La quema de Judas y el secuestro de Joaquín Pérez Becerra

Ha pasado ya un mes del secuestro y entrega del periodista sueco Joaquín Pérez Becerra y cada vez que analizo el problema se me revuelve el estomago y no logro conseguir la razón de la tremenda brutalidad cometida por el Gobierno Bolivariano del Presidente Chávez.

Desde el punto de vista jurídico, fue absolutamente ilegal e injustificable; se le violaron todos sus derechos, se le violo su condición de refugiado político, se violo la constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, y se violaron un sin numero de acuerdos internacionales en materia de derechos humanos subscritos por Venezuela, además se violaron normas de INTERPOL, que le prohíben a este organismo policial inmiscuirse en asuntos políticos, étnicos y o religiosos.

Desde el punto de vista humano y ético, fue inmoral. Desde el punto de vista político, un error garrafal que no tiene vuelta atrás y que quedará como una mancha indigna en la historia de Venezuela.

Ahora, si muy grave fue la metida de pata del gobierno venezolano, peor fue la respuesta y actitud asumida por Chávez ante este horror político, que torpemente trato de justificar. Luego enfiló sus cañones contra los sectores de izquierda que han sido críticos de su gobierno pero también los más fieles defensores del proceso Bolivariano tanto dentro como fuera de Venezuela.

Dentro de todo lo negativo y el gran malestar causado por la entrega de un periodista Revolucionario al gobierno narco militar de Colombia, quisiera destacar que han surgido algunas consecuencias positivas a pesar de la censura mediática imperial y del mismo gobierno venezolano. Primero, se le ha dado fama al periodista Joaquín Pérez Becerra y a la agencia ANNCOL , a quienes solo conocían en su casa y en la policía Colombiana. Segundo, se ha desatado un impresionante debate dentro y fuera del país sobre la situación de la Revolución Bolivariana y hacia donde se dirige este proceso, también se ha manifestado en la Izquierda una abierta crítica, que antes era muy velada sobre la figura y actuación del Presidente Hugo Chávez.

Si analizamos el gran volumen de opiniones y artículos por este caso, a través de un medio alternativo e independiente, como lo es aporrea, nos damos fácilmente cuenta que la mayoría en más de un 70% rechaza con muchos argumentos la detención y entrega del periodista Pérez Becerra. De los que tratan de defender la posición de Chávez al respecto, no he conseguido ninguno que tenga un argumento sustentable, en lo ético, en lo jurídico o en lo político. La mayoría de estos caen en la descalificación personal de quienes hacemos críticas a Chávez y su gobierno, pero son incapaces de enfrentar con argumentos serios la crítica en si.

Chávez y los que han criticado ferozmente a los compañeros que quemaron muñecos del ministro Izárra y del canciller Maduro en señal de protesta, no entienden que la quema de judas es una tradición en Venezuela. Si la protesta por la detención arbitraria del periodista Pérez Becerra hubiese sido atendida oportunamente, al igual como se atendió en la Asamblea Nacional a los estudiantes neo fascistas hijitos de papá, esa protesta nunca abría pasado a mayores.

Chávez se equivoca también cuando se inclina a la derecha y dispara a la izquierda, desafiando a que lo quemen a el. Primero, no es un problema personal con Chávez, es un problema de principios Revolucionarios y segundo, si no se ha quemado el muñeco o Judas de Chávez, como forma legitima de protesta, no es por miedo al súper líder, es por respeto al pueblo venezolano que aun sigue creyendo en Chávez a pesar de sus errores garrafales.

En un momento crucial del mundo, con una crisis financiera global, con una ofensiva feroz del imperialismo, con un alzamiento masivo de los Pueblos como nunca antes se había visto y huérfanos de un liderazgo revolucionario, Chávez se ha lanzado a un hoyo de excremento del cual difícilmente logre salir...

Chávez por si solo se hiso indigno del premio Rodolfo Walsh, deberían retirárselo y entregárselo al periodista Joaquín Pérez Becerra…

Ahora la gran pregunta es POR QUE? o A CUENTA DE QUE? Si fue a cambio de un mafioso narcotraficante, el cual el gobierno colombiano demoro 9 meses en entregar a la justicia venezolana, es INMORAL, si fue por razones económicas, es INMORAL, si fue para buscar el indulto del Imperio, es más INMORAL. El Imperio no perdona a nadie, ni a sus mas destacados colaboradores, véase como terminaron Manuel Antonio Noriega en Panamá, Sadán Husein en Irak, Bin Laden en Pakistán, etc. Etc. Etc.

En definitiva el secuestro de Joaquín Pérez Becerra, demuestra que hay un arroz con mango ideológico en cuanto a que clase de socialismo y revolución se construye en Venezuela? Y pone en gran duda el futuro y liderazgo de la Republica Bolivariana de Venezuela.

Ni los estados, ni los gobiernos hacen Revoluciones.

Y Solo el Pueblo salva al Pueblo.

Yurisolari@gmail.com


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