EL DIA DE SOLTAR LOS PRISIONEROS:
El 23 de enero de 1958 y este 23 de enero de 2012. Han transcurrido 54 años y he sido activo testigo de los cambios en esta Venezuela querida.
Ayer contaba que con mi vecino Saul, nos fuimos a ver el bombardeo de los Camberras sobre el palacio de Miraflores, en aquel despertar del 1 de enero de 1958. Luego nos fuimos a saltar y brincar en la esquina de Garita, parroquia San Juan, Caracas, durante una manifestación que venía por la avenida San Martin y en donde quedaron tirados en el pavimento decenas de manifestantes, fulminados por los esbirros de la Seguridad Nacional, salvé el pellejo debido a que una piadosa familia, me permitió ingresar atropelladamente en su casa. Horas después descubrí con asombro que mi camisa tenía un hueco, producto de una bala rasante a la altura de la barriga. Luego el mismísimo 23 de enero, todavía fresco el sonido de la huida de Marcos Pérez Jiménez en su avión “La Vaca Sagrada”, nos fuimos a rescatar a mi amigo Saúl al cuartel de la SN en la avenida “Méjico”.
En resumen todo un pandemonio de inestabilidad, plomo parejo, muertos tirados en las calles y fin de la dictadura.
En las calles campeaba el “Espíritu del 23 de enero”, especie de despertar popular, que nos llevaba a patrullar las calles, ausentes de policías represores y a ponernos al frente de las manifestaciones en El Silencio, para evitar la toma del poder por parte de sectores derechistas y reaccionarios.
Todo fue inútil, la llamada “Junta” presidida por el Contralmirante Wolfang Larrazábal, cayó en manos de la oligarquía y mezquindades de los partidos AD y Copey, quienes en esos días iniciaron la aplicación de su Pacto de Punto Fijo por 40 años. Los sectores populares y el partido Comunista, quedaron fuera del reparto del poder. Se inicia la represión y las guerrillas urbanas y rurales del Frente Armado de Liberación Nacional. Una década de sangre, torturas y exterminación de los luchadores populares.
HOY ESTE OTRO 23 DE ENERO:
Amanece el 23 de enero de 1999 y Venezuela recobra la dignidad perdida. Hoy volvemos a tener otro 23 de enero de 2012 y 54 años han transcurrido. Lo bueno es que debo añadir otros 18 años, con los que contaba en aquella mañana lejana de “soltar los prisioneros” y hoy orgullosamente cuento con unos 72, bien puestos!
Puedo darme el lujo de recordar a Medina Angarita, al traicionado Rómulo Gallegos, al represivo y constructor Pérez Jiménez y a toda la caterva seudo democrática que nos gobernó hasta el segundo de Caldera. Y digo que es un lujo, haber vivido tanto y sobre todo haber catado este inmenso cambio que se ha producido, en mis narices.
Nada menos que hemos recobrado la INDEPENDENCIA y desde aquellos días de mi infancia cuando mi padre trabajaba en la empresa Texaco, en las afueras de Tucupita e íbamos a comprar al “NATIVE CAMP” (Campo de los Nativos) en el “Comisare” o supermercado, donde conocí por primera vez lo que era una manzana roja, rojita, hasta estos días de Chávez, podemos decir que es impresionante y majestuoso lo que hemos vivido, sufrido y cambiado.
Recuerdo con aprehensión los días adeco-copeyanos de la perfecta dictadura que nos sofocaba y en donde hasta las reinas de belleza las ponía el pensamiento único. Fueron 40 años de mediocridad, atrocidades y oscuridad, en una especio de Medioevo nacional, doloroso y terrible.
Estos tontos que todavía siguen embelesados con los adeco-copeyanos de nuevo cuño, no pueden distinguir la enorme diferencia de ser verdaderamente libres que hoy disfrutamos.
CHAVEZ ES EL CAMINO:
Chávez no nos trajo TODO el cambio que necesitamos (Por ahora!), pero si el camino libre para lograrlo.
“Confieso que he vivido” y no en vano!. Hoy en este nuevo 23 de enero, el pasado es testigo de nuestra constante superación como pueblo.
Creo firmemente que no hay marcha atrás.
Nosotros pasamos, pero EL CAMINO queda.
fnatera@yahoo.es