Compatriota Ing. Haiman El Troudi, ¡Ud. se volvió a pelar!

Servicio del transporte masivo

Al Ing. Haiman, se reconoce el esfuerzo pero los resultados no dan para tanto, bájese de las estadísticas, de los indicadores de gestión y de las estructuras de costo, entre otros, y use el servicio de transporte masivo Metro de Caracas para ir y venir día tras día a su trabajo y hacer diligencias, sobre todo en el subterráneo en sus 4 líneas, diríamos que de 5:30 am. 8 pm, de lunes a viernes, si lo hace desde las llamadas ciudades dormitorios (Guarenas y guatire, altos Mirandinos, Valles del Tuy, Maracay y Valencia, Caricuao) incluya la modalidad superficial de Metrobus y la modalidad del Ferrocarril, la apreciación será mejor aun; si es posible exíjale también a su tren directivo que haga uso del servicio para trasladarse a su jornada laboral, hablen con la gente para conocer su opinión, pero como un usuario cualquiera, lo más seguro es que hasta tengan suerte y compartan los olores y humores, contrasten esta percepción con la que recogen de las encuestas, las cuales han sido elaboradas con preguntas cerradas en su mayoría, orientadas a comprobar hipótesis y suposiciones, es decir con una subjetivación previa; verá que a pesar de la musico-terapia, para contener las emociones encontradas, y de la bien orientada campaña comunicacional para re-encausar el cumplimiento de las normas del usuario, todavía falta mucho para dar ruedas de prensa comunicando conclusiones y sobre todo justificando ajustes tarifarios, medidas y formas de hacer que recuerdan a la agenda Venezuela.


Argumentos neoliberales para el aumento de tarifas

¡Posición adelantada!, como mínimo, compatriota Ud. nos hizo recordar a Teodoro, en los 90's, ese radiante ministro del segundo gobierno de Caldera, que con su elocuente retórica pretendía, con un lenguaje inaccesible para el ciudadano común, justificar los aumentos y convencernos de la conveniencia de tales medidas, “estamos mal, pero vamos bien”, era necesario tapar el hueco fiscal; la receta Neoliberal sugiere equilibrar las cuentas sin tocar la renta del capital.

Luego, en el análisis de la situación el neoliberalismo sugiere aplicar el razonamiento dialéctico, que pretendía ser científico, a través del cual la economía, cual pseudo-ciencia, descubrió dónde estaba el problema, ¡Eureka!, es la ineficiencia del Estado-Nación, comenzando por su poder ejecutivo; empleando la racionalidad económica a los problema se detecta que el gasto fiscal es muy alto; caramba, ¿dónde se puede recortar?, el radar indica los servicios públicos (electricidad, Agua potable y aguas servidas, salud, educación, transporte público masivo, telecomunicaciones, etc.), los subsidios a los mismo ya no se pueden mantener ni mucho menos aumentar, consecuencia de ello: la desinversión para adecuación, ampliación y expansión, la imposibilidad de aumento de salarios y como resultado el desetimulo y mala gerencia; todo esto aunado al rápido crecimiento de la población hace que el servicio colapse; si se evalúa desde la óptica del mercado, es decir de la búsqueda de rentabilidad, obviando su función social, propia en un Estado Social, se llegan a conclusiones muy convenientes para el capital, entre otras, que el subsidio es insostenible, urge ajustar las tarifas gradualmente, ¿por dónde comenzar? Fácil, con un estudio internacional comparado -“Bench Marking”-, se elegirá una lista de países con este servicio, que se yo Francia, el Reino Unido, Argentina, se justificará su elección, de eso se encarga un especialista en finanzas con algún estudio de 4to. Nivel, él preparará la lista que permitirá darle la fuerza persuasiva necesaria al discurso para que todos, sumisamente, acepten con resignación un aumento, es más hasta lo aplaudan.

Usado este guacho neoliberal para el caso del aumento de tarifas del servicio de transporte metro y habiendo llegado a un monto, nos dirán que es mínimo en comparación con los países bajo estudio, pero nosotros los usuarios/usuarias, con ingresos en bolívares, sabremos que será máximo si lo comparamos con nuestra precaria situación, y si queremos utilizar la misma vara al compararlo en términos de paridad de poder adquisitivo (PPA), con los ingresos de un ciudadano/ciudadana medio de los países de la lista, también estaremos embromados; para nuestros compatriotas, presidente del Metro Ing. Haiman El Troudi, Ministro Ing. Francisco Garces y líder-Presidente Hugo Chávez Frías, representará un 200%, aun cuando lo escalonemos en dos etapas, pues en dicho período el salario mínimo apenas aumentará en septiembre un 5%; así, sin anestesia, el 1 de Junio pasará a 1 Bs.F y en diciembre a 1,5 Bs.F, un anuncio que se repite entre música y mensajes que se difunden por los parlantes de los andenes de las estaciones, se deja colar sutilmente en la percepción del público. Vale señalar que esta es una práctica para comunicar que creemos irrespetuosa y poco ética, preparen un folleto explicativo y una campaña comunicacional, sean directos.


Una disgresión, hay una trampa cultural que debemos superar, que ha sembrado constructos mentales, con percepción y comportamiento asociado, en nuestro inconsciente colectivo, son “yugos” que nos subordinan y naturalizan formas de dominación en nosotros. Sólo menciono una de sus formas de manifestación, en el refranero popular, que podríamos vernos tentados a usar para justificar automáticamente este aumento de tarifa: “lo que nada nos cuesta hagámoslo fiesta”, "Si nada nos cuesta, volvámoslo fiesta", ¿cuál es la ideología o el juego de intereses que esta detrás de esta expresión?. La del trabajador que vive de su salario, la del pueblo pobre sin medios de transporte propios, la del usuario/usuaria frecuente o la del comerciante, especulador, burgués ávido por privatizarlo todo, por hacer de todo una mercancía de donde sacar renta?.


Realmente que hay detrás de la decisión?, ¿Se quiere ir desmontando el servicio público, como en los países neoliberales del estudio comparado?, ¿qué viene luego, la privatización?, ¿En que mejorará este aumento la calidad del servicio, el buen vivir?, Cuál es el problema real?, ¿Es el colapso del servicio metro o es el caos del servicio de Transporte público masivo, multimodal, subterráneo y superficial, público y privado?, ¿Es el colapso de las autopistas, carreteras, calles y avenidas por mal estado, alto volumen de vehículos y falta de cumplimiento de normas? ¿Es el colapso de los servicios en la gran Caracas, dónde dicen que cabe otra Caracas?. ¿El usuario y la usuaria tienen opciones o están condenados?.

Si construimos un Estado socialista, vale citar a Marx, en su Critica al Programa de Gotha, 1875:

En una fase superior de la sociedad comunista, cuando haya desaparecido la subordinación esclavizadora de los individuos a la división del trabajo, y con ella, el contraste entre el trabajo intelectual y el trabajo manual; cuando el trabajo no sea solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital; cuando, con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos, crezcan también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva, sólo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho horizonte del derecho burgués y la sociedad podrá escribir en sus banderas: ¡De cada cual, según sus capacidades; a cada cual según sus necesidades!” (negrillas nuestras),

Siendo así, ¿cuál es nuestro horizonte?, tal vez sea lejano pero orienta, tienen sentido estos razonamientos neoliberales que miran sólo desde el lente económico, más específicamente la obtención de la renta obviando las consecuencias en su dimensión sociológicas y la complejidad real del problema. ¿A qué estamos jugando?, la arrechera que vive el pueblo como consecuencia de estas medidas de escritorio, de oficina, de simulaciones en modelos econométricos, las padecen tiros y troyanos, sin distingo de ideología; no hay racionalidad que subordina a la emocionalidad, los afectos los maneja el cerebro emocional o límbico. Peor aun las emociones condicionan las percepciones, que son el paso previo para la acción y efecto de conocer.

La solución debe apuntar hacia el socialismo, o como mínimo en transición a un Estado Social, va en contra corriente al neoliberalismo, obliga a ser innovadores, olvidemos las recetas y hagamos teoría y práctica trasformadoras Aquí y Ahora!.


alvin.lezama@gmail.com



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Alvin Reinaldo Lezama Pereira


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