Y, llegó Chávez como un relámpago, e iluminó de nuevo a nuestra América, la del sur, la del centro y la caribeña. Y se levantaron los pueblos hambrientos de REVOLUCIÓN. Todos fuimos convocados, sin exclusión alguna, y millones hemos seguido la ruta trazada y permanecido leales a ese amor. Los envidiosos y mezquinos, no tardaron en aparecer y desde ese entonces han tratado de apropiarse de su obra y engañar al pueblo chavista con sus artimañas divisionistas. Supremáticos , carentes de humildad, arrojan piedras desde la oscuridad, pero se olvidan que sus sombras los delatan.
Venezuela heróica, Bolivariana y chavista, no sucumbirá a la ignominia de los traidores ni a la canalla fascista.
¡A cerrar filas con nuestro Presidente Nicolás Maduro!