La Comisión de la Verdad debe apurarse, para depurar a la Patria de asesinos y demás criminales. Más que públicos y notorios son los hechos de terrorismo en su máxima expresión que se han venido sucediendo en el transcurso de estos años en revolución, acrecentándose su violencia criminal y despiadada desde el 12 de febrero próximo pasado.
Quienes violan nuestros derechos humanos, asesinando, destruyendo bienes públicos, incendiando ciudades, generando caos colectivo , son TERRORISTAS y por lo tanto, como TERRORISTAS, hay que tratarlos, aplicándoles todo el peso de la Ley. Hay ejemplos de la inmediata aplicación de ella, eso quiere decir que, cuando hay verdadero interés, se procede con celeridad y contundencia. Estamos a merced de focos de bandoleros terroristas a los que se les están respetando sus derechos humanos, hasta tal punto que dichos azotes se mantienen en diferentes zonas delinquiendo, a la vista de todos, demasiada benevolencia digo yo para tales criminales.
Cuántas lágrimas se derraman por cada víctima de estos facinerosos, cuánto horror vienen sembrando y se dice que son sólo focos; ¿y quienes ayudan a esos malhechores? ¿Recuerdan aquellos conciertos de cacerolas tic.tic,tic, y dele, sin parar, días con sus noches, tic,tic,tic,tiquititicti? Fue la preparación del plan diabólico para enfermar la psiquis , que generaría y llevaría a una importante masa poblacional, sobre todo en sectores de la llamada clase media, a la histeria colectiva , a lo irracional, al odio desmedido.
Dice la Constitución: el derecho a la vida es inviolable, pero unos cuantos focos, nos la están violando. Mis derechos, tus derechos, ¿tus derechos?, cuáles, si los pierdes cuando violas los míos.
¡El pueblo venezolano clama justicia, pronta, contundente, certera!
¡A cerrar filas con nuestro Presidente Obrero Nicolás Maduro!
