambios climáticos producto de las emisiones de CO2 y el recalentamiento global, ha incrementado los huracanes en el Caribe, cuyas trayectorias han afectado levemente las costas venezolanas y algunas islas. Aunque para las construcciones contamos con códigos sísmicos exigentes, no se exigen las verificaciones de resistencias ante vientos huracanados de por ejemplo más de 200 km por hora. Claro, un edificio de concreto armado o de estructura de acero podrá resistir esos embates, pero los daños no estructurales pueden ser grandes y no hay pevención para ello especialmente para los techos de las viviendas humildes ubicadas en las costas del mar Caribe.

Tampoco Venezuela está preparada para marejadas con olas de mas de 6 mts de altura. Estos eventos no se conocían en nuestro país, pero con la aceleración de los efectos del recalentamiento de la tierra se han presentado recientemente estos fenómenos con cuantiosos daños a la propiedad y algunas pérdidas de vidas humanas.

No obstante Venezuela cuenta con un sistema integrado de atención ante desastres naturales, liderado por Defensa Civil, donde participa la Fuerza Armada Nacional, los diferentes Cuerpos de Bomberos, el Ministerio del Ambiente, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Infraestructura y el Ministerio del Interior y Justicia a través de los cuerpos de seguridad. Las experiencias del deslave del Edo. Vargas en Diciembre de 1999, consolidó a todos estos grupos mas un inmenso grupo de voluntarios tanto nacionales como internacionales.

¿Qué hacer para prevenir y reducir la vulnerabilidad ante estos desastres naturales?

Lo primero que hay que hacer es evaluar los elementos de Amenaza o Peligrosidad, la Vulnerabilidad y el Riesgo ante estos eventos. Para ello es necesario crear comisiones multidisciplinarías para compilar datos y clasificarlos, ordenarlos y modelar las probabilidades de ocurrencia versus el tiempo Así se determinarán la Peligrosidad de zonas geográficas e islas, ante la ocurrencia de huracanes, marejadas, inundaciones, incendios, aislamiento de comunicaciones por carreteras por derrumbes, paralización de los puertos y aeropuertos, etc.

Con la determinación de la Peligrosidad de los eventos, los expertos pueden clasificar la Vulnerabilidad de las diferentes zonas y construcciones que en ellas se encuentran. Igualmente se pueden cuantificar los riesgos. Con ellos, se puede estudiar la manera de reducirlos a través de acciones concretas a corto, mediano y largo plazo. Esta tarea es impostergable y debe ser acometida por el gobierno nacional a través de las instituciones a quienes corresponde esa responsabilidad.

Las acciones de corto plazo deben ser implementadas a través de los gobiernos locales y regionales, con presupuestos específicos para disminuir esas vulnerabilidades. Las acciones a mediano plazo se refiere a la creación de normas nacionales y locales de obligatorio cumplimiento, así como la incorporación de aquellas viejas construcciones e instalaciones para que cumplan esas normas. Las acciones a largo plazo se refieren a los programas de investigación y desarrollo de nuevas técnicas para reducir los riesgos y las vulnerabilidades. Estos programas de investigación y desarrollo deben estar incluidos en los macroprogramas de las instituciones multilaterales dedicadas a estos menesteres, de tal manera que exista una reciprocidad e intercambio de tecnologías y métodos para estandarizar los métodos y unidades para poder atacar y resolver esos problemas con el concurso de varios países del área.

(*): Ingeniero Civil, M.Sc. de la UCV, C.I.V No. 8.511 e-mail: jairolarottas@cantv.net



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Jairo Larotta Sánchez

Ingeniero Civil UCV 1970, Magister Scientiarum Ingeniería Sismo Resistente IMME-UCV 1976, postgrado en UNAM Mexico, UC Berkeley (1974-77). Amplia experiencia en dirección, gerencia en empresas de ingeniería en el área petrolera e industrial. Consultor y asesor de 11 empresas privadas y asesor de Ministerio de la Vivienda y Ministerio del Ambiente (1988-2014), patólogo de estructuras (2005-actual). Construcción de edificios residenciales, centros comerciales, estaciones de metro, naves industriales (1979-86). Secretario Ejecutivo de FUNVISIS (1975-79). Once publicaciones científicas en congresos nacionales y mundiales sobre ingeniería sísmica (1972-77). Más de 120 artículos en Venezuela y exterior sobre monetarismo y macroeconomía (2003-actual). Orador en conferencias, foros, entrevistas por radio y TV sobre macroeconomía geoestratégica, creador del bolivar oro divisa y criptodivisa oficial asociada para venta de hidrocarburos, productos no petroleros, compra de bienes y servicios foráneos (2005-actual). Libros publicados: coautor de "Cien años de compañía", Editorial Don Bosco, Caracas 2006; autor de "El síndrome de la piñata en la idiosincrasia del venezolano", Editorial Dictus Publishing, Saarbüken, Deutschland (2014) ISBN- 978-3-8473-8853-1

 jairolarottas@gmail.com

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