Tareas urgentes y el ejemplo de Cuba

Siempre recuerdo las palabras lúcidas del camarada Manuel cuando, sorprendido por las fallas en las instituciones del estado, los privilegios de algunos seudo revolucionarios, la burocracia, etc. insiste en recordarme la necesidad de mantenernos constantemente vacunados (con buen marxismo) a riesgo de caer victima de estas enfermedades.

Hay quienes piensan que una revolución es solo “reivindicaciones económicas” al pueblo oprimido, ideas como estas trampean viejos dogmas que creíamos superados: el pensar que nuevas relaciones sociales bastarían para asegurar el curso de cualquier proceso revolucionario, sin necesidad del partido ya que la relación líder-pueblo lo resuelve todo; que la cogestión y el cooperativismo son las únicas herramientas fundamentales en un proceso revolucionario, restando importancia al estado; el llevar a los obreros y al pueblo a ocuparse en acumular pequeñas victorias (fabricas quebradas, contraloría social) en vez de procurarse acumular conciencia y poder político a través de nuevas estructuras en el estado revolucionario, a través de la organización de los obreros en sus centrales. Es un grave error. El “Harneckismo” no solo por casualidad se asimila en fónica al “Anarquismo”.

Mientras pelean las diversas tendencias reformistas por espacios de poder “para hacer la revolución”, los pueblos del mundo ven con asombro el descalabro de la base política del proceso revolucionario venezolano. El MVR por su naturaleza ideológica ecléctica, nunca podrá comprender su rol en este contexto histórico. Sus dirigentes parecieran ver al partido con un fin en sí mismo y no como instrumento útil para los cambios. Seré mas concreto, el MVR no deja de ser un instrumento electoral, su estrategia como partido de masa, lo inhabilita en su misión.

De la revolución cubana obtenemos una experiencia fundamental, no es el Partido Comunista de Cuba (PCC) quien participa a través de sus cuadros en todas las elecciones a cargos políticos o en el manejo de las empresas o instituciones del estado, por el contrario, es el PCC quien procura la participación de la comunidad organizada en Comité de Defensa de la Revolución (CDR) a los cargos públicos, es el PCC quien vela junto a los CDR y la Central Obrera por el desempeño y el buen funcionamiento de las instituciones y empresas del estado. El PCC es más que un partido de cuadros, es un instrumento del pueblo cubano.

El mecanicismo que ubica al partido en funciones electorales y al movimiento obrero y popular en tareas de reivindicaciones económica, pretende seguir deformando y poniendo en peligro la revolución, su oponente mas furioso es el propio presidente Chávez quien genialmente ha advertido las desviaciones que se desprenden por la falta de un verdadero partido revolucionario y por ende, el descuido de lo fundamental, la conciencia del pueblo y el velar por las instituciones del Estado.

El camarada Manuel siempre ha advertido lo vital que representa para la conciencia del pueblo, el reflejo ético y moral que emanan las instituciones del Estado, el presidente Chávez debería comprender que no solo a él le corresponde monumental tarea, pregunto: ¿Cuánto podríamos avanzar de poseer una realidad distinta? Es necesario llevar la revolución adentro del MVR, llegó la hora presidente, ésta tarea sí depende de usted.

basemtch@hotmail.com






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Basem Tajeldine

Marxista. Investigador de temas geopolíticos internacionales en el Centro de Saberes Africanos. Moderador del programa VOCES CONTRA EL IMPERIO, RadiodelSur y RNV.

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