Luego de conocerse los resultados electorales del 8-D, algunos reflexionarán sobre las causas del triunfo de Ernesto Villegas en el Distrito Metropolitano de Caracas. Otros llegarán a las mismas conclusiones preguntándose: ¿por qué no fue reelegido Antonio Ledezma? Todos coincidirán en que, desde 2008, el candidato de la MUD fue un jarrón chino, costoso e inútil para los capitalinos, incapaz de coordinar con sus aliados de las alcaldías de Chacao, Baruta, Sucre y El Hatillo alguna solución para sus múltiples problemas; que se destacó por ser enemigo acérrimo y detractor mezquino de las políticas que la Revolución ha implementado en el AMC; que, desde su posición de poder, prefirió ser cómplice permanente de los empresarios especuladores, se negó a recorrer las calles para, al menos, escuchar las necesidades del pueblo y se apoltronó en su cómodo refugio, rodeado de su séquito, tal y como aprendió desde muy joven de sus maestros del cogollo adeco.
La mayoría de los electores de la Gran Caracas le dieron su voto a Ernesto porque, durante los últimos 5 años, corroboraron que la MUD no es una alternativa para gobernar sino para conspirar, que no tiene planes para avanzar hacia el desarrollo integral de la Patria y que solo defiende intereses del capital trasnacional. Sus propios seguidores se dividieron, desmotivaron, desmoralizaron, no solo por sus pésimos candidatos, sino después de ver a toda su dirigencia, al desnudo y en silencio, cuando el Presidente Maduro "entrompó" a los promotores de la guerra económica.
Villegas ganó porque la población consideró que es preferible un Alcalde Metropolitano que pueda entenderse con el Gobierno Nacional y las demás ramas del Poder Público y logre, por ende, atender las necesidades populares con medidas concretas, y eso solo lo garantiza la gente de Chávez.
La cohesión revolucionaria fue un factor determinante. El hecho de no haber sufrido fisura alguna y, por el contrario, haber engrosado la base de apoyo del Gran Polo Patriótico permitió esta victoria.
La designación de Ernesto como candidato fue el acierto inicial que facilitó la unificación y consolidación de todos los factores socialistas, primero, y la sumatoria de caraqueños que, con visión de futuro, aspiran a participar en la construcción de la "Caracas Metropolitana inclusiva" que Villegas, el joven periodista, ampliamente conocido por su ecuanimidad, por su lealtad a Chávez y a los principios que le inculcaron sus viejos, propuso públicamente trascendiendo la simple retórica mediante la elaboración de planes de ejecución factible.
Otro factor de suprema importancia fue el excelente funcionamiento de la maquinaria del Gran Polo Patriótico y la masiva participación voluntaria de los independientes que quieren ver a su ciudad bien administrada y dirigida. Sin su activación, todavía tendríamos al jarrón chino: más caro, más inútil y más atravesado.