Veamos:
Los medios de comunicación, opositores al gobierno nacional, siempre han resaltado el denominado “nivel de inseguridad” que padece la clase media. La delincuencia en los barrios nunca les ha parecido de interés pues, para ellos, el delincuente viene del “barrio”, es negro y chavista, y su víctima debe ser una persona blanca, “demócrata” y domiciliada en una “urbanización”.
A la izquierda siempre le ha interesado el tema de los derechos fundamentales de la “población carcelaria”, por razones humanitarias y procurando su “reinserción”. Por el contrario, la derecha siempre ha deseado la muerte simultánea de los privados de libertad… que sean pobres.
Pues, ahora, como nunca antes, la derecha y sus medios están muy preocupados por la situación de los presos, aunque sean delincuentes y pobres. Comenzaron a alarmarse el día que el gobierno bolivariano tomó la decisión de intervenir las cárceles venezolanas dada la consabida situación que sufrían estos recintos desde tiempos inmemoriales, esmerándose en cuidar hasta el más mínimo detalle para preservar el mayor número posible de las vidas humanas en riesgo.
Sin embargo, nos llama la atención que el retardo procesal denunciado por los familiares de los reclusos y las ONG de Derechos Humanos es hoy descartado como aspecto noticioso. Y es lógico: el 80% de los jueces penales son opositores y el grueso de los fiscales del MP, también. Es decir, son de derecha y, por eso, siempre han deseado la muerte simultánea de los privados de libertad… que sean pobres. Entonces, insistir en que el retardo procesal es causa directa del problema carcelario supone para los medios de derecha atacar a sus propios jueces y fiscales.
El resultado: los medios están presentando esta acción gubernamental como un genocidio y, paradójicamente, la base social antichavista lo celebra. La base social chavista entiende la necesidad de llevar la revolución al servicio penitenciario y sabe el verdadero propósito de esta iniciativa. Y, para terminar, los jueces y fiscales opositores están felices pues creen que el número de muertos será infinito y tendrán menos expedientes en sus gavetas.
Allá ellos. A nosotros nos toca convencer a nuestra vanguardia de que toda acción necesaria que planifique y ejecute el gobierno nacional va a desequilibrar, a enloquecer, a la oposición y sus diversos elementos. Solo basta tener la iniciativa...
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