Otros fines no expresos de la Devaluación del bolívar

Aunque no soy abogado, puedo inferir que en la Constitución no hay una sola frase alusiva de PREVISIONES subestimatorias de los Ingresos marcados en los Anteproyectos de Ley de Presupuesto, ya que tales previsiones , o sea, las subestimaciones de los ingresos debería estar estricta y biunívocamente ligados al monto de los egresos, porque no puede ni es lógico sobreestimarse egresos sin que estos armoniosamente guarden correspondencia bilateral con los ingresos *previsiva* o conservadoramente estimados, máxime cuando hay pruebas y base de datos de mercado internacional que hacían perfectamente admisibles un mejor precio estimable para el petróleo mucho antes de la aprobación inconstitucional que realizó la Asamblea Nacional.

Y menos aún se puede esgrimirse previsiones subestimatorias de Ingresos en dólares, si paralelamente el gobierno proyecta, aprueba y conviene por decreto mermas en la paridad cambiaria para poder cubrir o aumentar sus disponibilidades en bolívares, habida cuenta que esto chocaría y echaría incongruente e incoherentemente por tierra las esgrimidas previsiones conservadoras supuestamente tomadas por el Ejecutivo.

Las previsiones, en el sentido y sobre el criterio conservador, sólo rigen y debe entenderse para evitar aquellos ingresos artificiales o irresponsablemente sobrestimados por un gobierno que quiera asumir, no menos irresponsablemente, programas proselitistas o electoreros con fines políticos, porque se correría el riesgo de provocar déficit para los semestres tercero y/o cuarto el año venidero. Las repúblicas anteriores hicieron de ese mecanismo un método para presupuestar.

Para nadie es dubitable que el gobierno bolivariano puede perfectamente calcular mejor los ingresos petroleros, más cerca a la realidad mercadotécnica internacional, sin que nadie se lo chiste, pero entonces no dudamos que esos sobreingresos y ese superávit inducidos mediante el mecanismo de la subestimación *previsiva* de los Ingresos Fiscales, acompañados simultáneamente por más endeudamiento público, sumado su negativa a cancelar la Deuda Pública, y a justificar el gasto en misiones y obras de desarrollo endógenos, parecieran ser, más bien, para poder financiar proyectos quijotescos internacionalistas donde, desgraciada pero realistamente hablando, Venezuela entraría en desventaja, pero Argentina y Brasil saldrían beneficiados , habida cuenta que ambos países siguen bajo la férula y control del Imperio. Lula y Krischener (?) no son Hugo Chávez el generoso y dadivoso, y hasta ahora ninguno de estos dos países ha demostrado en palabras estar resteado contra USA, como sí lo vive haciendo nuestro Presidente.

Es más, un gobierno responsable primero ajustaría sus partidas burocráticas, recortaría programas irrelevantes, y sólo dejaría las nóminas y plantillas estrictamente imprescindibles, así como aquellos proyectos y contratos en curso, y a lo sumo, entonces recurriría a créditos adicionales, pero estos deberían ser aprobados por una Ásamela más autónoma y más responsable y respetuosa de la Constitución, si, y solamente si deja bien claro y condiciona (sine qua non) que:

DE MOJORAR LOS INGRESOS que fueron o hayan sido subestimados, entonces en esa cuantía desbeberán trasladarse dichas mejoras al posible endeudamiento público, y no dedicar los ingresos extraordinarios a programas no contemplados expresa y constitucionalmente en el Presupuesto, porque, si a ver vamos: la consigna, muy cacareada, por cierto: TODO DENTRO DE LA CONSTITUCIÓN; Y NADA FUERA DE ELLA tiene que ser biunívocamente aplicable al Presupuesto Nacional. Este Presupuesto con esos descarados ingresos subestimados es una violación flagrante a la Constitución, y fuera de ella: NADA.




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Manuel C. Martínez M.


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