Los resultados de toda contienda electoral, debe tener una sola lectura, pero en la realidad cada quien le da la connotación que le convenga. Se puede hablar de la intensión del voto, del porqué de la abstención, del porque aumenta un sector y baja otro, o cualquier otro tipo de detalle que se quiera analizar, lo que no se puede es manipular la realidad con aspectos ajenos a la razón.
Podemos decir que el fenómeno político es totalmente cambiante y en gran medida esto va en fusión del grado de madurez política que puedan alcanzar los pueblos, por lo menos en Venezuela, se pasó de la oferta de las latas de zinc y bloques, a la oferta del modo como se debe construir el país y esto es un gran avance que indica la madurez que hemos alcanzado.
Lo que si no podemos entender es que las matemáticas, que es una ciencia exacta, ahora en la política venezolana (léase sector opositor) se haya descubierto un modo distinto de apreciar la proporción numérica, que riñe contra el legado de Pitágoras, eso de que 30% es mayor que 70%, no se lo cala nadie.
Lo que estamos claro en entender es que producto del resultado electoral, el señor Capriles perdió hasta los pronósticos, vaticinó un plebiscito que terminó en recular, quedó con el menor número de alcaldías (su partido) frente a los demás partidos que conforman la mal llamada Mesa de la Unidad, la cual quedó totalmente fracturada, tomando su propia identidad los partidos que la conformaban, eso por un lado, lo que podemos traducir que el señor Capriles no representa en absoluto a los partidos de oposición, en pocas palabras se le acabó el show, solo le queda el oxígeno que los medios le dan.
Por otro lado es cierto que la oposición ganó en las principales alcaldías del país, confirmando con esta calificación que hacen su sentido clasista, excluyente y despreciativo, de los demás pueblos que no son medidos por la óptica capitalista, por no poseer los recursos económicos que estas llamadas alcaldías principales cuentan.
Algunos de estos candidatos opositores ganadores tienen un rabo de paja bien grande, convictos y confesos en actos de corrupción, malos manejos de los fondos públicos y otros claramente dedicados a la especulación voraz del capitalismo salvaje, con evidente y notoria actuación que riñe contra la moral, buenas costumbres y la propia ley. La verdadera derrota y el verdadero castigo de los votantes opositores es haber votados por estos candidatos moralmente destruidos, por sus propios actos.
Todavía o por lo menos hasta que se dieron estas últimas elecciones, hay un sector de la sociedad que vota por cualquier cosa, con tal de sacar al proceso revolucionario de la faz de la tierra venezolana y estos inescrupulosos ganadores de la contienda aprovecharon esta confusión mental para refugiarse de sus marramuncias, haciendo muy bien su papel de víctimas, y no podemos entender porque todavía siguen manteniendo una impunidad absolutamente absurda, cuando hemos dado ejemplo de castigo a los nuestros, porque a ellos no?.
Sostenemos que la dirigencia de la oposición venezolana, si ganó, ganó el puesto de sempiternos equivocados, perdedores, fascistas, saboteadores, defensores de los enemigos del pueblo, lacayos del imperio, de protectores de todo lo que huele a capitalismo y a bichos malos, proxenetas, apátridas, corruptos, falsos, manipuladores y pare usted de contar.
Esta es la única explicación de porqué un estilo de gobierno con más de 14 años en el poder se mantiene y no los deja lograr obtener sus objetivos, de allí que no es solo un slogan político eso de “No volverán”, sino una realidad palpable, de que no lo harán, no lo harán, porque deseos no empreñan, la voluntad del hoy redimido Poder Popular no lo permitirá.
Por último una gran reflexión a aquellos dirigentes del proceso que no lograron hacer salir a sus seguidores, como en otros estados del país, nos toca decirles, no estamos conformes con los resultados en nuestros municipios (30%), no podemos seguir oyendo que se aumentó la votación, debemos llegar al meollo del asunto y satisfacer los requerimientos de nuestra militancia para lograr su movilización, porque de no ser así, ningún esfuerzo como el hecho por cada uno de nosotros, razón por la cual podemos tener la moral para hacer este señalamiento, podrá lograr mantenernos en el tiempo. Finalmente concluimos deseándoles una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo, para todos y cada uno de los venezolanos, recordándoles a los nuevos y a los reelectos alcaldes que en sus manos esta mantener o perder la Patria. Por sus hechos los conoceréis
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