Como en toda revolución, el proceso se está dando en un clima turbulento, con muchas contradicciones, esto es lo que nos confirma que está viva. Así que, nos sorprendamos con opiniones encontradas que surgen de la diatriba política.
Somos herederos de Bolívar y Chávez . El clarín de la Patria nos llama a la unión, y si el momento es llegado, responderemos con fuerza, valor y lealtad para defenderla. Todos estamos conscientes de ello, todos somos necesarios, ningún revolucionario tomará la esquina equivocada, a pesar de las divergencias de criterios conceptuales.
La mayoría de nuestro pueblo es en esencia bolivariano, y lleva en sus entrañas el chavismo representado en el Árbol de las Tres Raíces, trilogía que lo hace indestructible, cada hombre y mujer revolucionaria hoy día sabe definir el momento histórico que nuevamente nos toca vivir y hasta con las uñas pelearemos para no dejarnos arrebatar lo que tanto nos ha costado.
Por ello, vengan las críticas, por muy duras que estas sean, sabremos ubicarlas y comprenderlas. Lo que si no debe prevalecer es la intolerancia y la soberbia, sentimientos que contrarían la esencia humanista del socialismo, que con tanto fervor exaltamos.
¡VIVA LA PATRIA!