El Tercer Congreso del PSUV es de una importancia trascendental para Venezuela como para el resto de nuestra América en cuanto a que la Revolución Bolivariana ha marcado un hito en la esperanza de los pueblos al demostrar que otro mundo es posible. Ante los ataques de los enemigos imperiales es donde el Partido debe jugar un papel de sustento del gobierno revolucionario, siendo junto a él uno de los pilares del Proceso a la vez que un intermediador entre el Pueblo y el Gobierno como dijera nuestro amado Comandante Supremo el 14/08/2011. “El partido tiene que meterse en eso y ser un intermediario, un intermediador entre el Pueblo y el Gobierno y criticar al Gobierno, ayudar a darle más poder al Pueblo, respetando, Consejos Comunales. El Poder Comunal”
Hago esta primera cita del Comandante porque quiero que reflexionemos sobre un tópico delicado de nuestra organización, que debería ser tratado en tan importante foro. Es muy difícil de contrarrestar y estoy partiendo del principio de que debe ser –conociendo la popularidad de nuestros delegados- preocupación común; afecta demasiados intereses, contradice el mensaje de nuestro amado Comandante Eterno y podría decirse que él lo alimentó porque era necesaria su implementación en las fases iniciales del Proceso pero que en esta etapa del mismo debe ser debilitado y utilizado cada vez menos, en la búsqueda del fortalecimiento del Poder Popular.
El tema en cuestión, no es otro que la ya tradicional costumbre dentro de nuestra joven organización de la multi-participación de Directivos del Partido en cargos administrativos de Gobierno los que dejan de ser “Voceros” para convertirse en “super-jerarcas” y se contribuye así al desperdicio del talento acumulado de muchos camaradas que podrían aportar nuevas ideas. El PSUV debería ser el principal partido de la Revolución y como tal debe tener una acción contralora sobre el Gobierno para poder ser mediador entre éste y el poder popular. Uno se pregunta: ¿Cómo un camarada puede ejercer dos y hasta tres cargos ejecutivos y deñapa, ostenta uno o dos cargos políticos en el Partido y tiene tiempo para dormir; viviendo como nosotros 24 horas por día? Podría contestárseme que el jerarca tiene bajo su jurisdicción muchos empleados en quien delegar responsabilidades, pero el problema es que no tendrá comunicación directa con la situación planteada, y de no coincidir con el criterio del delegado, terminará poniendo su impronta, quizás equivocada ¿Será esta la causa de algunas ineficiencias de las que tanto se quejaba nuestro Comandante Supremo?
Hay un gobernador que pertenece a nuestro Partido que en su campaña casi prometió que iba a desaparecer la Gobernación del Estado y que el Poder Comunal a través de las Comunas sería un hecho casi que inmediato. Pues bien ha gobernado y lo ha hecho tan estupendamente bien que es un modelo de lo que debieron haber sido las Gobernaciones de Estado en la Cuarta República,
Recuerdan este mensaje:
¡ COMUNA O NADA !
Valencia, 26 de julio de 2014