Hoy día en que ya se nos presentan grandes cambios y muchos no lo quieran aceptar y no es que uno vaya muy a prisa, es que el mundo esta cambiando y no podemos quedarnos atrás los empresarios de toda Venezuela, en el afán no solo de debatir sobre políticas publicas y su impacto en ese sector, sino hacer aportes a las mismas con el objeto de flexibilizarlas o mejorarlas para potenciar una fracción tan importante de la economía venezolana, mi persona plantea dos epicentros.
Uno de ellos, esta dirigido en avanzar en la discusión sobre el fomento del compromiso social desde los espacios de producción, replanteando a fondo el rol de la empresa privada nacional, en torno a su relación con los trabajadores, el ambiente, la seguridad y la sociedad misma, identificando elementos que faciliten la elaboración de un marco conceptual, ideológico, dialéctico, que permita caracterizar una manera de emprendimiento humanista, el empresario social. El segundo tema seria la inserción autentica de la empresa privada el plan de Desarrollo Simón Bolívar, estrategia de desarrollo económico socialista.
Hay que promocionar eventos y espacios para dar a conocer este planteamiento e intercambiar opiniones y diferentes puntos de vista desde lo comercial, productivo, tecnológico entre todos los actores y productores nacionales e internacionales, pequeños, medianos y grandes.
En esos espacios los participantes deben coincidir, concertar, consensuar en que las políticas publicas inciden directa e inevitablemente en el futuro de las pequeñas y medianas industrias y que ese dejo de incertidumbres se centre en aspectos básicos como el impacto tributario en el costo de producción social, el nuevo marco jurídico y su implementación , las grandes dificultades para la obtención de financiamiento, la relación entre el gobierno y el empresario y, por supuesto, entre el gobierno y la ciudadanía.
El tema del empresario social como agente de transformación de la actual sociedad, ha sido blanco de tensas discusiones en diferentes ámbitos de los gremios empresariales, ante una sociedad que exige una manera distinta de producir bienes y servicios priorizando el bien común y la necesidad de trascender el modelo capitalista, que amenaza la estabilidad política de los países en menor desarrollo relativo y la existencia misma del planeta. Hay quienes piensan que desde las empresas ya recae una excesiva carga social y otros sostienen que los gerentes profesionales y empresarios tienen una responsabilidad que no se limita al área territorial de la fábrica.
Yo sostengo como científico social y con una visión objetiva de la situación actual en nuestro país, que “un empresario social no es simplemente alguien que hace aportes determinados para resolver problemas específicos en una determinada comunidad o para mejorarla, sino aquel que es capaz de detectar equilibrios injustos que limitan y marginalizan la satisfacción de necesidades básicas para la gente y actúa como paladín de la justicia, rompiendo el estado de inequidad y permitiendo que las grandes mayorías se beneficien del acceso a un bien o servicio esencial”. En el próximo articulo culminare mi propuesta.
(*) Profesor y Cientifico Social.
sanojaricardo@hotmail.com