La entrevista a Eduardo Samán publicada en Aporrea es apenas la muy pequeña punta del iceberg de un monstruo que se esconde tras los medicamentos alrededor del mundo. Haré un análisis bastante resumido. La industria farmacéutica es la más poderosa del planeta por encima de la militar Un artículo de la revista Question, editada por Alia2, relacionada con el tema y publicado en marzo de 2005 describe un muy buen trabajo investigativo al respecto. Trata sobre el negocio con las enfermedades de la industria de fármacos. El entramado de las mafias que controlan ese mercado negro de las dolencias de la humanidad es realmente espantoso.Las dos principales industrias de medicamentos del mundo están en EE.UU y Gran Bretaña, claro, con varios “derivados” instalados en todo el orbe. En la Corte Penal Internacional hay una denuncia por genocidio y otros crímenes contra las trasnacionales que controlan la manipulación de medicinas que mantienen al mundo enfermo de manera endémica. Las principales enfermedades que diezman a la humanidad son las cardiovasculares, la diabetes y el cáncer. La denuncia fue presentada en junio de 2003 por los delitos de genocidio y complicidad en crímenes de guerra y agresión.
Todavía no hay un veredicto al respecto y no creo que lo haya. Los grandes laboratorios de drogas para recetar viven del cuerpo humano que se enferma por múltiples vías y razones. Entre los acusados se encuentran Donald Rumsfeld quien fue presidente de varias empresas biotecnológicas y farmacéuticas, entre ellas G.D.Searle (hoy fusionada en nuestro país con otras firmas del sector). También lo está John Ashcroft, exseccretario de justicia del genocida George Bush. “Es uno de los estrategas de la llamada Ley de Seguridad Nacional… Es responsable de las leyes proteccionistas que permiten esencialmente que la industria farmacéutica goce de inmunidad y no sea considerada responsable de sus delitos en EE.UU.”. También están acusadas, entre otras, Pfizer Inc.,Merck &Co, Glaxo SmithKline PLC, Novartis AG, Grupo Financiero Rockefeller, Grupo Rothschild, Grupo JP Morgan, Amgen Inc.,Astra Zeneca, Eli Lilly and company, Laboratorios Abbott y otros. Hay una madeja de cómplices que se reparten en el mundo de la ciencia, la medicina, la mass media, la política y la Organización Mundial de la Salud.
¿Recuerdan el fraude de la gripe porcina llamada H1N1 y catalogada como “pandemia”, sin serlo, para salvar a los laboratorios Glaxo y Roche de sus crisis financieras?
¿Quiénes avalaron esa farsa? La OMS fue su principal cómplice junto a los grandes medios de EE.UU y Gran Bretaña, entre otros.
Nuestras mujeres han sido sometidas a lo largo del siglo 20 a experiencias de conejillos de indias con los anticonceptivos importados de USA y Europa, con la TRE (terapia de reemplazo hormonal) con serios trastornos colaterales, por ejemplo. Casi todos los médicos hacen tanteos de curación con medicamentos poco conocidos por ellos pero que los laboratorios le imponen a cambio de viajecitos a congresos y diplomas de asistencia. Ellos, los médicos están de manos atadas por esas mafias de mercaderes de la salud. Los efectos colaterales son muchísimos.
¿Por qué esas trasnacionales de fármacos no invierten en la investigación para la cura de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el cáncer?
Porque viven de la endemia de esos males y no apelaran a métodos naturales que han sido efectivos en la cura de muchas enfermedades. No les conviene. La salud como negocio. En nuestro país se fabrican varios genéricos que deben ser revisados para verificar su real eficacia pues las mafias de los medicamentos también llegan con sus asquerosos tentáculos para que esas fórmulas salgan debilitadas y obligarnos a comprar las de “marca”.
Las propuestas del camarada Eduardo Samán son totalmente ajustadas a la realidad y no se le dio salida a ese proyecto por la derecha endógena parasitaria que pulula en Miraflores y que es cómplice de los criminales arriba citados.
Las concesiones para la explotación de medicamentos que propuso Samán son de gran estrategia sanitaria pero estamos frente a un monstruo mil veces peor que la mitológica Hidra de Lerna. La revolución debe entrarle de frente al flagelo del grosero comercio con la salud de nosotros los venezolanos.
@granfran50
