Últimamente debido al padecimiento de esta enfermedad por algunos políticos y Presidentes, creemos pertinente hablar un poco del tema, relacionándolo con el distres o estrés excesivo.
El cáncer se caracteriza por el aumento en el número de células anormales que provienen de un determinado tejido normal, invasión de tejidos adyacentes por estas células anormales y diseminación linfática o hematógena de células malignas a ganglios linfáticos y a sitios distantes. Este grupo de células anormales proceden de células normales que por una u otra razón pierden sus características normales e inician un ciclo de reproducción incontrolado formando masas de células anormales que se conocen como tumores. http://lamedicinaholistica.wordpress.com/2007/07/12/cancer-inmunologia-y-estres/
Sabemos que el estrés deprime
el sistema inmunológico incrementando la vulnerabilidad al cáncer,
enfermedades infecciosas y existen factores emocionales que aumentan
el riesgo de cáncer en personas con ira reprimida, depresión, sedentarismo
y baja autoestima. La respuesta al estrés genera cambios biológicos
y cambios en las conductas de salud o estilos de vida que pueden
predisponer a la enfermedad.
El efecto supresor del estrés
emocional en la función inmunológica y en la susceptibilidad a la
enfermedad, es uno de los aspectos más estudiados de la medicina.
Las células neoplásicas (cancerosas) se desarrollan y proliferan con
una estructura diferente a la normal. Un posible papel del sistema inmunológico,
en la defensa contra el cáncer, sería precisamente la capacidad de
reconocer estas células anormales en las cuales han ocurrido esta serie
de cambios y eliminarlas antes de que el tumor pueda desarrollarse.
Investigaciones sobre humanos ofrecen la evidencia de factores psicosociales y medioambientales, incluidas las experiencias de estrés agudo y crónico, como inductores o asociados con funciones inmunes alteradas. Como acción determinante, el estrés modifica la dinámica neuroendocrina y, por tanto, puede afectar las condiciones y comportamiento inmunes del organismo.
Últimamente se ha estudiado por un grupo de genetistas del Instituto de Caja Madrid, España, que existe un gen que sintetiza un compuesto denominado adrenomedulina. La carencia de adrenomedulina cerebral hace mucho más sensible al sistema nervioso frente a los agentes que dañan el cerebro, se traten de perjuicios externos como los traumatismos, o isquemias o internos, como el exceso de estrés y ansiedad.
El experimento efectuado en ratas ha demostrado que a aquellos animales a los que se les había suprimido el gen del sistema nervioso central, se movían más que los otros ratones y presentaban movimientos exagerados, típicos de las conductas obsesivas-compulsivas que genera la ansiedad.
Un entrenamiento continuado
en relajación afecta positivamente a parámetros inmunológicos en
un grupo de pacientes con cáncer de ovario que reciben quimioterapia.
En un grupo de pacientes con cáncer metastásico, el entrenamiento
en técnicas de relajación durante un año produce cambios significativos
en varias medidas de inmunocompetencia Algunos autores han encontrado
relación entre niveles altos de estrés y menor supervivencia.
Un buen resumen acerca de la
relación entre el estrés y el cáncer lo expresan Wayner, Cox y
Mackay al destacar que:
- El estrés puede influir sobre la iniciación del cáncer de varias maneras:
- Aumentando la exposición del sujeto a un carcinógeno;
- Interactuando con los efectos de un carcinógeno;
- Permitiendo la expresión de un potencial genético latente a través de un cambio en el sistema hormonal.
- Una vez establecido el proceso neoplásico, algunas reacciones tales como un aumento en el consumo de tabaco, alcohol u otras drogas o unas estrategias psicológicas deficientes para afrontar los problemas, pueden modificar o interactuar en combinación con el sistema neuroendocrino.
- El bloqueo de ciertas células inmunológicas, tales como los linfocitos NK debido a la acción conjunta del estrés y del propio tumor, podría aumentar la probabilidad de que determinadas células precozmente transformadas eludieran la acción de las defensas del organismo.