Nuestras canciones de rebeldía revolucionaria se han ido tejiendo con el tiempo, arrancadas de nuestras almas guerreras y combatientes, trazando con sus palabras y matices la esperanza por un mundo mejor; que nos inspira y nos hace creadores del más bello canto infinito que se extiende como un grito de esperanza disidente contra la barbarie. Hoy, nuestros sueños se han transformado en realidad cuando vemos los rostros de la gente otrora olvidada, sonriente y con lágrimas de alegría, profiriendo bendiciones a Hugo Rafael Chávez Frias, ese hombre que de Sabaneta de Barinas surgió para sembrar el germen de la revolución que también esperanza al mundo que se levanta, buscando su emancipación.
No pueden conjugar las mismas vibraciones los codiciosos, los egoistas, por que de ellos sólo surgirá la oferta de volver a la oscurana, para asegurar el látigo capitalista y continuar incrementado sus inmensas riquezas materiales, a costa del sudor y sufrimiento de los oprimidos.
Ahora es cuando hay mucho camino por recorrer, queda mucho por hacer y en ese correcto pero tortuoso camino hacia la redención, encontraremos campos minados que tratarán de frenar esta hermosa Revolución Bolivariana. NO LO LOGRARÁN.
Fortalezcamos nuestra conciencia revolucionaria, es una exigencia. No podemos perder de vista experiencias históricas, esto reclama: ¡UNIDAD!
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