Pueden trazarse las líneas gruesas del ataque enemigo en este año electoral, sin embargo quedan algunas cosas por hacer. Deben señalarse y divulgar el método de la técnica del rumor por el cual logran propalar rumores muy rápidamente, incluso dentro de nuestras propias filas.
Con este método convirtieron en “ladrón” a Aristóbulo en menos de dos semanas, cuando era candidato a la Alcaldía Mayor.
Lo lograron en estos días que corren, con la ida del Comandante Chávez a Cuba para estudiarse la remisión de un cáncer en la región pélvica.
Debe investigarse con más detenimiento el procedimiento que emplean.
Estamos cansados hasta la saciedad de señalar que usan monitores dentro y fuera del seno de la Revolución.
Suponemos que son numerosos monitores, para que no se deforme mucho el mensaje. Éstos deben tener como objetivos pequeños grupos a los que les comunican la matriz de opinión. Esto podría ser una desventaja, pues serían fácilmente localizables. Lo que hay que hacer es divulgar este modus operandi, si es que realmente funcionan así.
Hay que divulgar también que van a aumentar los índices delictivos. Están repartiendo armas en los barrios de las grandes ciudades del país. Debe existir otra modalidad para el campo. Entrenan arman y financian a delincuentes comunes para cometer delitos. Hay pedigüeños en el transporte superficial en los que es fácil observar que tienen mucha más capacidad de acción que estar “rateando” en un autobusete.
Van a producir caos en el tráfico de las grandes ciudades. Tomarán en cuenta, como ya lo han hecho, los cuellos de botellas que existen en ellas. Las modalidades son variadas, choques simulados, fallas mecánicas ficticias, y pueden hasta reaparecer los vuelcos de gandola. En la ciudad capital sabotearán el sistema Metro, aprovechando los miembros de la oposición que trabajan en ese sistema, en combinación con caos en el tráfico superficial.
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