(Texto traducido al español por el pre-intelectual Roberto Hernández Montoya) .
Amanece en la Casa Blanca. La brisa sopla ligeramente por los ventanales. En su habitación, el presidente George Bush termina de arreglarse la corbata frente al espejo. Se acomoda el nudo y se acerca al cristal.
- Cada día me veo mejor -se dice.
Sabe que todo su cuerpo de funcionarios y asesores (gente de la Casa Blanca, el Pentágono y la CIA) lo está esperando en el salón principal, y eso le motiva una sonrisa:
- Siempre es bueno hacerse esperar.
Revisa los informes que desde muy temprano le dejan en la mesa de la sala y se detiene en cada uno de los párrafos que están subrayados. Va revisando lentamente cada juicio emitido por sus compañeros de mando, no sea que lo agarren fuera de base.
Ahí va leyendo lo que dijo Noriega, y sonríe, lo que afirmó Condoleezza, y crece su sonrisa; lo que señaló Bronfield, y sigue riendo el Presidente, lo que dijo Goss, y a medida que va leyendo la sonrisa le va creciendo.
Todo está en orden. Como debe ser. Sus funcionarios se están portando bien, muy bien.
Deja el informe sobre la mesita de madera y se devuelve a verse en el espejo. Ahora sabe que va cargado de informaciones y su imagen se crece en el espejo.
- Lástima que no pasó lo mismo con las armas de destrucción masiva -se dice.
Al fin se encamina al salón principal de la Casa Blanca. Saluda a los hombres de confianza que lo custodian y que luego le abren la puerta. En el momento en que la puerta se abre todos se ponen de pie. Bush da los buenos días y comienza a saludar a todos los hombres del Presidente a medida que va dando la vuelta a la mesa hasta llegar a su asiento; una vez allí pregunta:
- ¿Y qué? ¿Cómo amanecieron esas agresiones contra Venezuela hoy?
Noriega quiere decir algo pero Condoleezza se adelanta, y Bush les dice que: “No es necesario que hablen todos, ya leí el informe”.
Se detiene un momento y ve la minuta de la reunión. La lee en silencio porque nadie se atreve a decir nada. Y entonces dice:
- Seguimos muy preocupados por lo que pasa en Venezuela.
Ya todos hemos declarado que estamos muy preocupados por ese país hermano. Sin embargo creo que hay que seguir declarando. Eso es todo por hoy.
Y entonces el Presidente salió preocupado, muypreocupado por lo que está pasando en Venezuela.
Periodista
Robertomalaver@cantv.net
